Capítulo siete
Sono mi alarma a las 7:00 am, la Universidad empieza a las 8:00 am, pero quiero lucir bien en mi primer día, estaba acostada en mi cama y si pensarlo mucho me levanté frotando mis ojos marrones. Me dirigí a la cocina para hacerme algo de desayunar, ayer en el supermercado compre waffles, más práctico y rápido para hacer, puse un sartén al fuego, les heche un poco de numar y en un momento ya estaban listos. Los heche en un plato y procedí a comerlos, claro esto no sabe rico sin miel de maple canadiense, mientras comía revise mi teléfono, vi que tenía un 10% de batería, no me importó, lo cargaría en el auto
Vi que tenía varias notificaciones, actualizaciones de libros, ya que me encanta leer, y un mensaje de mi padre, él siempre ha sido un amor conmigo, claro es mi padre, pero él y mamá son tan distintos, y no la culpó, le heche a perder la vida para siempre, me metí al mensaje de papá y mis ojos se en cristalizaron al leer el mensaje
Papá: Hija, aún recuerdo cuando eras una niña, te cargaba en mis brazos, eras tan chiquita y ahora ni te puedo cargar. Mi niña ya vas a la Universidad, quiero desearte muchos éxitos en tu primer día eres buenísima en el estudio, esperó que te vaya de lo mejor, te ama con mucho amor tu padre.
No decía nada malo, pero me daba nostalgia que ya no estuviera aquí para darle un fuerte abrazo, amaba a mi padre con todo mi corazón.
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Después de terminar de desayunar, me levanté de la mesa para correr directo a mi baño, eran las 7:30 am y yo me distraje con mi celular. Subí hasta mi habitación, me metí a bañar y en un momento ya estaba aseada, no había alistado mi ropa aún, así que al salir del baño me tocó alistarla, hoy era un día caluroso, pero no tanto, además que la universidad tiene aire acondicionado en cada pasillo y en cada aula, como no iba a estar todo el día en la universidad, decidí poner una camiseta suelta color azul marino de mangas cortas, un short negro con un poco de rotos, unas tenis doradas y con mi cabello, ya no tenía tiempo de secarlo, ni alisarlo, así que nada más le pase crema, spray, le hice una carrera a un lado de mi cabeza y me llevé un pañuelo de color rojo por si el pelo me estorbaba, dicho eso tomé mi bulto de color azul, heche mis libros, cuadernos, cartuchera, mi cargador, crema hidratante, mi pañuelo, mi teléfono, un bálsamo para los labios y unos 300 dólares, primero muerta que sencilla, me reí al pensar todo lo que había echado, tomé las llaves de coche y corrí hacia el primer piso para irme ya, la universidad quedaba a diez minutos de mi departamento en auto y eran las 7:39 am.
Salí de mi departamento y cómo ayer no pude meter mi coche a la cochera, estaba en el patio y se me hizo más sencillo, al estar en mi auto, sentía que algo se me había olvidado, ¡Mierda! Exclamé cuando recordé que no me había tomado la pastilla que el doctor me recetó ayer, no podía no tomarme la pastilla, así que baje de mi auto, abrí la puerta de mi departamento, llene una botella de agua, fui por mis pastillas y me metí de nuevo al coche.
Estando allí, saqué una del frasco y la tomé, metí las pastillas en mi bulto, envueltas en mi pañuelo rojo para que no se vieran, prendí el auto para irme a la universidad, eran las 7:43 am así que tenía tiempo, al ver las carreteras y edificios note que acá todo era más diferente que en California, así que me costaría acostumbrarme.
Al llegar a la universidad estacione mi auto y al bajar y tomar mis cosas, vi que estaba llegando el auto Discovery que tanto he visto, casi me desmayo cuando vi quien salía. ¡Ay madrecita santa! Dije cuando vi a Noah Williams bajando del increíble Discovery, venía con una camisa negra, jeans de mezclilla, unas tenis negras y una chaqueta de cuero, se le veía muy bien, dije dejando volar mi imaginación, mi teléfono vibro sacándome de mis pensamientos, era Chloe
Chloe: Hey, nos toca en el primero B con el grupo B-188 así que corre porque escuché que esté profesor pasa lista más temprano que de lo normal
Yo: Llendo
Ya sabíamos que quedaríamos juntas, es algo que investigamos el primer día antes de entrar aquí, alcé mi mirada de nuevo a Noah Williams y noté que ya no estaba, ¿Pero qué mierdas? ¿A ti que te importa Sophia? Dicho esto sin importar que, corrí por la acera para llegar a la entrada de la universidad, al entrar recorder lo enorme que era, busque el primero B hasta que lo encontré, entre aún el profesor no había llegado, vi a Chloe y me había guardado un asiento junto a ella, caminé hacia ella y me senté
- - Oye Chloe ¿Viste que...?
