El Violinista

Capitulo 4

Y ¿tu eres?

- I see those tears in your eyes, I feel so helpless inside, Oh love, there's no need to hide – canto mientras enjabono mi cuerpo, si canto en la ducha. Vamos quien no lo hace. Después de una ducha al son de Alan Walker me visto con unos shorts blancos y una camiseta negra simple y unos vans negros me acerco a el espejo de la habitación y me maquillo un poco solo rubor y lipstick tomo mi celular y la mochila pequeña del sillón donde los deje. Hoy tengo planeado buscar una linda casa y tal vez visitar un poco la ciudad.

Bajo al comedor del hotel, tomo un café y salgo camino por las calles de Washington, saco de mi mochila la cámara que tengo guardada tomando fotos de las calles y las personas, hasta que llego a una parada de autobuses en donde veo un anuncio de residencias de esos que dicen “se buscan compañeros de cuarto para pagar la renta y poder gastar tu dinero sin culpa alguna” de acuerdo no exactamente así pero todos sabemos que buscan los que rentan cuartos.

Tomo un papelito con el número de teléfono y sigo caminando hasta que llego al centro de la ciudad miro a mi alrededor avistando los edificios gubernamentales entre ellos la gran casa del senado, la oficina ejecutiva de Eisenhower busco una banca para sentarme y saco mi teléfono junto con los audífonos escojo una canción y me pierdo en el coro

Después de mi visita al centro de la ciudad decidí volver al hotel para cambiarme y salir a un bar en la noche.

Tomo el vestido azul pastel del pequeño ropero voy al baño lavo mi cara y mis dientes para después ponerme el vestido y unas zapatillas blancas tomo una  pequeña bolsa de mano color hueso y por ultimo cepillo mi cabello dejándolo suelto tomo las llaves y bajo a recepción encontrándome con la recepcionista quien se encuentra atendiendo al que parece ser una joven enojada –seguramente por algo insignificante como que, por que no hay spa u algo parecido-.

Camino a la salida cruzo las puertas, en donde la calle me recibe con el viento frio en mi cara cruzo mis brazos para intentar  captar algo de calor continuo mi camino buscando algún restaurante o bar que me llame la atención hasta que mirada se encuentra con un pequeño edificio donde hay un bar, las luces iluminan por dentro el lugar dándole ese ambiente de fiesta decido entrar a este.

La música entra por mis oídos recorriendo cada parte de mi cuerpo hasta mis pies me encamino a la barra para pedir una bebida

-buenas noches que le puedo ofrecer-dice el bar tender

-uhm si me da margarita por favor-

-enseguida- dice mientras yo me acomodo en uno de las sillas que se encuentran enfrente de la barra volteo a ver a las personas alrededor mío    todos son jóvenes algunos lo suficientemente ebrios como para ponerse a bailar u como se le diga a menear las caderas arriba y abajo y otros comiéndose la boca en los rincones y al parecer una parejita estaba a punto de hacer eso pero creo que la chica se le fueron las ganas tan asi que le paso a dar una buen recuerdo al chico con una marca en su mejilla sigo observando todo con mi margarita en mi mano hasta que siento las manos de alguien en mis caderas haciendo que me voltee inmediatamente para ver quién es.

Es un hombre por lo menos tres años mayor que yo, su cabello es negro, sus ojos son de un tono azul su piel es clara y tiene una sonrisa bastante maniaca a mi parecer.

-Hola pequeña-dice mientras enrolla más sus manos a mi cadera esto ya no es normal.

-oye por favor quita tus manos de mi cadera-digo mientras intento alejar sus grandes manos de mi cadera pero el aumenta su el agarre de sus manos.

-hay vamos que tal si nos vamos a otro lado y nos divertimos-comienza a acercar mi cuerpo al suyo

-no gracias- le respondo el comienza a levantarme de la silla pegando aún más su cuerpo y el mío

-suélteme-digo mientras quito una mano de mi cuerpo

-vamos muñeca te aseguro que te vas a divertir- con la mano libre cubre mi boca para que siga hablando intento zafarme del agarre de su mano pero es ligeramente más fuerte que yo.

Logra sacarme del bar y como no si me tomo como un saco de papas me lleva hasta el callejón que hay a un lado de otro edifico que esta junto al bar me suelta y yo grito pidiendo ayuda hasta que el hombre me da un golpe fuerte en la cabeza haciendo que caiga al suelo, veo todo borroso, y este es el momento en donde ves todo lo que has hecho en tu vida la malo y lo bueno morí…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

De acuerdo no, hay madre de dios que hasta en los momentos más inoportunos digo babosadas escucho la hebilla del cinturón del hombre desabrocharse pero me levanto lentamente sujetándome del piso como apoyo veo al hombre de pie ante mi toco un poco mi cabeza fijándome en la sangre que hay en ella pero no, no y no. Digo no entrene ni mucho menos entre a clases de defensa personal como para que un tipejo me viole en un estúpido callejón.

Quito cuidadosamente mis zapatillas levantándome lo más despacio que puedo porque aun siento dolor en mi espada y cabeza. Me acerco lentamente al hombre.




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