El Trébol

Perdóname

Ese día era soleado tanto que desentonaba con la situación. El cielo parecía burlarse de ellas,para ese entonces se había convertido en la preferida de todos fue nombrada mano derecha de Charles todo parecía estar de maravilla. Una noche todo eso cambió

—De verdad trate de evitar esto pero no tengo opción, estoy atada de manos—, siguió a su hermana hasta su habitación y se quedó afuera porque cerró la puerta con seguro,—¿Qué le hicieron?—, preguntó aunque no quería escuchar la respuesta,— no te lo diré, lo único que tienes que saber es que yo no puedo hacerme cargo de ti, has tu maleta irás a vivir con Clarisa ella puede cuidar de ti—, bajo las escaleras y durante horas se escucho el llanto desconsolado de una niña de ocho años que acababa de perder a su madre.

Estaba por anochecer cuando subieron al auto — ¿Vendrás a visitarme?—, preguntó entre gimoteos,— Depende de que tan lejos esté de esta zona—, respondió cuando cambió a rojo,  — ¿Sufrió?—, apretó su mochila contra su pecho y vio a su hermana,— No —, respondió cortante, — Apartir de hoy serás educada en casa de Clarisa ella cuidará de ti—, llegaron cuando la luna llena se hizo presente la dejo en la puerta y se despidió agachándose para abrazarla.

Las primeras visitas fueron los fines de semana, luego fue una llamada por trimestre y luego en su cumpleaños número quince le envío una carta a la casa de Clarisa, ya no podía postergar la noticia entre más rápido se enterara más tiempo tendría para aceptar la idea, lo único que decía la carta era un mensaje claro y conciso: 

Para: Hazel Ckarmin. 

Hace años tu madre cometió una falta imperdonable que le costó la vida aunque siempre trato de alejarte de este mundo siempre estarás conectada a éste.

Se determinó que tú castigo será idéntico al de tu hermana, cabe aclarar que está decisión fue tomada hace dos años pocos días después de la muerte de tu madre.

Tendrás que aprender por tu cuenta como ser una ladrona, cuando llegues a los dieciocho trabajarás para el Trébol hasta el día de tu muerte 

Firma: Charles Hawkins

Clarisa trato de abogar por ella pero Charles estaba decidido y Mark estaba de acuerdo, con los lugares vacíos de sus compañeras Clarisa comprendió que la maldición si estaba surtiendo efecto y que solo acabaría su tormento hasta que se cumpla.




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