- - Sophia mira quién está en nuestra universidad y le toca con nosotras, dijo ella cortando mi pregunta
- - De eso de quería hablar, le dije mirando a quien entraba.
- Era Noah Williams y no llevaba ni cinco minutos aquí, cuando ya era súper famoso y admirado por las chicas, lo cuál no me sorprende porque desde la secundaria era súper admirado, volví a ver Chloe y me pareció ver un poco de baba en las comisuras de sus labios, yo lo veía y si era guapo, pero no me permitia ver cómo algo más a un chico, esa regla me la puse yo, claro como un amigo sí
- Pensando esto y viendo cómo todos admiraban y chicas babeando por Noah Williams, entró el profesor
- - Buenos días estudiantes, me llamo Ramón, pero ustedes me pueden decir Profe o profesor Ramón, seré su profesor de Ciencias, dijo él escribiendo su nombre y materia en la pizarra.
- Chloe y yo tratamos de no reirnos del nombre del profesor, no sólo por el nombre sí no también por su aspecto, tenía un bigote enrollado por los lados y unos lentes enormes y redondos, con tanto aumento que sus ojos crecían con ellos, al igual que mis ganas de reír
- - Bueno chicos iré señalando a cada uno de ustedes se levantan dan nombre, apellido, de donde vienen, edad y para que están aquí, dijo el profesor
- Mientras mis compañeros iban pasando, voltee mi cabeza al asiento de Noah Williams y había visto que ni me ha notado, aunque no creo que sepa quién soy, cuando yo tenía seis años y él siete fue la primera y última vez que hablamos.
- Llegó el turno de él para presentarse, se levanto y hablo
- - Soy Noah Williams, vengo de Chicago, tengo dieciocho años y estoy aquí, para, no lo sé, supongo que como todos, ser "alguien" en la vida, dijo él poniendo el alguien entre comillas
- Al haber hecho eso todo mi interés que no existía, murieron, llegó el turno de Chloe
- - Soy Chloe Johnson, vengo de Chicago, tengo diecisiete años y estoy aquí para llegar a ser alguien en la vida, lo dijo con mucho orgullo
- Llegó mi turno me levanté y respondí
- - Soy Sophia Jones, vengo de Chicago, tengo diecisiete años y vengo aquí para ser alguien en la vida, respondí agachando la cabeza, sabiendo que eso último era mentira
- Cuando me sentí, vi por el rabillo del ojo una mirada me estaba analizando muy detalladamente, volteé hacia atrás y vi que era Noah Williams mirándome con sonrisa traviesa, lo cual no me sorprende porque es un completo patán
- - Oye amiga, parece que le gustas a alguien, dijo Chloe codeandome
- - Ah ya, pues me da lo mismo, le dije mirando al profesor explicar lo que sería nuestro primer año universitario bla bla bla
- Después de una hora de martirio, tocaron para receso, guarde mis cosas en mi bulto y Chloe no me espero, debía de ir con su príncipe azul, así que me heche la mochila al hombro y saliendo una mano me detuvo
- - ¿Tus padres no te enseñaron que es de mala educación ver tan fijamente a alguien mientras hace sus cosas? Dijo Noah Williams mirándome y sonriéndome
- Supe que se refería al día que lo mire desde mi balcón mientras corría, pensé que no me había visto
- - ¿De qué hablas Williams? Dije sabiendo totalmente de lo que hablaba, nada más que ahorita estaba trágame tierra y escupeme en Marte, de la vergüenza que tenía
- - ¿Ahora no sabés de lo que hablo Jones? Dijo él riendo
- - ¿Sabés, no tengo tiempo para ésto, debo de ir a almorzar, adiós? Le dije moviendo mi mano y dándome la vuelta
- Después de a ver dejado a Noah Williams, decidí enviarle un mensaje a Chloe para ver dónde estaba
- Yo: Hey Chloe, dónde estás?
- Chloe: estoy en la cafetería de la universidad, queda por el laboratorio de química.
