EL VISITANTE

Acabo de despertar, son las dos de la mañana, o al menos eso marca mi teléfono celular, la forma en que desperté fue completamente extraña, no recuerdo que soñaba, no recuerdo cómo es que desperté, solo abrí los ojos y se esfumo el sueño, todo está oscuro, el teléfono celular lo pude tomar por inercia, llevo más de diez años durmiendo en la misma habitación de la misma manera acomodada que realmente puedo saber cómo utilizar cada cosa de mi buro con los ojos cerrados, la oscuridad que se siente ahora es similar a eso, al encender mi teléfono celular mis ojos comenzaron a sentir una pequeña irritación como cuando dejas de parpadear por varios minutos, al mismo tiempo eso alumbro un poco pero al quedar viendo la pantalla, el entorno se oscureció aún más, no había ninguna alerta ni llamada, no hay motivo por el cual despertar tan abruptamente, el problema ahora será conciliar el sueño nuevamente, me giro hacia la pared para poder conciliarlo pero nada, solo siento hormigueo por mi nuca, mis ojos no se mueven, supongo que si los pudiese ver estarían dilatados e inmóviles, me giro en este momento de modo que pueda quedar boca abajo en la cama, con la cara recargada en la almohada, la quijada queda ahí y por un instante puedo cerrar los ojos, y el sueño parece que aunque lejano, va llegando poco a poco, quizá era la posición en que trataba de dormir porque parece que está funcionando. Al intentar dormir siento una mirada, es absurdo, lo sé, no se puede sentir una mirada pero cuando se está en completa soledad pareciese que una pequeña voz es susurrada en un oído interno que hace girar la cabeza de inmediato o al menos da la sensación de hacerlo, me ha sucedido en otras veces pero no siempre he tenido el valor de voltear a ver, ahora siento lo mismo, es como si alguien estuviese tras de mí, viéndome desde arriba de mi cama o parado a un costado, como si para poder verme tuviese que inclinar la vista hacia abajo, el sueño volvió a irse pero mis ojos siguen cerrados, la noche es tan oscura que posiblemente aunque los abriera no vería nada, pero me da un pavor enorme pensar en abrirlos y tener una cara horrible con colmillos enormes apunto de comerme directamente el rostro, así que lo único que puedo hacer poco a poco es ir jalando las sabanas y el cobertor hasta que pueda cubrir mi cabeza y me deje permanecer debajo, la sensación de tener a alguien tras de mi aun observándome sigue y en aumento, como si esa persona que esta tras de mí se inclinara más para poder verme más de cerca, el hormigueo y la piel erizada invaden todo mi cuerpo, pero ya estoy dentro del cobertor y lo único que puedo hacer hasta ahora es ponerme en posición fetal y esperar a que se vaya o a que desaparezca esa sensación, así pasaron dos padres nuestros y un credo completos hasta que pude conciliar el sueño, todo lo que pude soñar es una habitación, creo, tal cual la mía en estos momentos, negra completamente pero no sé si permanecí ahí dos, tres horas o minutos, lo desconozco, solo estoy en ese lugar completamente negro y vacío, bien podía ser una habitación o un lugar aislado de todo el universo, la calma es colosal pero la ansiedad que provoca no ver nada es aún mayor, nuevamente y sin aviso previo volví a abrir los ojos.

Esta helado, es el piso de mi habitación, no estoy en cama, estoy en el piso de mi habitación, los mosaicos fríos están tocando mis muslos, estoy en el centro de mi habitación en completa oscuridad, tendría que levantarme y dar unos cuatro o cinco pasos hasta el buró, sé que estoy en el centro porque justo en el centro no hay nada, y a tientas a todo mi rededor no logro sentir ni percibir nada en absoluto, esta helado no solo el piso, la habitación completa y hace que mi piel se erice, aunque gritase nadie podría escucharme pues vivo sola en un departamento en un quinto piso donde el tercer y cuarto piso que se encuentran debajo de mí departamento no están habitados por el momento.

Se escucha movimientos que vienen de la esquina de mi habitación, gire mi cabeza pero no puedo ver nada, todo es negro, no se escucha nada en el exterior, en el interior de mi habitación solo se escuchan esos pequeños sonidos similares a los que hacemos al buscarnos algo en los bolsillos del pantalón, nuevamente esa sensación de que alguien está mirándome se apodera de mí y ahora justamente viene de esa esquina donde se escuchan los pequeños ruidos, ahí no hay nada, la esquina no tiene ropa ni percheros que pudieran provocar ese sonido por algún roedor, poco a poco sentada aun en el piso voy retrocediendo hacia la esquina contraria a donde se escucha ese ruido, justo ahí está mi cama, llevo unos centímetros arrastrándome por el suelo sentada sin dar la espalda a la esquina de donde proviene esa sensación de que alguien estuviese ahí, mirándome, pero no siento mi cama, ya debería estar cerca…

Una respiración lenta y agotada se escucha en la esquina, ahora realmente siento que estoy a punto de gritar, la respiración, el sonido de los bolsillos, esa sensación de que alguien estuviese mirándome, la nula vista que tengo de todo << ¿Cómo es que aparecí ahí? En medio de la habitación >>

Sigo arrastrándome hacia atrás, apoyando mis brazos en el piso. Tope con mi cama, justo a un costado esta mi buro y mi teléfono celular, lo único que me permitiría alumbrar a esa esquina.

Sin levantarme del piso a tientas tome el teléfono, estoy en la esquina que forman la cama y el buró juntos, sujeto el teléfono, aprieto el botón de desbloqueo, la pantalla se ilumina justo en mi rostro, la giro hacia la esquina, y una silueta de dos metros completamente negra esta parada observándome fijamente, solo pude verla una fracción de segundos, al girar mi teléfono celular, la silueta salió corriendo hacia izquierda, y se desapareció en un espejo de cuerpo entero que complementa la pared, fue horrible la sensación de ver esa silueta, la forma humana no se veía como alguien vestido de negro, solo se tratase como si fuese una sombra en la pared que camino por ella y se escondió detrás del espejo, huyo al verse descubierto.