Capítulo 11 - Invitación

Después de que Harold golpeó tres cabezas, lágrimas de humillación rodaron por sus ojos.

Pero no se atrevió a cometer un error en ese momento.

Porque sabía que la abuela debía estar muy insatisfecha con él ahora.

En este momento, ya no puede decir nada que la haga enojar.

La anciana señora Wilson vio que Harold inclinó la cabeza y admitir su error, se sintió un poco más relajada.

No quería que su nieto se inclinara ante Charlie, pero el punto era que este juramento venenoso trataba sobre su propia vida.

Ella siempre ha creído en el budismo. Si Harold no se inclina para admitir su error, ella teme que tendrá problemas para dormir y comer, por temor a represalias.

Entonces, miró a Harold y dijo a la ligera: “Harold, estas reverencias son para ti una pequeña lección. No apuestes casualmente con otros sobre cosas de las que no estás seguro. ¡Incluso si la apuesta, no dañe a su familia!”

Harold dijo con una cara triste: “Abuela, lo sé, no me atreveré más, a realizar este tipo de apuestas”.

Al hablar, sus ojos miraron a Charlie, esperándolo con saña, ‘pensando, basura, obligándome a arrodillarme y hacerme una reverencia y perder la cara, ¡te mataré tarde o temprano!’

Inmediatamente, la Sra. Wilson abrió la boca y dijo: “Es gratificante ganar este contrato hoy. Todos deberían apresurarse a prepararse durante este período. Debemos aprovechar esta oportunidad para construir una buena relación con Grupo Emgrand”.

Charlie le recordó a un lado: “Abuela, dado que Claire habló sobre la cooperación del proyecto, ¿se debería otorgar el puesto de director de la empresa a Claire?”

La anciana señora Wilson enarcó las cejas y no pudo evitar pensar para sí misma.

Ella dijo que quien obtenga el contrato puede ser el director.

Sin embargo, cuando piensa que a Claire siempre le ha disgustado ella misma y que su marido basura ha sido repugnante, su corazón vuelve a latir con una melodía diferente.

‘Si se trata de Claire y no estará bajo mi control en el futuro, ¿qué debería hacer?’

En este momento, quería retirar su promesa anterior.

Después de todo, cuando hizo la promesa, no hizo un juramento venenoso, incluso si lo quitó, se sentirá a gusto.

Sin embargo, sintió que este tipo de comentario no se podía decir cuando Claire acababa de firmar el contrato, por lo que dijo de manera conveniente: “Bueno, mañana por la noche, celebraré un banquete e invitaré a alguien con buena apariencia en Aurous Hill a la escena. Luego, anunciaré cara a cara nuestra cooperación con Grupo Emgrand y el nombramiento de un nuevo director”.

Al escuchar esto, Charlie se sintió aliviado de satisfacción.

Claire también sonrió gentilmente. Parece que el puesto de directora finalmente es suyo, y no necesita ser intimidada en el futuro, y sus padres pueden levantar la cabeza nuevamente.

La anciana señora Wilson volvió la cara, miró a Claire y dijo: “Claire, hay una cosa más, la abuela quiere que la ayudes”.

Claire dijo apresuradamente: “Abuela, ¿podrías decirme?”

La Sra. Wilson dijo: “Quiero que se comunique con el presidente de Emgrand y lo invite al banquete mañana”.

Después de una pausa, Lady Wilson dijo con una mirada expectante: “Si él puede venir a nuestro banquete, definitivamente será algo muy bueno para nuestra familia Wilson, ¡y también nos hará famosos!”

Claire pensó por un momento y vaciló: “Pero la última vez que fui, solo conocí a Doris, la vicepresidenta de Emgrand, y nunca conocí al presidente en persona. Además, acabamos de recibir el proyecto de alguien y estamos celebrando ese banquete. ¿No parece demasiado deliberado?”

“¿Y qué? Solo quiero decirle a toda la gente de Aurous Hill que ahora estamos atados al gran barco de Emgrand, y en el futuro nuestra familia Wilson se desarrollará”.

Lady Wilson terminó de hablar y luego dijo: “Incluso si el presidente de Emgrand no quiere venir, está bien invitar a Doris. Ella es la figura número 2 de Grupo Emgrand, y sería muy bueno para nosotros pedirle que venga”.