- No respondí para llegar más rápido moría de hambre, caminé hacia el laboratorio de química y vi que por detrás en la zona verde había una cafetería, bajé las escaleras y caminé hacia ella. Cuando llegué me adentre y vi a Chloe con 4 personas más, me acerque y me senté a la par de Chloe
- - Hola amiga, quiero presentarte, ellos son Nicolás, Emily, Lily y Liam, dijo ella mientras me veía poner mi bolso en el suelo
- Nada más los saludé y ellos a mí, el príncipe azul de Chloe no estaba tan mal después de todo, pero pude notar que, Emily era un tanto distraída y alocada, en cambió Lily era lo contrario, era tímida y súper estudiosa y en tanto Liam de inmediato note que era gay y sip era gay
- - Oigan chicos acabó de llamar a mi hermano para que lo conozcan, dijo Nicolás mirándonos
- - Síii, le respondió Chloe siendo una completa mielosa
- - Bueno chicos iré por algo de comer, dije mientras Lily, Emily y Liam venían tras de mí, para dejar a los tórtolos solos
- - Oye ¿Cuanto llevás siendo amiga de Chloe? Me pregunto Emily curiosa
- - Estamos juntas desde que teníamos un mes de haber nacido, verás nuestras madres son mejores amigas antes de que se usarán los teléfonos y nos criaron juntas y desde entonces hemos sido inseparables, le respondí con una sonrisa
- - Awwww, respondieron Emily, Lily y Liam
- Nos atendieron me pedí una coca cola cero y un emparedado de pollo, mientras yo ya tenía mi almuerzo espere a los nuevos chicos de la pandilla, mientras veía a Chloe y a Nicolás tratarse como si alguno de los fuera a morir el día de mañana y hoy fuese el último día que se verían, me dio nostalgia recordar todo mi pasado. Minutos después los chicos ya tenían su almuerzo nos dirigimos a la mesa en la que estaban los tortolitos
- - Hey chicos que dicha que llegaron, quería presentarles a mi hermano él es William, dijo Nicolás
- - Oh que mala suerte me tengo, pensé mientras me sentaba para no caerme
- - Es un placer, dijo William saludándonos
- - Hola, le respondí con molestia
- - Hola, parece que el destino quiere que estemos cerca, dijo el guiñandome un ojo
- - Nunca había estado tan en desacuerdo con el destino, le dije con una sonrisa irónica
- El ambiente se volvió tan tenso que solo me quedó empezar a comer mi emparedado mientras sabía que William me estaba viendo fijamente, vi que Noah Williams en la puerta de la cafetería, parece que estaba buscando a alguien, no dejaba de ver a un lado a otro. Me le quede viendo cuando vi que se sentó con una porrista, la saludo con un beso en la mejilla pero ella lo sostuvo y se lo dio en los labios, él ni se inmutó, más bien parecía disfrutarlo. Qué asco dije mientras dejaba de comer mi emparedado
- - Oigan, ¿Cómo ustedes dos son hermanos si Nicolás es blanco y tú William de piel oscura? Pregunté realmente curiosa
- - Es fácil, somos hijos de diferente padre, el de William es Smith y el mío Brown, dijo Nicolás con obviedad
- - Tiene sentido, respondí riéndome por lo estúpida que fue mi pregunta
- Después de que todos acabáramos de comer, decidimos irnos, ya casi iniciaba la clase de español y debíamos llegar temprano, mientras íbamos camino a la puerta por curiosidad volví a ver a la dirección en la que estaba Noah Williams, lo miré y me guiño un ojo, alcé una ceja molesta y él solo de rio
- - Ish, amiga parece que le gustas a Noah Williams, dijo Liam mientras me miraba y codeaba
- - ¿Lo conoces? Le pregunté mientras salíamos de la cafetería
- - Claro todos lo conocen, ya es súper popular, respondió él encogiéndose de hombros
- Eso es cierto, no llevaba ni un día aquí y ya todos hablaban de Noah Williams.
