"El sueño de los Elegidos"

Capitulo 4 “Amor"

“Amor"

Los días transcurrían con normalidad, aunque hace dos días un guardia de la fortaleza negra quien creía de la profecía, había venido al pueblo a darnos aviso de que el rey ya sabía de nuestra llegada, eso nos hizo estar día y noche en alerta. Había convencido a mis hermanos que debíamos partir para así no colocar al pueblo en peligro, nuestro viaje ya había iniciado, llevábamos 3 días caminando y tratando de buscar alojo cosa que aún no habíamos conseguido, uno de los pueblerinos nos había indicado que había varias ciudades y pueblos fuera del control del rey, pero claramente les pertenecía. 

 

  • Alina ya estoy cansado… hemos caminado por días, necesitamos descansar. – Daemon, y mis otros hermanos ya sentían el agotamiento de no dormir casi nada, la comida se estaba acabando, tratábamos de dividirla lo que más podíamos, pero aun así no habíamos encontrado donde poder descansar adecuadamente. 
  • Lo se Daemon, solo ten paciencia, pronto encontraremos comida, agua y donde descansar. 

 

Daemon no dijo nada más, solo se limitó a gruñir y a seguir caminando, en eso sin previo aviso apareció un cuervo negro como la noche, su pelaje brillaba tanto que podría notar a quien le pertenecía. Quedando atrás haciendo que mis hermanos siguieran el camino, el cuervo paro en mi hombre dejando así una nota que colgaba de su pata, al momento que desprendí la nota, este voló sin mirar atrás… desdoble la carta dejando ver una letra muy impecable y hermosa.

 

“Princesa”

 

Espero que te encuentres bien en rumbo de tu próximo destino, cuando fui al pueblo buscando tu presencia uno de los pueblerinos me indico que habías marchado sin saber a dónde te dirigías.

Al llegar al castillo, escuche a mi padre indicando a unos de sus consejeros hablando de una profecía que mencionaba a unas personas con el mismo color de ojos que los tuyos, fue ahí donde me escondí sin que mi padre me notase. Supe que él había matado a tus padres así robándoles el trono y el reino dejándolos completamente fuera de la sucesión. 

Se que ustedes volvieron para destronar a mi padre y volver a los que les pertenece por sangre y derecho, sin tan solo me hubieras contado habría ayudado en lo que pudiese, pero también entiendo que en ese momento apenas nos estábamos conociendo y que no sentías confianza en mí.

Pero lo único que puedo decirte, es que puedes contar conmigo en lo que sea, desde que te conocí en mi habitación, supe que algo sentía en tu presencia, también sé que tu sentiste lo mismo, no quiero ser yo quien herede el trono, no me pertenece, no puedo tomar algo que no es mío y que mi padre asesino personas incesante para quedarse con el mundo mágico, ayudare en lo que sea, solo espero que estes bien, y espero que cuando comience esta guerra puedas perdonar a mis hermanos y a mí de los errores de mi padre. 

 

Atte.…

 

P.C

 

No sabía si confiar, el Peter, si de verdad estaba de nuestro lado, solo con el tiempo podría saber, cuando llegase la guerra sabría si el aún seguía apoyándonos o se había vuelto en contra de nosotros. 

Guardo la carta con mucho cuidando en uno de mis bolsillos, sigo caminando hasta que veo a todos mis hermanos bebiendo de un lago, al fin habían encontrado agua la sed ya no nos dejaba pensar.

En eso Aegon se acerca a mí y me dice en el oído.

 

  • ¿Que fue esa carta? – sin mirarlo cierro los ojos, tratando de pensar que decirle sin que se altere, sabía que no podía decirle la verdad eso era algo que sería imposible, el problema que Aegon no me creería fácilmente
  • Lo envío un pueblerino, para advertirnos de los peligros, nada más.
  • Mmm… crees que soy imbécil Alina… lo trajo un cuervo, los cuervos son plenamente del reino… que es lo que nos estas ocultando Alina. – que haría, ellos no entenderían que el príncipe estaba de nuestro lado, y me llevaría unos buenos gritos si se enterasen de que había ido ese día al castillo sin ninguna protección, pero también sabía que si les seguía ocultando información sería mucho peor, siempre nos contábamos todo.
  • No es nada Aegon.
  • Alina… no agotes mi poca paciencia que me queda… se te olvida que somos mellizos, sé muy bien cuando mientes y ocultas información relevante… que fue lo que paso ese día que no te encontrábamos?
  • Aegon
  • DIMELO. – haciendo que mis otros hermanos nos quedasen observando con el ceño fruncido. 
  • Ese día… fui al castillo sin avisarles… ingrese por donde los guardias no cuidaban… en eso cuando subía la escalera pude ver un guardia que venía en dirección contraria, fue entonces que ingrese a la primera puerta que pude encontrar dando así con la habitación del príncipe mayor, el heredero a la corona; en ningún momento le conté quien era, pero pudo notar el color de mis ojos muy distintivo a los de un simple humano.
  • Sigue. – Aegon ya se encontraba molesto, sin contar la miraba que me estaba dando Elliot por a verle contada información sin decirle, normalmente siempre le decía todo a él, como Elliot me lo decía a mí, no había secretos entre nosotros, por eso puedo notar su cara de disgusto hacia mí al momento de estar contándole la historia, mientras que los demás también molestos solo me observaban. 
  • En la carta él me dice, que un día que había regresado al pueblo para buscarme, pudo oír a su padre contándole a unos de sus consejeros sobre la historia de nuestros padres y como los había asesinados, y sobre la profecía que hablaban. Solo me decía que él no quiere heredar el trono donde se derramo sangre para que su padre fuera coronado, que el día que llegase la guerra estaría con nosotros.
  • ¿Y tú le crees?
  • No se… 
  • ¿Sientes algo por el no?... Hahaha, lo sabía… estas enmarada de él, por eso no dijiste nada.
  • Como voy a estar enamorada de alguien que solo lo he visto una ves Aegon.
  • Porque puedo sentir lo que estas sintiendo cuando hablas de él, Alina… imbécil no soy, al parecer te sigues olvidando que como mellizos y que sentimos más que una simple conexión de hermanos, puedo sentir tus emociones, como tu sientes las mías.
  • Aun así, eso no dejara que yo aparte los planes que tenemos para pelear por nuestra sucesión al trono.
  • No… pero cuando llegue el momento, no sabrás tomar decisiones, tu mente estará peleando si elegirnos a nosotros o al hombre que amas. – tenía razón, ahora puedo decir que no me apartare de nuestros planes, pero que pasara cuando llegue el momento, no sabía lo que sentía por Peter, tenía miedo y estaba confundida, sé muy bien que mi mente en ese día jugaría en contra. 
  •  Se que podre tomar la decisión que sea la correcta.
  • Espero que sea así, porque tú eres la heredera legitima al trono… solo espero que pienses con la cabeza y no con el corazón. 




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