Sus pequeños ojos me observaban con adoración mientras repartía besos en su cabello, escuché su dulce risa que sacudió mi corazón así que la atraje hacía mi cuerpo, apretándola contra mí. Mi pecho regocijante de todo ese amor que sentía por ella, ardiendo en deseos de poder expresarle con algo más que un te amo, lo inmensamente agradecido que estaba de tenerla. Danny era mi luz, mi vida, mi todo. Ella era mi pequeña cajita de felicidad que me esperaba en casa cada vez que volvía de una realidad de mierda cómo en la que vivíamos. Ella era mi mundo entero, mi familia, la única mujer que se había quedado conmigo y no me había abandonado como mi madre —Cage, vas a asfixiarme
—¿Tú crees?—Pregunté mientras la seguía apretando contra mi, escucharla reír y removerse en un inútil intento por escapar de mis brazos me hacía feliz. ¡Maldita sea! Cada cosa que ella hiciera por muy insignificante que pareciera me hacía feliz, ella simplemente me hacía feliz—Yo creo que tus costillas soportan un poco más
Rió mientras golpeaba mis costillas para así poder alejarme de ella, su pequeño y cálido cuerpo se sacudió una vez más para liberarse pero no estaba dispuesto a acceder aún—Yah, me estás asfixiando
—Vamos, bebé. Estás siendo dramática—Giró los ojos mientras una mueca adorable se apoderaba de sus dulces labios, mi pulgar acarició su labio mientras una idea cruzaba mi cabeza—¿Que me darías a cambio si te suelto?
—Oh, Dios Mío, Cage. Acabamos de hacerlo, para ya—Golpeo mi pecho con fingida indignación mientras una pequeña risita escapaba de mis labios.
—Vamos, mis brazos jamás se cansan, preciosa
—Oye, no es mi culpa que estés acostumbrado a tratar con hombres grandes y fuertes cómo tú
Sonreí antes de aflojar el agarre y bajar mi cabeza de forma que quedará a centímetros de su adorable rostro, sus pequeños ojos grises brillaban con amor, aunque fui capaz de ver un pequeño tinte de algo, era cómo si una pequeña pero existente oscuridad intentará opacar la luz dentro de ella—¿Todo está bien, amor?
Asintió enérgica antes de sostener mis mejillas y dar un par de pequeños besitos en mis labios—¿Tienes idea de cuánto te amo, Cage Avan Evans?
—He escuchado que mucho, no estoy seguro de-...Ey, nos despertamos agresivos hoy—Rió, recuerdo que ese día en especial, habíamos hecho el amor luego de que uno de sus cuadros había ganado en uno de esos concursos que su universidad hacía para darle oportunidad a los nuevos pintores. Recuerdo su olor dulce, a melocotón que tanto me encantaba, recuerdo exactamente el sonido de su risa, el aroma de su piel. Todo. Recuerdo absolutamente todo por qué fui tan feliz...ese día existió tanta felicidad en mi ser que me volví egoísta e incapaz de ver la realidad más allá de mis ojos, solo pude ver mi felicidad, lo que quería creer...jamás vi lo que en realidad pasaba, su dolor y sufrimiento...nunca me fije en ella ese día.
Una leve sonrisita que no fue capaz de llegar a sus ojos ocupo sus labios, trague saliva cuándo un miedo desconocido comenzo a apoderarse de mí pecho, apretujándolo e impidiéndome respirar—Danny, ¿Volvió?
Sus ojos se suavizaron y acarició mi cabello mientras negaba con la cabeza, acomodó su cuerpo apoyando su cabeza en la palma de su mano mientras que su codo se hundía en la cama—Estoy bien, tontito. Todo está bien, no han vuelto y estoy segura que no volverán
—¿S-si...S-si ellos volvieran...m-me lo dirías?
—Por supuesto, claro que lo haría, cariño
—Tengo miedo de que puedan volver, no sé-
Su dedo índice viajo a mis labios para callarme mientras sacudía su cabeza en negación. ¿Porqué la sentía tan lejana? ¿Porqué sentía cómo si ella se estuviese escapando de mis manos?—Vas a ser el primero en saberlo—Sonrió, de sentó a ahorcadas sobre mi y fijó sus ojos en los míos—Leí tus mensajes, hay una chica-
—Joder, no hagas esto. Acabamos de follar, no vengas aquí a hablarme de otra mujer—La corté abruptamente pero ella se negaba a dejar el tema.
—Parece interesada en ti. Cage, ¿Que tan difícil es salir con una mujer?
Solté una risa irónica, por qué no podía ser posible que ella me preguntará esa mierda—¡Muy malditamente difícil! Tengo una jodida novia en casa que satisface cualquier maldito capricho que se me antoje, ¿Que quiero follar en la cocina? Pues, ella va y accede. ¿Que se me antoja follar en el balcón con los vecinos viendo? Pues, ella va y accede. ¿Que tuve un mal día y lo único que necesito es que me recuerden que no soy una mierda cómo lo creo? Ella viene y me mima, ¿Que coño crees que necesito?
—Alguien estable, no necesitas a una tía que planee matarse cada que puede, Cage. Lo que tú necesitas-
—¿Que mierda vas a saber tú qué necesito?—Ataquee furioso, el tema comenzaba a volverse frustrante y aunque no me gustaba gritarle o alterarme con ella, el miedo creciente y asfixiante que se instalaba en mi pecho comenzaba a dejarme sin salida.
—¡Claro que lo sé! ¡Te estás destruyendo maldito imbécil! Finges estar bien, ser feliz pero vives con el miedo de que voy a suicidarme y eso ni siquiera te deja vivir, Cage
—Tú no-
—¿Crees que no me doy cuenta cuándo despiertas a mitad de la madrugada para cerciorarte que sigo contigo y te aferras a mi para apaciguar un poco tú miedo de dejarme sola? ¿Crees que no sé que tus hombres vienen a verme para mantenerte informado sobre si me mate o no? ¿Crees que no he escuchado las veces que has llorado mientras bebes whiskey y te preguntas si algún día vas a encontrarme muerta? ¡Lo sé todo! ¿¡Si tienes tanto miedo porque sigues aquí!?
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Editado: 21.06.2022