Toc Toc..
-Señor From!!-
una señora gritaba y golpeaba la puerta de una casa abandonada y deteriorada por no decir casi destruida. cada vez con más fuerza al no responder nadie. Se acercó a ver el interior de la casa entre las tablas viejas de la puerta. veía nada más que oscuridad, acercó la antorcha que llevaba y al hacerlo un rostro viejo serio la asusto haciendola retroceder.
la vieja puerta se habría y salió un hombre.
-señor From?- asustada la señora pregunto.
-que es lo que quiere por poco y tumba mi puerta-
el hombre molesto contesto.
la señora se calmó un poco al ver aún viejo invalido, con el cabello largo igual a su barba, sucio como la ropa y túnica que llevaba. penso no estar en peligro frente a este tipo de persona a pesar de lo que sabía de el.
-señor From por favor ayudeme, mi hija esta en peligro, un demonio la ha poseído, por favor el pueblo la quiere sacrificar. ayudeme.
-solo es eso? seguiré durmiendo entonces-
dio media vuelta con sus muletas mal hechas.
-se lo suplico, salve a mi hija- llorando se arrodilló, cojio unos de sus muletas que por poco hace que caiga.
-que esta... rayos!-
-no quiero perder a mi hija, tenga, solo tengo tres monedas de oro. porfavor...-
la miro y dio a cuenta que no soltaría su muleta hasta que acepte ayudarla.
-esta bien la ayudaré, suelte mi muleta-
volteo otra vez y mirando a la señora levantarse pensó en entrar a su casa tan rápido como podría y cerrar la puerta..
-gracias gracias- lo abrazo- sigame por favor.-
hace muchos años que no resivia un abrazo. y este logro que olvidará su pensamiento siguiendo a la señora.
la señora iba unos pasos delante de él alumbrando con la antorcha el camino. el señor From veía como se oscurecía su casa hasta no verse nada uniéndose a la oscuridad de la noche.
-muchos curas y sacerdotes vinieron a ayudar a mi hija pero no pudieron hacer nada, dicen que es un demonio y que tiene que ser sacrificada- le contaba llorando-
-ajá...-sin importancia contestaba
-un anciano vecino me dijo donde encontrarlo y que era la única persona que podría ayudar a mi hija.-
-este niño cuando no exagerando-
-dijo algo?- pregunto sin entender por qué se refería al anciano como niño.
-no nada-
-habia oído rumores de usted pero nadie podía ayudar a mi hija, estaba dispuesta a hacer lo que sea por salvar a mi hija.-
se detuvo
-gracias, y tenga estas son las únicas monedas de oro que guarde por mucho tiempo. se que no es suficiente pero tome.-
-pero que...- se adelantó -quiere caminar más rápido que no veo el camino, quiero terminar con esto para volver a dormir-
-si si no se preocupe- llorando en silencio entendió que al señor From no le importa las monedas de oro solo volver a dormir.
continuaron caminando hasta llegar al pueblo que estaba serca de la casa aislada del señor From.
Y mientras caminaban a paso lento se veía antorchas en cada casa que pasaban y conversaciones altas lo que era extraño siendo pasada las media noche aún la gente estaba despierta.
-es aqui-
y antes de abrir la puerta.
-ahhhhhhhhh!- grito desgarrador
el grito dentro de la casa asusto a la señora y comenzó a llorar aún más.
-perdio la llave?, vamos dece prisa- sin importarle las lágrimas ni el grito de miedo.
-disculpe señor From- se limpio las lágrimas que no dejaban de salir. y abrió la puerta.
el señor From se adelantó en entrar primero a la casa, lento y con cuidado atravesó la sala alumbrada por la luz del cuarto que estaba más adelante.
Siguio caminando sin esperar a la señora hasta el cuarto bien alumbrado por muchas velas.
-ahhhhhhhhh , acaita de von chaii-
- claro- con voz baja y relajado después de ver a la pobre hija retorciéndose, amarrada de las extremidades en la cama, los ojos volteados y las venas de todo su cuerpo resaltadas con el rostro alterado una voz grave.
la señora llegó después y se acercó a su hija.
-tranquila hija mía. te salvaremos-
la hija contesto escupiendola y sin dejar de gritar ni hablar de manera rara y grave.
-hagase aún lado-
-si señor From- se alejó llorando dejándo espacio al señor.
el señor From se aserco aún costado de la cama
-asi que eres muy antiguo-
y mientras decía eso soltó una de sus muletas y remango una de sus túnicas dejan libre su brazo izquierdo.
-¡kaia!- esa palabra hizo que la hija poseída dejara de gritar y de retorsere, su mirara muy fijamente al señor From.
-si es extraño-
-¿debog no jai?-
- eso no importa, lo importante es que regreses-
-ne, von ne-
-si bueno te ayudare-
después de eso la hija comenzó a retorsere más tratando de alejarse del señor From.
-mami alejame de este malo señor- la voz de la hija cambio de grave a su normalidad.
Enseguida la señora se aserco empujando al señor From a un lado que casi lo hizo caer, eso molesto señor.
-este señor me quiere hacer algo malo sácalo de aquí mami-