Bogota, Colombia
ANTONY
El tan esperado sábado había llegado y yo me levanto temprano, mis padres están ¿discutiendo? Si, escucho que se andan gritando así que salgo rápidamente de la cama y me dirijo a la cocina
"¿Se puede saber qué Está pasando aquí?" Entré sin dar aviso alguno "No tienen porqué estar discutiendo y menos delante del niño" estaba hablando más fuerte de lo que quería
"No tienes el más mínimo derecho de venir aquí a decir que hago o no, y mucho menos a hablar en ese tono jovencito" mi padre estaba furioso "ésto es una conversación de adultos, no estás invitado a ella" resopló soltando todo el aire que tenía
Andrey estaba cubierto de azúcar y el tarro estaba ahí al lado, y vi como mi papá empezaba a apretar los puños y a respirar muy agitado entonces fui por un vaso y lo llené de agua
"Quizá no tenga derecho, pero mi deber es protegerlos" le dije yo mientras le entregaba el agua "calmate, no voy a permitir que sigas así de furioso y alterado." Él empezaba a tranquilizarse y yo también "ve donde el amigo tuyo ese de las terapias y comentale, hoy fueron gritos y ¿mañana? Quien sabe" mi padre asintió y antes de salir abrazó muy fuerte a mi mamá
"Mamá, yo no vi nada pero..." fui interrumpido de inmediato por ella
"No, no me golpeó si es lo que vas a preguntar, no lo voy a permitir una vez más que me lastime o que los lastime a ustedes" corri a abrazarla y luego a recoger el desastre causado por Andrey
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Debía salir temprano porque iba a comprar un detalle para Leila y yo no quería que lo viera Hasta que estuvieramos en la cafetería. Cuando llegué al almacén, lo primero que encontré fue un cojin en forma de corazón y con letras cursivas decía "¿quieres ser mi novia? Y entonces supe que ese sería el mejor regalo. Luego de hacer algunas cosas, me dirijo a donde nos veríamos con ella.
"Hola preciosa" le di un beso en la mejilla mientras yo miraba para todos lados
"Mi papá no está aquí hoy" estallé en risas al verme atrapado y alcé las manos en signo de paz "¿Cómo estás?" Era un ángel, ya lo sabía yo
"Bien, ¿y tú?" Le tomé la mano "¿que te parece si vamos a caminar?" Ella se veía muy feliz y así nos dirigimos a la cafetería, la chica que nos atendió me dio un guiño
"¿En el contrato dice que también debes coquetearle a los clientes?" ¡wow! Echaba chispas. La chica salió corriendo para traer nuestra orden
"¡vaya que si te ves hermosa cuando estás celosa!" Le digo mientras intento que se calme
"Eres un chico apuesto" agachó rápidamente el rostro "pero no pueden venir a coquetear si ven que estas con una chica" resoplo y puedo ver que Está enojada
"Va a ser un gran dia" le dije para que se calmara. Nuestra orden llegó y yo le di un guiño, era la señal para la entrega
"Ah claro, ¿vas a coquetear con otras mientras estoy presente?" Alcanzó a pillarme "tomaré el capuchino porque ya lo trajeron y me iré" si giró un poco sobre la silla mirando a lo lejos. Quien nos atendió llegó luego con una bolsa de regalo y me la entregó
"Aquí está el motivo de tus celos" le tomé una mano "tu papá te dio un regalo de cumpleaños atrasado, y yo quise darte uno también" ella no me miró ni nada "vamos, recibelo" lo tomócomo si fuera algo sin importancia
"No vas a comprarme con algo así" había abierto la bolsa pero la cerró de nuevo
"No estábamos coqueteando, ¡lo juro!" ¿Qué? Ahora le juraba "el regalo lo había comprado temprano porque quería que fuera perfecto" sus ojos brillaron una vez más "aunque admito que no esperaba te pusieras tan celosa" soltó una medio sonrisa
"Entonces ¿no hay motivos Para devolverte el regalo?" Negué con la cabeza y ella abrió la bolsa, "¡SI! ¡ANTO SI!" Pegó un grito que me sacó de mis pensamientos inmediatamente y ella estalla en risas "Anto, acepto ser tu novia" ella era feliz, esos ojitos brillaban demasiado y yo no estaba mejor pues mi corazón latía muy rápido y la sonrisa ya no me cabía en el rostro.
Salimos de la cafetería y nos fuimos caminando, hablando de nosotros y de lo feliz que estábamos juntos, le dije que quería llevarla a casa para que conociera a mis padres y ella era feliz así que saldríamos mañana. Me besó, ¡me besó! Y yo estaba perdido, no tenía ni idea de donde me encontraba sólo sabía que era culpa del universo que se encontraba no sus ojos.
Le conté a mis papás cuando llegué a casa y después de la cena fuimos a descansar, estando en la cama envié un mensaje para ella
Yo: "Gracias por tan maravillosa tarde que pasamos juntos, gracias porque ahora no creo poder ocultar la felicidad que siento. Te quiero"
Preciosa Leila: "Anto, soy la mujer más feliz del mundo, y no sabes cuanto esperaba que me pidieras ser tu novia. Te quiero mi Anto"
¿su Anto? Esa mujer me traía loco
Yo: "Soy tan tuyo como tu eres mía, mi niña. Tan tuyo como es mio ese universo infinito que encuentro en tus ojos. Parecen un sol cuando estás enojada, parece desierto si estas muy en calma, pero cuando brillan, ¡Dios! Es el firmamento más estrellado que haya visto alguna vez en la vida"
Se lo había dicho, no podría ocultarlo un minuto más
Preciosa Leila: "Tus ojos son luceros, me han hechizado desde el primer día que te vi, no bastará un sólo día de mi vida para recordarte cuanto te quiero"
Y así terminamos la noche como siempre, pero hoy había sido diferente, tendría en mi mente no un beso imaginario sino un beso real que no me dejaría en paz.
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Ayer estaba lloviendo mucho y el Internet se murió durante varias horas, pero aquí tienen el capitulo que quizá muchos querían.