— "Incluso la mentira llamada piedad se puede extinguir"
El eco de los desgarradores y atroces gritos resonaban cada vez con mas fuerza en sus desgastados oídos. Las viejas y profundas heridas empezaban a empeorar su infección. El agonizante dolor de la sesión anterior todavía se sentía en su frágil cuerpo.
En esa profunda oscuridad que obstruye por completo su apagada visión, las grandes cadenas que lo atan desde los huesos a la pared, rechinan ruidosamente por el óxido.
Rodeado por estos repugnantes seres, que le quitaron todo derecho: el de soñar, el de vivir y el de morir.
Ni siquiera sabe, hace cuantos años su mente y anhelos de escapar se apagaron.
[ ... ]
Ni siquiera sabe, hace cuantos años no ha dicho alguna palabra con su reseca lengua.
En sus pupilas que ya no lograban enfocar nada, los orbes hundidos de sus ojos, lentamente se alzaron en dirección de la gran puerta.
De donde una pequeña luz se filtró… "empezaría de nuevo, otra sesión" … porque estos seres no lo dejarían descansar.
Ya hace mucho tiempo que este hecho fue aceptado por su mente, pero no por su corazón.
[ ... ]
Aunque incontables veces a deseado que, por algún error se le permitiese acudir a la caritativa muerte. Pero él sabía que esa tan ridícula ilusión, nunca le seria cumplida.
[ …— Papá…]
Como si fuese mala broma del destino, fue la única palabra que como un susurro ahogado logro salir de sus labios en años.
Talvez haya sido por la tonta tendencia humada de aferrarse a la esperanza…
※ ※ ※ ※ ※ ※ ※
Rompiéndose… quebrándose… apagándose.
Su alma, su humanidad, su corazón… perdiéndolo todo de sí en el proceso.
De poco en poco, llegando al límite de lo permisible.
Provocando, un cambio irreversible.