Capítulo 25 - Un Dolor Que Lleva Mi Nombre.

- Estás preciosa. - Me alabó Adam cuando apareció en mi despacho debidamente vestido para la ocasión, con un traje negro y una corbata roja a la que acudió a acomodar con su mano. - Aunque si me hubieras avisado habría usado otro color de corbata. - Sus labios entonaron una sonrisa y me permití sonreirle.  

- No sabía que usar y a sido un regalo de Angela. - Le conté pasando una mano por uno de los finos tirantes de mi vestido, preocupada de que el pronunciado escote llamara la atención mas que yo misma. 

- Realmente es digno de ser parte de la marca Lans. - Asintió Adam que me recorrió con la mirada y bajé mi mano cuando se acercó hasta mi. 

- Adam. - Lo llamé incómoda al verlo coger un mechón de mi cabello y sus ojos devoraron mis labios. - Para. - Le rogué haciéndolo soltar mi pelo cuando se inclinó para besarme.

- ¿Aun no te has decidido?. - Me preguntó pasando un brazo alrededor de mi cintura para pegarme junto con él a la mesa.

- De lo único que estoy decidida es de que quiero estar cerca de Abril y recuperarla. - Reconocí y Adam asintió conforme, dejando caer su cuerpo contra el mío y obligándome a reclinarme en la mesa.

- Entonces hagamos eso. Regresa a casa por Abril y déjame volver a hacerte creer en mi. - Habló y me besó en la boca, haciendo que el corazón me latiera rápido y que ignorara la incomodidad que sentí al corresponderlo. Había estado la mayor parte de la tarde encerrada en mi coche, pensando en Kevin y en su acto desinteresado al romper conmigo para que recuperara a mi hija, y aun cuando lo que mas había deseado era llamarlo, no lo había hecho a fin de recuperar a Abril.

- ¿Que estáis haciendo?. - Escuchamos de pronto el reclamo de Abril y aparté rápidamente a Adam, para verla en la puerta con un bonito vestido y la cara demasiada maquillada.

- Abril. - La llamé acercándome y cuando la quise agarrar de una mano, lo evitó.  

- ¿Vas a volver con papá o solo a volverme loca?. - Me acusó y la expresión de su cara demostró que quería llorar.

- Mamá y yo vamos a darnos otra oportunidad. - Adam habló y no estuve segura de que fuese lo mejor, ya que lo que menos deseaba era que Abril volviera a verse afectada por otra ruptura entre nosotros.

- ¿De verdad?. - Abril se mostró reacia a creerlo y me miró esperando que fuera yo quien se lo confirmara.

- ¿Podrás darme tú también una segunda oportunidad?. - Le pedí y fue cuanto necesitó para abrazarme.

- Si vuelves a dejarnos no te lo perdonaré nunca. - Me advirtió y coloqué mis manos en su espalda.

- No lo haré. - Le dije y miré a Adam. Había hablado sabiendo que nuestra hija no me perdonaría una segunda vez, y asegurado así de que no me echara atrás.

- ¿Que pasa con Kevin?. - Me preguntó Abril dejándome de abrazar y le puse el cabello por detrás de sus hombros.

- No hablemos de él. - Le pedí simplemente y sonreí para alabarla. - Estás hermosa.

- Si no quieres hablar de él borra su foto. - Fue su respuesta y la vi dirigí una mirada a la mesa en busca de mi teléfono. - También borra su número y los mensajes que tengas de él. - Exigió apuntando el aparato.

- No lo haré. - Me opuse, sin querer perder lo que tenía de Kevin.

- Entonces lo haré yo. - Abril bajó su mano y al caminar hasta mi mesa, la seguí para quitarle mi teléfono cuando lo cogió.

- Para. - Le rogué y sonrió molesta.

- ¡Aun lo quieres a él y solo vas a utilizar a papá para que te perdone!. - Me gritó histérica y la callé con una bofetada, de la que me arrepentí al momento que sus ojos se llenaron de lágrimas y odio por mi. - No voy a perdonarte al menos que borres sus mensajes y su foto. - Me reclamó llorando y fue Adam quien me quitó el teléfono de la mano.

- Solo hazlo de una vez. - Dijo molesto y al hacerlo él mismo, no pude más que coger de la mesa mi bolso y caminar hacia la puerta del despacho, saliendo y atravesando la oficina hasta llamar al ascensor en el pasillo. Mientras esperaba apreté el bolso en mis manos y suspiré, entrando en el ascensor cuando las puertas se abrieron y pulsando dentro el número de la planta en la que se celebraba la presentación. 

- E dado permiso a la revista para sacar en portada la fotografía que nos sacaron hoy. - Me contó Adam cuando de pie en un escenario de un enorme salón, escuchábamos el discurso de Olivia. Ella había sido la asignada por Adam para finalizar la colección que yo diseñé. Miré a Abril sentada junto con mis padres en una de las mesas frente al escenario y escuché a Adam añadir. - También le e dado un titular para anunciar públicamente que hemos regresado. - Asentí a sus palabras, preguntándome como sería la reacción de Kevin si llegaba a ver esa portada o leer el titular.  

- Elena. - Reaccioné cuando Olivia me anunció y sonreí acercándome, ofreciendo una leve reverencia a los presentes. - Por qué no nos cuentas que te inspiró a crear los diseños de las joyas Elena. - Me pidió y dirigió su mirada a la mesa donde estaban expuestas algunas de ellas. Las miré también y sonreí.

- Fue el amor. Las diseñé creyendo en el amor duradero y verdadero. - Respondí a Olivia. - Quería expresar con ellas el amor que sentía de mi marido hacia nuestra hija y a mi. - Miré a Adam y la sonrisa de orgullo que asomó en sus labios cuando los invitados alabaron su papel no solo como padre y marido, también como el hombre que me había inspirado a crear la colección de joyas que llevaba mi nombre.

- Haz estado magnífica. - Me felicitó mi madre cuando bajé del escenario y me abrazó.

- Gracias. - Le agradecí el abrazo mas que su felicitación y cuando permanecí abrazada a ella, sentí sus manos frotar cálidamente mi espalda.