—¿A-a q-que t-e refieres—Aclare mi garganta ante la filosa mirada de Davis, alzó una ceja ante la expectativa de mí pregunta—con que estoy embarazada?
—Es lo que pasa cuándo mantienes relaciones sin protección, Eva—Giré los ojos mientras él tiraba de mí brazo para cruzar hacía la pequeña sala dónde solíamos ir a comer y dónde me encontraba con Luca y John—
—No necesito una clase sobre educación sexual, idiota—Brame mientras hacía una mueca por la fuerza con la que tiraba de mí brazo, al llegar a la sala sonreí al ver a mi hermano pero no había rastro alguno de Luca—¿Y Luca? ¿No va a venir a comer?
Una mueca cruzó su imperturbable rostro mientras se giraba para verme a los ojos, sujetó mis hombros mientras comenzaba a negar con la cabeza. Mi garganta se cerró y negué con la cabeza ante la idea, mordí mi labio intentando callar los sollozos—Luca no sobrevivió al tratamiento, no entendiendo...
Alce mi mano y la estampe contra su mejilla con la fuerza suficiente cómo para hacer que su rostro se girarse escasos milímetros, lo vi tensar su mandíbula mientras paseaba su lengua sobre sus dientes claramente irritado—¡No digas que no lo entiendes! ¡Era un puto niño de cuatro años con el que experimentabas desde su nacimiento! ¡Lo tratabas cómo una rata de laboratorio! ¡No vengas aquí a fingir ser un ser con escrúpulos cuándo lo único que has hecho es secuestrar personas para tus jodidos experimentos de mierda! ¡Eres un maldito asesino...!—Me vi interrumpida por el golpe seco en mi mejilla que hizo eco en toda la habitación, caí al suelo impactada y sosteniendo mis labios que habían comenzado a sangrar. Jadee mientras John corría hacía mi para asegurarse de mi estado, sus ojos se enfocaron preocupados en mí y entonces caí en la realidad.
¿Así era cómo viviría el bebé? ¿En un laboratorio dónde no tendría una vida normal sino que en su lugar experimentarian con él y cuándo ya tuviesen suficiente lo desecharian cómo basura? ¿Ese era el futuro que le esperaba a mí bebé? ¿Sería un Luca más?
—E-eva,¿Estás bien?—Comencé a negar con la cabeza mientras me permitía llorar, John me rodeó con sus brazos y me arrullo mientras Davis salía de la habitación—¿En qué demonios pensabas cuándo lo abofeteaste?
—Luca murió, John. No soporto el tratamiento, ese pequeño...creí que podía salvarlo...creí que podría sacarlo de aquí pero la verdad es que...todos tendremos el mismo final que Luca, todos vamos a morir
No paraba de temblar mientras me acurrucaba lo más que podía para frenar el frío que calaba mis huesos, mis dientes castañearon mientras metía mis manos entre mis muslos en un vago intento de darme calor. Escuché la puerta abrirse y pasos acercarse pero era incapaz de moverme, todo me daba vueltas y sentía que sí alzaba los ojos iban a caerse de mis cuencas.
—Estás hirviendo—Sentí algo frío posarse en mi frente y segundos después desapareció, aquella voz parecía preocupada mientras yo intentaba obtener calor—Trae algunas cobijas, está hirviendo y me preocupa el bebé—Su voz se oía lejana, cómo un eco que me acompañaba en aquella solitaria habitación. Mis mejillas se sintieron cálidas y con lentitud lleve mi mano hasta ellas para cerciorarme de que estaba llorando, no soportaba éste lugar. No quería más agujas, ni mordeduras ni pruebas, quería irme a casa aunque no sabía con exactitud cuál era mi casa.
En mi inconsciencia creía escuchar la voz de Leo pero era incapaz de abrir mis ojos por que pesaban mucho, quise moverme, hacer algo que le indicará que estaba bien pero fue en vano por que la oscuridad nublo todos mis sentidos.
—Apenas son cuatro semanas y cuatro días, mide aproximadamente un milímetro, podría comparárse con el tamaño de un grano de frijol y parece estar bien incluso luego de ser expuesto al virus—Decía mientras la enfermera que lo acompañaba anotaba todo en un par de hojas que llevaba, ellos hablaban entre sí cómo si yo no estuviera presente, era cómo si no fuese más que el recipiente del bebé.
—¿Esto no lo va a afectar? ¿No deberían dejar de inyectrame esa porquería para llevar mi embarazo en paz?—El miedo cruzó mi voz pero ninguno de los dos pareció importarle, le dictó un par de cosas más hasta que una luz roja invadió la habitación—¿Algo anda mal?
—Código rojo, Park. Llévala al piso anterior, a su antigua habitación—La enfermera pareció confundida, el doctor suspiro frustrado antes de tirar de mi brazo para que me pusiese de pie—¡Muévete, Park! Davis irá por ella cuándo resuelva el código rojo pero ¡Muévete!
Parecía bastante asustado y agitado mientras le daba órdenes a la enfermera, ella tomó mi brazo y tiro de él fuera de la habitación. Habían hombres armados corriendo por los pasillos, tuvimos que detenernos y pegarnos a la pared para no ser arrollada por ellos. Cerca del pasillo que daba a las habitaciones, ese que conectaba con el comedor, habían un par de personas cerca de la puerta—Ey, ustedes,¿Que hacen fuera de su habitación?
Jadee cuándo la enfermera tuvo la atención de ellos, ambos muertos gruñeron de satisfacción al vernos y comenzaron a correr hacía nosotras. La enfermera me empujo para así usarme de distracción y ella poder escapar, con mi trasero en el suelo me arrastre lejos de ellos—Mierda, no...
Me puse de pie y observé el lugar en busca de algo con lo que pudiese defenderme pero no había nada filoso ni siquiera un maldito extintor, Davis se encargaba de que no tuviésemos algo con que herirlo y escapar. Gruñeron de nuevo a escasos pasos de mi, repase mis opciones: quedarme e intentar pelear o empujarlos y huir hasta las habitaciones.
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Editado: 21.06.2022