Una mañana salí ayudarle a recoger frutos a mi padre, mi familia tiene una pequeña finca que de ella cultivamos manzanas, fresas y naranjas y de eso es que vivimos. Mi familia no es muy grande ya que mi madre murió hace 10 años de un cáncer de pulmón, en la casa sólo vivimos mi padres y mi dos hermanos y yo, desde que murió mi madre yo me eh encargado de los quehaceres ya que soy la mayor de mis hermanos. En el pueblo donde vivimos no es muy grande sólo viven 5 familias que se dedican a las agricultura, avicultura y ganadería. Esa mañana transcurrió normal recogí varios frutos y como ya había hecho mi trabajo decidí irme a la casa y continuar con los oficios, en eso estoy preparando la comida y veo que se estaciona un carro en la casa de mis vecinos y me fijo que de él se baja un chico muy apuesto y que nunca lo había visto por el pueblo, dejó de prestarle atención y continuo con la comida. Los días pasaban y seguía igual desde el primer día que lo vi pero nunca me acercaba hablar con él.
Perspectiva del chico.
Hacía varios meses que tenía planeado irme al pueblo donde viven mis padres, tenía mucho tiempo desde la última vez que lo había visitado, mi trabajo ocupa gran parte de mi vida y no tenía tiempo para nada no lo puedo dejar ya que es lo que siempre eh soñado, los meses pasaban y se acercaba la fecha donde tenía que ir a visitar a mis padres, mi rutina era monótona salía de casa, iba al trabajo y llegaba a la casa así eran mis días no tenía muchos amigos solos los compañeros de trabajo era un hombre muy pulcro amaba siempre estar bien cuidado pero sentía que me hacía falta algo y entre pasaban los meses me sentía muy ansioso de que llegara el día de visitar a mis padres que tenía bastante tiempo sin verlos, llego el día era un domingo 3 de agosto donde fui al aeropuerto para llegar al pequeño pueblo donde nací y viven mis padres, el viaje fue muy agotador donde se tomaron 12 horas para llegar al aeropuerto y de ahí tenía que tomar un taxi porque para llegar al pueblo se tomaba una hora, al llegar al pueblo me fije que había cambiado bastante y había nuevas personas como esa casa que esta frete a la casa de mis padres, vi que tenían una pequeña finca donde cultivaban varios fruto era súper hermosos, baje del carro y tome el sendero de llegar a la entrada de mi casa sería una sorpresa grandísima para mis padres al verme, me fije que mi casa estaba un poco descuidada y no le hecho culpa a mis padres por que están un poco mayores… toque varias veces y no tuve respuesta alguna al cabo de varios minutos mi madre habré la puerta y al verme se llevó una gran sorpresa me abrazo y pasamos a la sala, le pregunte donde estaba mi padre y me dijo que ese viejo esta insoportable con la granja y que casi no sale de ella, anduve un poco por la casa y vi que no había cambiado para nada todo estaba igual desde el día que me fui, subí a mi habitación y decidí desempacar todas mis cosas para luego ir a la granja y saludar a mi padre. Los días fueron pasando y todas la mañanas salía a ayudar a mi padre con los con los animales y siempre me fijaba en la chica que vive al al frente me dio mucha curiosidad en saber de ella, una tarde le pregunte a mi madre que como se llamaba y me contesto que se llama Rosalía que porciento muy bonito nombre que tiene.
Perspectiva de Rosalía
Un día por la mañana veo que se está acercando el chico que se está hospedando en la casa del frete y veo que está hablando con mi padre y al poco rato se marcha. me quedo con la duda de que hacia hablando con mi padre, pero sigo con lo que estaba haciendo salgo, hacia la finca y como siempre le ayudo a mi padre a recoger los frutos en eso me llama mi padre y me dice que va haber un pequeño cumpleaños de la señora Ana y como está su hijo el decidió celebrárselo donde estamos invitados y que será el sábado en la noche hay me doy cuenta que hace fue que vino el chico esta mañana, es día trascurrió normal hice todo los oficiosos de la casa, a la hora de acostarme me quede pesando en el vecino, paso la semana y llego el sábado el día del cumple años de la señora Ana, estaba un poco nerviosa por conocer el hijo de la señora Ana y de don pedro, él me tenía con mucha intriga de conocerlo porque se parece muy buena persona y un hombre culto por cómo se ve. Mi padre me conto que hacía varios años que se había marchado del pueblo a España a seguir su sueño de ser un abogado y en esos años que estuvo fuera logro conseguir un trabajo en un bufé de abogados donde trato muchos casos, todo eso que me conto mi padre me llamo mucha la atención y quería saber mucho más del.
Al fin llego aquella noche que tanto anhelaba mis nervios estaban a flor de piel, ya vistiéndome para ir al cumpleaños, mi padre ya listo y yo iba por el tercer vestido y aun no me desidia cual ponerme y que me quedara cómodo, al cabo de un buen rato de tanto buscar en mi armario me decidí por un vestido azul rey con unas cuantas lentejuelas este era el indicado para poder ir a conocer ese chico que no podía dejar de pensar en él. Escuchando la vos de mi padre por quitan vez –Rosalia por favor sal que vamos a llegar tarde. Al fin me decidí a salir de mi habitación, al llegar a la sala mi padre estaba hay con mis dos hermanos los cuales estaban muy bien vestidos, se quedaron sin palabras al verme tan espectacular con aquel vestido, sosteniéndome de mi padre por fin salimos de la casa para dirigirnos al cumpleaños de la señora Ana.