El Trébol

Huérfanos

Nunca tuvo un hogar pero cada noche en su gastada cama imaginaba como sería tener padres que te  abrigaran cuando estuvieras triste, quería una madre que cuidara de ella cuando enfermara, deseaba un lugar al cual regresar y siempre se preguntaba ¿cómo sería tener una familia?.

Pero en su mente ella se convencía que cada vez que no era adoptada era porque su madre vendría la próxima, a veces pensaba en como sería ella y su papá pero nunca obtenía respuestas las personas del servicio social solo le decían que llegó a las puertas del orfanato con tres meses de nacida.

Un día sus plegarias fueron contestadas por medio de una inusual visita.

 — Es una mujer rica con ganas de hacer “una obra de caridad”—,hizo una mueca y otra habló,—Vanya esa “obra de caridad" es nuestra ropa y comida deja de juzgar a otros y ven a pelar papas—, obedeció a regañadientes.

— Es solo que odio a esas personas que vienen aquí para dar “caridad" y toman fotos y vídeos como para decir, “miren a estos pobres huérfanos, ¡Miren a estos bichos raros sin nadie en el mundo!—, en ese momento llegó una monja y le golpeó la cabeza,— eso es lo que son Vanya, huérfanos pero no significa que son bichos raros o que están solos, ya verás que todos encontrarán una familia que los amé.

La monja hizo un gesto para que volteara a ver a las niñas pequeñas que se escondían debajo de la mesa mirándola con esperanza <<yo también tuve esperanza>> pero la verdad era que a las mayores nunca las adoptaban demasiados problemas con adolescentes esas niñas probablemente aún tenían oportunidad mientras siguieran siendo tiernas y todo el discurso de la monja fue para esas niñas no para ella, Vanya ya no sería adoptada en cambio la echarían en un par de semanas.

Tomó la basura y en silencio comenzó a caminar hacia el patio trasero para tirar las cáscaras en la composta <<¿Qué voy a hacer con mi vida?¿Siquiera soy buena en algo?¿Tengo alguna habilidad?>>, No era paciente pero si callada escuchaba los problemas de los otros y les trataba de ayudar diciéndoles lo que creía correcto pero eso no era util en el mundo real cotillear no era algo para ganar dinero, tampoco tendría dinero para pagar la Universidad y la dejarían salir solo con sus pertenencias y nada más, tendría que buscar trabajo sabía que adoraba a los niños tal vez podría ser niñera pero dónde viviría, no tenía muchas cosas pero si lo indispensable ropa un par de zapatos y la fotografía borrosa de su padre un hombre de lentes y barba común y corriente parecía un buen hombre pero aunque quisiera estar enojada con su padre no fue él quien la abandonó 

Su madre la dejo en manos de la madre superiora el 26 de Diciembre del 2012, los doctores dijeron que tenía tres meses de nacida pero dejaron su cumpleaños  en esa fecha solo porque la abandonaron ese día.

Vanya creía que su padre probablemente seguía vivo y quizás estaba en la cárcel por eso nunca fue por ella y quizás su madre murió por una enfermedad tal vez no tenían más familia y se vieron obligados a dejarla en su mente ella se convenció de esa historia a pesar de que las personas del servicio de protección de menores buscaron al hombre de la foto nunca lo encontraron, aunque su madre pidió hablar personalmente con la madre superiora para entregarle el bebé, la mujer no emitió palabra alguna ni siquiera reveló su nombre desafortunadamente la madre superiora murió cuando Vanya aún era una bebé y nunca obtuvo respuestas de ella ni de nadie, su enojo hacia su familia se volvió tristeza porque no podía enojarse con personas que nunca conoció y nunca conocería.

Se detuvo enfrente de la composta y al estar vaciando uno de los sacos éste se deshizo dejando caer cáscaras por todo el suelo, mientras las recogía seguía tan ensimismada que no notó la presencia de alguien más hasta que la levantaron de la cintura y le hicieron dar vueltas mientras le hacían cosquillas

—¡Noah!—, soltó carcajadas muy fuertes mientras trataba de decirle que se detuviera, finalmente la dejo en el suelo y ella se dió la vuelta mirándolo fijamente

En ese momento las preocupaciones se fueron y su mundo se redujo a ellos dos en el patio riendo juntos era magnífico estaban muy cerca tanto que podían escuchar la respiración del otro, ella podía notar su cuerpo moverse de arriba abajo respirando tranquilo miro su rostro con dos lunares en forma de mancha uno en su mejilla el otro arriba de su labio pequeños casi imperceptible a la vista pero estando tan cerca como ella lo estaba podía verlos, amaba sus ojos verdes como las hojas de los árboles frondosos llenos de vida y él estaba perdido en sus rizos rojos y escandalosos, sus ojos azules claros como los arroyos en sus pecas llamativas y rosadas pero sobretodo lo que más le gustaba eran sus labios rosas y pequeños se concentró ahí viendo su boca y como Vanya la abría y la cerraba para recuperar el aire.

Fue inevitable en el momento que ella le sonrió se dejó llevar y la tomó de la cintura para besarla ella rodeo su cuello con sus brazos y le siguió el beso sintiendo en sus labios la calidez de un amor verdadero cuando se separaron terminaron de recoger las cáscaras y se fueron hacía su lugar secreto detrás del viejo salón de clases dónde guardaban las herramientas de jardinería había un árbol con un columpio que él había construido para ella.

—¿Qué pasará cuando salgamos de aquí?,¿Dónde iremos?,¿Vendrás conmigo?—, ante tantas preguntas él se puso nervioso,

— perdón no quiero ser intensa, ni presionarte—,la besó tiernamente y dijo,— Encontraré la forma de comprar una granja para vivir contigo.

Se arrojo a sus brazos y sonrió muy feliz,— eso significa....—




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