- Estábamos en la puerta del salón cuándo William se despidió de todos, ya que él era de tercero, conmigo fue algo distinto
- - Hasta luego Sofi, me dijo él guiñandome y besando mi mejilla, abrí mis ojos como platos por ese beso, no me gustó, no sentí nada, pero me molestó
- - Adiós le respondí malhumorada y rodando los ojos
- Estábamos esperando a la profesora cuando enviaron un mensaje al chat de la universidad avisando que no iba a ver más clases a partir de esté momento, dicho esto me despedí de los chicos
- - Adiós amigos, les dije tomando mi mochila
- - ¿Ya te vas Sofi? Me pregunto Emily
- - Sí quiero descansar, le respondí
- Claro, como si hubiera sido un día agotador, la verdad sólo me quería ir a mi departamento. Después de un largo rato, me dejaron irme, bajé corriendo las escaleras para llegar rápido a mi coche cuando escuché a alguien pronunciar mi apellido de lejos
- - Oye Jones ¿Ya te vas? Dijo Noah Williams mientras me daba la vuelta
- - ¿Y eso a tí qué? Le pregunté cruzada de brazos
- - Oye tranquila, sólo quería saber si ya te ibas, no es para que te enojes, me dijo alzando los brazos
- - Pues sí, ya me voy, le dije en un tono más calmado
- - Quería invitarte a tomar algo ¿Vienes?, Me pregunto él mirándome
- La verdad no perdía nada necesitaba salir, pero lo que salió de mi boca fue
- - No gracias, no salgo con cretinos, le dije sacando las llaves de mi auto
- - ¿Y tú cómo sabes que soy un cretino? Me pregunto él
- - Sencillo te besas con todas y no andas con ninguna, le dije un una sonrisa falsa
- - Vaya eso suena horrible e hiriente, respondió él
- - La verdad duele Williams, le dije retirándome sin esperar respuesta
- Me dirigí a mi Mercedes Benz blanco, moría por llegar a casa, mañana era 6 de agosto y no quería salir, por suerte no iba a ver Universidad dentro de 2 meses por fumigación, parece que hubo una plaga de ratas, mientras conducía a casa, pensaba en lo azules que eran los ojos de Noah, eran más azules de lo que pensaba, mire por mi retrovisor y miré que el auto Discovery de Noah me venía siguiendo, acelere para llegar primero y no tener que hablarle, llegué a casa y vi que él paro en la suya ¡Amén! Exclamé, metí mi auto a la cochera y saqué las llaves de mi departamento
- -¿Sabés que te pueden hacer una multa por conducir a tan alta velocidad? Me pregunto Noah mientras me volteaba
- - Dios Santo eres como una plaga Williams, ¿Qué carajos quieres? Le pregunté abriendo la puerta de mi departamento
- - tranquila Jones, solo quería decirte eso
- - Bueno, ya me lo dijiste ahora de puedes largar a tu casa, le dije cerrando la puerta de mi departamento sin esperar su respuesta
- Había tenido un día bastante raro, Noah Williams me hablaba, William era hermano del novio de Chloe, tenía amigos nuevos, necesitaba hablar con mis hermanos, así que videollame a mi hermano Riley, en la llamada estaban Isaac, Zaiid, Matteo, Zair y Riley
- - Hola hermana, Cómo vas? Me pregunto Isaac
- - Todo bien nada más que hoy tuve un día bastante extraño mucho la verdad
- - Ah sí? Qué pasó? Me pregunto mi hermano Zaiid
- - Noah Williams viene a mi universidad, vive a tres casas de la mía, un chico no me deja de acosar y es hermano del novio de Chloe, hice amigos nuevos y el chico es gay y...
- - Wow, wow, wow, hermana para, tranquilízate, me dijo Zaiid
- - Sophia, alejate de Noah Williams, me dijo en voz alta mi hermano Riley
- - Por qué? Le pregunté
- Ya sabía porque
- - Hermana él es un completo idiota, sólo te lastimara y no quiero que te lastimen más hermana por favor, aléjate de él, me pidió mi hermano Riley en tono de súplica
- - Está en el mismo salón que yo, pero tranquilo, de una amistad no va a pasar, me jure no volver a amar a nadie y así será, y Noah Williams no será la excepción
- Estaba tan equivocada al decir eso
- ***
- Terminé de hablar por llamada con mis hermanos y me fui a bañar estaba tan cansada que el cuerpo me pesaba, me puse mi pijama y salí un momento a mi balcón mientras estaba allí, pensaba en lo extraño que era Noah Williams, en su mirada notaba dulzura, yo no sólo veía el chico patán y cretino que todos decían que era, incluyendo a mi hermano Riley, me gustaría saber más sobre él sería un gran amigo, no tenía ganas de tener otra relación con alguien, mucho menos con alguien que tiene tan mala fama, yo veo más en él, pero eso no quiere decir que deje de estar con cada chica que se le ponga enfrenté. Cerré la puerta de mi balcón mientras me dirigía a mi buró para tomarme mis pastillas, escuché que algo se deslizó por la puerta de mi departamento, bajé y eran unos sobres blancos, los abrí y vi que eran más recetas que me había mandando el doctor, con ellas no debía de pagar tanto, subí a mi habitación y las guarde en la caja que tengo en la última gaveta de mi buró, me acosté en mi cama y rápidamente me quedé dormida