capitulo 20 - las profundidades

 Y así estaba yo dentro de un ascensor con una silueta dirigiéndome hacia las supuestas
profundidades, pero le creí completamente ya que ellos sabían de este lugar mejor que
yo.
––– y ¿cómo estás? ––– Dije, mientras me rascaba la barbilla.
––– como debería estarlo.
––– ¿ósea?
––– normal como siempre.
––– ¿que son ustedes?
––– que, que somos eso deberías saberlo tú.
––– y... ¿porque yo?
––– ¿porque? ––– dijo en forma de sarcástica.
––– si ¿porque? No entiendo.
––– si subiste a este ascensor, porque me preguntas que somos eso deberías tenerlo
claro, como ¿a dónde te diriges? Por cierto ¿a dónde quieres llegar?
––– ah... ah... ah-h-h...
––– estas tan confundido y tan anclado a la sensación de estar buscando algo que ni
siquiera recuerdas que es, o ¿sí?
––– ah... no sé.
––– ¿entonces quién sabe?
––– ¿quién eres...?
––– es que no me recuerdas soy...
––– ¡...! ––– vi todo oscuro y no supe nada más.
Cuando me di cuenta seguía en el ascensor, pero esta vez no estaba la silueta que me
acompañaba, solo me acomode y que quede sentado en el piso del ascensor,
observando en techo del mismo, y sintiendo la sensación de movimiento perpetuo.
––– ¿Quién era él? ––– pero eso no era en lo único que pensaba sino también en lo
demás que dijo. ––– tiene razón... ¿cuál es la razón de que me deje llevar por este
sentimiento? ¿Qué estoy buscando...? ¿Quién... soy?
Resonaba en mi mente.
Hasta que el ascensor se estabilizo y no se movió más, las puertas del mismo se
quedaron abiertas y dando a la vistas una total oscuridad.
Me levante del suelo camine hacia afuera, el ascensor se cerró e intente abrirlo
nuevamente, pero se elevó y desapareció de mi vitas entre la oscuridad.
Cuando quite la vista del cielo y me fije en mí alrededor, había un edificio cerca del
lugar como de tres pisos, pintada de blanco y estaban todas las luces de las ventanas y
de las afueras encendidas. Adelante había unas cuantas macetas con flores azules.
Al cual me acerque sin miedo ni titubear.