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Alguien había venido a cerciorarse de que no estuviera muerta y a detener el sangrado de mí nariz, veía el techo recostada mientras creaba una escapatoria en mi mente pero todas eran un asco. Era realmente mala para crear planes...quizás si Leo estuviera aquí él crearía uno.

Davis se había ido hacía media hora y el sujeto que lo acompañaba se había cerciorado de mí estado antes de marcharse o al menos eso fui capaz de ver en mi estado de semiinconsciencia, mi mano acarició mi vientre bajo mientras una sonrisa cruzaba mis labios.

—Ey, pequeño frijol...perdón por no hablarle a tú papá sobre ti pero ni siquiera sabía, no le presté atención a los síntomas por que...soy tan pésima en esto ¿Sabes? Suelo...suelo escoger tan mal las oportunidades para...me hubiese gustado traerte en un mundo mejor, en uno cómo él que yo tuve...siempre he cometido errores, siempre he escogido mal pero entre mis decisiones buenas están tú y Leo...realmente siento...lamento que estando tan pequeño tengas que pasar por esto-—Me Interrumpí cuándo la puerta se abrió y dejó a la vista a Davis, una sonrisa cínica cruzó sus labios mientras se encaminaba hacía mí.

—¿Jones no sabe que estás embarazada?

—¿Ahora tú nueva profesión además de asesino es escuchar conversaciones ajenas?— Ataque, él soltó una risita mientras se apoyaba de brazos cruzados contra la pared.

—Vamos, no seas rencorosa—Hizo un ademán con sus manos intentando parecer relajado, me giré para darle la espalda—Todos tenemos una historia, Eva. Deberías escuchar la mía antes de juzgarme—Solté una risita sarcástica mientras me ponía de pie y me acercaba a él de forma amenazante.

—Me importa una mierda tú historia, Davis. Ni siquiera que hayas tenido una infancia tan jodida te da el derecho cómo para hacer lo que haces, asesinas personas y niños-

—¿Y crees que Jones es mejor que yo?—Demandó furioso mientras acercaba su rostro al mío, desafiándome. Su nariz rozaba la mía mientras sus ojos chispeaban de irá.

—Leo carga sus demonios pero no ha permitido que ellos acaben con él, Leo no está orgulloso de la persona que era pero cada día trata de superarse y ser mejor...por mí y por él mismo

—Sus demonios siguen ahí, Eva. Ni siquiera estando contigo, ni siquiera amándote hará que se vayan—Negué con la cabeza.

—Tú no lo conoces, no tienes idea de nada-

—Jones y yo nos parecemos-—Solté una risita nasal mientras negaba con la cabeza con efusividad.

—Leo y tú no se parecen en nada, Davis—Una sonrisa cruzó sus labios mientras negaba con la cabeza.

—Nos parecemos más de lo que crees, Eva—Estaba dispuesta a replicar aquello hasta que él cubrió mi boca con su enorme mano, sujete su muñeca para alejarla pero se negaba a quitarla—Yo también perdí a las personas que amaba, Eva. Sé cómo se siente Jones, sé en la oscuridad que vive por que yo también vivo rodeada de ella

—No, Davis. Tú no entiendes-—Logré decir cuándo hizo a un lado su mano.

—Perdí a mi hija y a mi mujer en un incendio, se supone que ese día yo estaría en casa para pasar el cumpleaños de mí hija pero surgió un caso y tuve que irme. No soportaba la culpa y el alcohol se volvió mi mejor amigo, era miserable y creía que no merecía ser feliz, Eva

¿Porqué me estaba contando esto?

—Hasta que conocí a una chica, me hacía querer ser mejor y toda esa mierda pero mis demonios me seguían atormentado y entonces la asesinaron—Jadee de sorpresa al escucharlo, sus ojos tenían un brillo nostálgico hasta que cambiaron, era un brillo distinto que no podía decifrar—Encontré su cuerpo apuñalado y mutilado en nuestra puta habitación, la torturaron hasta que suplicó por su vida. ¿Sabes quién la asesino, Eva?

—¿Porque-?

—Jones asesinó a la mujer que trajo un poco de luz a mi miserable vida, Jones fue quién la arrancó de mis brazos y ahora...ahora él sabrá todo lo que sentía cuándo Vanessa fue asesinada

—Davis,¿Qué-?—Pero no obtuve respuesta, me empujo para hacerme a un lado y dirigirse a la salida—Abre la puerta seis, Jones no debe tardar en llegar 

La puerta se cerró mientras yo corría para alcanzarlo, me posicione frente el vidrio y lo golpee para llamar la atención de Davis—¿Q-que estás haciendo?

—Le devuelvo el favor—Sonrió mientras un ruido que avisaba que una puerta había sido abierta hacía eco en la habitación, a metros de mi, en una de las puertas que quedaba a mí derecha, salía una horda de muertos. 

10...15..20...30

Eran demasiados muertos acercándose, golpee el vidrio para llamar la atención de Davis y me sacará del lugar pero no estaba—¡Davis, déjame salir! ¡D-davis! ¡M-mí bebé no sobrevivirá a esto! ¡Por favor! ¡Sácame de éste lugar!...por favor—Sollozaba mientras golpeaba el vidrio intentando romperlo pero era un jodido vidrio antibalas, no iba romperse con nada. Escuchaba los gruñidos de los muertos cada vez acercarse más, mi corazón latía con fuerza contra mis costillas mientras yo intentaba mantener la calma por que si tenía un ataque de pánico iba a morir más rápido.

Corrí hasta una esquina, la que quedaba cerca de la pequeña cama en dónde se supone debía dormir y me acurruque, llevé mi mano a mi vientre mientras veía cómo los muertos comenzaban a rodearme dispuestos a devorarme. Daba manotazos para alejarla de mí mientras lloraba y suplicaba a alguien que no permitiera que me hicieran daño, uno de los muertos mordió la palma de mi mano cuándo quise alejarlo de mi. Mi mano escocia mientras hacía presión en la herida y mi cuerpo sufría espasmos por el llanto.

No quería morir, quería vivir. Darle una vida al pequeño bebé que comenzaba a crecer dentro de mí, cuidar de John y hacerlo un buen hombre, ver a mi pequeña bebé crecer y cuidar de su hermano o hermana pequeño, quería casarme con Leo. Olvidar lo destruido y roto que estaba el mundo y construir uno a partir de las cenizas, hacer...quería hacer sentir orgulloso a papá de dónde sea que me estuviese viendo, quería que él abuelo viera que...que realmente me esforce...quería tantas cosas y el egoísmo, la venganza y la avaricia de alguien más me lo habían quitado.