Parte 2

La princesa Yizeni era muy hermosa en todo el reino, ella era la envidia de todas las doncellas, aunque a ella no le importaba realmente su apariencia, ella se sentía feliz  que una persona la amara por su forma de ser y no por su apariencia, ella era hija única de aquel reino, haciendo que su padre le concediera cualquier cosa que ella deseara, pero ella nunca acepto todos estos lujos y poder que le brindaba su padre, ella prefería 
dar todo ese dinero al pueblo porque ellos necesitaban más ese dinero que ella, por eso se ganó el cariño de todo el pueblo, ya que ellos la consideraban uno más de ellos, por otro lado el príncipe Zach era el hijo mayor de 3 hijos del rey, aunque él era el heredero a la corona, era el menos querido por sus padres, él estaba obligado a ir a la guerra por el capricho de su padre, aunque él claramente no quería estar en aquella aterradora 
situación porque estaría lejos de su amada princesa. 
-Padre, aunque sea tu hijo, no iré a vuestra guerra, ya que a mí me corresponde ser tu sucesor en el trono y no en convertirme en otro caballero que tratas con tanto odio- el príncipe golpeo con gran fuerza la mesa, él era conocido por ser alguien paciente, amable y tranquilo, pero en ese momento era todo lo contrario. 
-No me importa si eres mi sucesor, tú eres mi hijo, sin importar que seas el mayor o el menor, tu vida me pertenece- aquel rey levanto la mirada y alzo la voz con un tono de agresividad, aunque la madre del príncipe siempre estaba del lado del rey, en esta ocasión intervino por primera vez en contra del rey.  
-Amado esposo, debe haber otra alternativa para que nuestro hijo no participe en esta guerra- dijo la reina entre lágrimas viendo fijamente al rey, él solo volteo a ver a la reina y salió de la habitación. 
Mientras uno de los reyes quería mandar a la guerra a su hijo para que hubiera paz en el reino, otro de los reyes quería reforzar amistades de los reinos para mantener el poder; -Padre porque tengo que casarme con el príncipe Carlerin- la princesa Yizeni golpeó con fuerza la mesa demostrando un gran enojo contra su padre.