—Señor Mitchell —dijo el padre Violet cuando el pelirrojo abrió la puerta de su casa.
—¿Ahora que Abraham? —preguntó algo molesto por la hora a la que había sido despertado.
—¿Está su hijo en casa?
—¿Blaze?
—No, Asher —Él asintió algo confundido, el sheriff miró a los agentes y estos entraron a la casa.
—¿Qué rayos sucede?
—Tu hijo es sospechoso de asesinato y secuestro. Tenemos una orden para arrestarlo y revisar tu casa.
—¿Se te soltó un tornillo o qué diablos Abraham? —pregunto casi a gritos al ver a los agentes entrar a su casa.
Los agentes fueron por Asher y lo sacaron de su habitación esposado. El chico no dijo ni una sola palabra cuando lo sacaron, a diferencia de su padre que no dejaba de pelear con el sheriff Turner y el agente Avery.
Al llegar a la estación bajaron a Asher del auto y su padre llegó junto a él, justo al entrar ambos Mitchell miraron al menor de la familia junto a Dominick y Christopher. Angus fue hacia su hijo menor mientras que el mayor era llevado a la sala de interrogatorios.
—¿Qué haces aqui Blaze? —preguntó tomándolo del brazo y alejándose un poco del dúo—. Te dije que no te quería cerca de ese chico.
—Yo acusé a Asher —respondió sin pensarlo mucho.
—¡¿Qué?! —Nick dio paso hacia enfrente dispuesto a defender al chico pero justo llegó uno de los agentes.
—Señor Mitchell —Era el agente Avery—. Necesito que me acompañe.
Realmente no lo ocupaba para algo pero tenía que separarlo de los adolescentes antes de que terminara mal.
—Mas te vale que cuando salga tu hermano ya estés lejos de estos dos —Advirtió dándole una mirada al dúo para después irse con el agente.
—Va a matarme —dijo viendo a su padre entrar a una de las habitaciones.
—¿Por decir la verdad? —preguntó Nick.
—Estaras bien Blaze —Chris se acercó a él poniendo su mano en el hombro del menor tratando de reconfortarlo un poco.
—Eso espero.
—¿Dónde está mi hijo? —pregunto al detenerse frente a la oficina del sheriff.
—Señor Mitchell no puede pasar al interrogatorio —dijo el agente Blackwood mientras revisaba las fotos de las cosas que los chicos les habían traído.
—¿Qué? ¿Por qué?
—Su hijo es mayor de edad, ya puede estar a solas en un interrogatorio.
—Llamaré a mi abogado.
—Su hijo no quiere un abogado.
—¡¿Qué?! No le hagan caso, no está pensando bien.
—Dijo que no tenía nada que ocultar, ¿piensa lo contrario? —La pregunta del agente hizo bufar al señor Mitchell—. Eso pense, esperelo aqui, no deberia tardar mucho.
Mientras el señor Mitchell se sentaba en las sillas que había frente a la oficina, el mayor de sus hijos estaba siendo interrogado por el agente Gray.
—¿Eres amigo de Violet?
—No.
—¿De Christopher?
—No.
—¿De alguno de los amigos de tu hermano?
—No.
—Bien, cuéntame sobre tus amigos Asher, ¿quiénes son?
—¿Para qué? Esto es sobre la hija del sheriff, ¿no?
—Así es, pero me gustaría saber con qué amigos pásate la noche del jueves, tengo entendido que no estuviste en tu casa.
—Estuve en el pueblo vecino.
—¿A qué hora regresaste a tu casa?
—A las 10.
—¿Hay alguien que pueda comprobar eso?
—Mi padre, me regañó por llegar tarde.
—¿Y dónde estuviste anoche?
—En donde mismo.
—¿En el pueblo vecino? —El pelirrojo asintió y Gray continuó—. Tu hermano dijo que te escucho hablar con alguien sobre una menor que no debían dejar salir, me podrias explicar eso por favor.
—Hablaba de mi novia.
—¿Tu novia? —preguntó mientras jugaba con la pluma entre sus dedos—. ¿Es menor de edad?
—Tiene 17 y si, nadie sabe de ella por eso Blaze no supo qué me refería a ella.
—¿Y porque no la podían dejar salir?
—Porque tendría una recaída —La mirada del agente Gray lo hizo explicarle la situación—. Es adicta y tengo días tratando que se desintoxique. No podíamos dejarla salir así o tendría una sobredosis otra vez. El jueves llegué tarde porque Steve, mi amigo, y yo la llevamos al hospital por una sobredosis, y ayer fui a verla en casa de Steve porque dijo que se estaba poniendo peor.
—¿Y sus padres? ¿Dónde estaban?
—No tiene.
—¿Es huerfana?
—Si, y su tía no hace nada por cuidarla.
—¿Me puedes decir su nombre?
—Thalia Miller —respondió y el agente solo dio una mirada al cristal tras él para que sus compañeros revisarán esos datos.
—Sabes, esos tres chicos de afuera están muy seguros de que tu tuviste algo que ver con la desaparición de Violet.
—¿Le puedo ser honesto?
—Eso espero.
—Deberían vigilar mejor a ese trío, son unos enfermos.
—¿A qué te refieres? —pregunto algo confundido pero interesado en las respuestas del joven.
—Los gustos que tiene no son normales, hace poco se creían detectives y se juntaban a ver fotos de personas muertas. No dudaría en que ellos secuestraron a su amiga por simple diversión.
—¿Crees que ellos la secuestraron?
—Los creo capaces —respondió de forma calmada.
—¿A tu hermano también? —preguntó el agente mientras que el pelirrojo asentía—. De acuerdo, ¿tienes algo más que quieras decir?
—¿Me puedo ir?
Ante la pregunta el agente Gray giró hacia el cristal y segundos después sonó el seguro que se le ponía a la sala, dejando salir al pelirrojo.
—Gracias.
Ni bien dio un paso fuera de la sala se topó con su padre y al abogado de su padre. Ambos comenzaron a preguntarle que cosas le habían preguntado y que había respondido, Asher solo rodo los ojos ante cada insistencia de su padre, aun cuando le repitio unas cinco veces que estaba bien y que no necesitaba un abogado.
Una de las oficiales llamó a Asher para que firmara unos papeles, mientras él iba hasta enfrente a hacer eso, los tres chicos que lo habían hecho que esté ahí lo miraban, uno confundido, uno decepcionado y uno con ira.
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slow burn, adolescentes siendo detectives, asesinatos y crimen
Editado: 21.07.2024