Mejor juntos:
La almohada está caliente. Restriego mi cara en la almohada. Siento una punzada en mi estómago. Duele.
Una mano acariciaba mi cabeza.
Abrí mis ojos conmocionada, miré a Jack estaba un poco serio. Yo estaba acostada sobre su pecho. Me levanté lentamente, froté mis ojos.
<< Buenos días.>>
<< Buenos días, dormilona>>
<< Tu madre es encantadora.>>
Abrí mis ojos como platos y lo miré.
<< Te cuento luego, rubia.>> << ¿Cómo va tu estómago?>>
<< Duele un poco>> <<Pero tenemos problemas>>
<< Lo sé>>
Me levanté, sacudí mi cabello y suspiré. Me senté en el piso y empecé a hacer mis calentamientos diarios, pero, mi estómago me empezó a doler más.
Jack se levantó de mi cama y se sacudió completamente. Nos miramos y sonreímos.
<< ¿Qué haces?>> Pensamos al unísono y reímos, pero, inmediatamente nos callamos. Por el miedo a que alguien nos escuchara.
<< Me voy a duchar.>>
Me levanté y fuí al baño.
<< Bañate con agua tibia. Ayudará a tu herida.>>
<< Busca algo de ropa>>
Cerré la conexión con Jack y me bañé con agua tibia. Aclaré mis ideas… Absolutamente era necesario.
Me tardé como quince minutos. Salí del baño y Jack tenía dos atuendos sobre mi cama. Uno de jeans claros, camiseta blanca, una chaqueta de jean y unos botines de tacón. Y el otro vestuario era unos jeans rasgados y una camiseta negra.
Miré a Jack quien estaba viendo a la pared. Entendí rápidamente para que era. Me vestí únicamente con mi ropa interior.
<< ¿Lista para el vendaje?>>
<< Si>>
Nos acercamos y el comenzó a hacerme el vendaje hábilmente.
<< Anoche tu madre dijo que deberías estar hoy después de la escuela en la casa de Emily para cuidar a sus hijos>>
Puse los ojos en blanco. Jack terminó el vendado y se fue a duchar… yo mientras me vestía con la ropa que él eligió para mí. Me quedaba bien. Con la camiseta no sé notaba el vendado. Dejé mi cabello suelto para que se secara.
<< Jack voy a bajar quédate aquí, ya regreso>>
<< Lo que digas>>
Abrí la puerta y bajé las escaleras corriendo. Estaba muy molesta. Llegué a la cocina y ví a una mujer regordeta, cabello castaño oscuro, bailando al ritmo de música imaginaria. Era mi madre, la dueña de un restaurante y la mesera principal.
— Buenos días, Joyce— dije firmemente. Ella volteó a verme— Hoy un amigo vendrá por mí, no iré con Bill.
Mi madre abrió la boca para protestar
— No es tu decisión, es mía. Y si, en la tarde cuidaré a los hijos de Emily. Ten feliz día
Me fuí ante de que pudiera responder mientras subía las escaleras, tropecé con mi hermanastro.
— Buenos días, Bill. Hoy me iré sola— dije y subí a mi habitación sin más distracciones.
Cerré la puerta de un golpe y le pasé el seguro.
Miré a Jack, ya vestido. Sonreí.
<< Te invitaré un desayuno. Ahora sal por la ventana y toca la puerta>>
<< Eres muy mandona>>
<< Lo sé, ahora, vete>>
El chico me guiñó un ojo y salió por la ventana. Y yo esperé a escuchar el timbre, cuando esté sonó yo bajé corriendo. Nadie había abierto la puerta como de costumbre.
Abrí la puerta y miré al chico. Sonreí y salí de la casa. Caminamos unas tres cuadras en silencio y empezamos a reír, recordando lo de hoy y anoche. Curiosamente hay cosas que no recuerdo, pero a veces mientras recuerdo siento que los recuerdos no son míos.
— Oye, rubia, vamos a mi casa a buscar mi maleta. Queda cerca.— dijo el chico mientras empezaba a correr.
Yo le intenté seguir ,pero, por la herida de la noche, paré rápidamente por el dolor.
Jack paró de correr y espero a que yo lo alcanzara.
El chico llevó mi maleta. Caminamos y hablamos un rato, pero, ninguno quería hablar del tema del vínculo que estábamos desarrollando. Ambos lo sabíamos pero no queríamos hablar de ello. Teníamos el único sentimiento genuino, el miedo.
Jack paró en seco. Miré la casa, era común. El chico abrió la puerta de la casa. Su madre gritó.
— ¡JACK KELLY LEWSER RANCER! ¡¿DÓNDE TE HABÍAS METIDO?!— su voz era chillona pero en cuanto me vió cambio el tono — Buenos días, querida, ¿Tú eres? — dijo amablemente.
— Maddie Parker, un placer conocerle Sra. Lew. — dije educadamente.
— El placer es todo mío. — dijo con una inmensa sonrisa.
— Señora Lew, disculpe por lo que hizo su hijo fue todo mi culpa. Lo hice ir a mi casa— dije fingiendo tristeza.
— ¡Oh! Bueno, pero, la próxima vez avísame. Si tienes que ir a ver a tu novia.
Jack se puso rojo al igual que yo.
— ¡Mamá! ¡Ella no es mi novia!— dijo Jack avergonzado. — Llegó a la escuela ayer, y nos tocó juntos en unas materias, eso es todo.
<< A excepción de este maldito vinculo con el cual podemos leer nuestras mentes y saber cómo se siente el otro>>
Sonreí ante el comentario mental de Jack.
— Les haré de comer entonces— dijo su madre y se fue.— Maddie, ve a la sala y siéntate.
Asentí con la cabeza y fuí a la sala, me senté en el piso.
<< Iré a buscar mi mochila>>
<< Por eso estamos aquí>>
Una niña de diez años con las mismas características de Jack aparece en la sala. La niña está en pijama, pero, me observa.
— Tienes lindos ojos— dijo la niña— Mi nombre es Tati, ¿el tuyo cuál es?
— Maddie y gracias.
— Deberías ser modelo. Tienes estilo, físico y un nombre.
— Maddie, ya nos vamos.
El chico me tomó del brazo y me llevó afuera de su casa. Sin tiempo de despedirme.
Ambos caminábamos rápido
<< Tu madre es un encanto>>
<< Lo sé pero a veces es asfixiante>>