AREN
Apenas lleno al tercer nivel del castillo cuando escucho gritos. Me detengo en uno de las pequeñas terrazas y veo el humo que se está expandiendo por toda la ciudad. ¡Un ataque! ¡Erika!
No puede ser casualidad. Tomo un atajo para ir donde están los guerreros del ejército tierra. LLego directamente donde mi padre. Necesito un ave de viento para apoyarlos y buscar a Erika.
-¡General!- Le digo. El elfo de armadura y una larga barba me observa e intenta aparentar a los demás que no siente alegría verme.
-¡Aren! ¡Haz regresado!- Me saluda
-¡Necesito un ave para apoyarlos y hacer una busqueda!- Le digo suave, aunque sé que los demás estan escuchando. Son unas cucarachas inmundas.
-¡Necesitamos toda la ayuda posible! ¡Las defensas estan bajas! ¡Vé por tu ave!-
Me dice sin hacer más preguntas. Él tenía conocimientos que fui a una misión para la reina madre. Agradezco su prudencia. Tomo mi arco y mis flechas. Además unas dagas hechas con punta de jade verde...
Las hermosas aves con alas que reflejan la luz del sol están en sus diversos corrales. Tomo una y la llevo a la salida. Monto sobre ella. Tienen una pequeña base para ir sentado o parado. Salimos y el viento eleva al enorme pájaro varios metros sobre el suelo.
La ciudad se esta incendiando. Las aves oscuras estan comiendo a varios habitantes... ¡Es horrible! Guió mi ave hacia varios elfos con el uniforme rojo y negro para pelear contra ellos. ¿Quién los mando? ¡Malditos! ¡Estan matando a niños y mujeres por igual! Mis fechas atraviesas a varios en el suelo.
Erika... No puedo ir por ella cuando mi pueblo necesita de mi apoyo. Continuo dando pelea hasta que ya no queda ni una flecha. Con mi espada corte a varios pájaros oscuros en el cuello. El sonido de la trompeta de nuestro ejército anuncia que vamos dominando.
De una patada empujo a un elfo que viene atacarme. Hay tanto movimiento... La mayoría del ejército de nuestro reino somos elfos de aire. Los elfos de tierra fueron los primeros en morir cuando hace unos meses recibimos el primer ataque. Con ese sobrevino el segundo y es cuando la magia termino de morir... Tuvimos que salir a pelear.
El tercer toque de la trompeta veo a nuestro enemigo huir y tomar elfos pero mi padre ha tomado una armada para disparar flechas. Yo termino de estampar mi espada en otro elfo que me ataco y cae sin vida. Guardo mi espada y voy a mi ave.
Mi cabeza es un lío. Corro y me ave me sigue mientras voy en las calles gritando por Erika. Veo varias chicas vestidas con el traje pero ningúna es ella. Me dirijo a la entrada principal del castillo. Por lógica ella debería haberse quedado cerca. Busco cruzando el puente y no veo más que manchas de sangre en las puertas. Los oficiales murieron.
Observo el cielo y escucho de nuevo la tropeza con el sonido para dejar claro que el enemigo ha sido neutralizado. Es bueno noticia pero dejo un gran desastre en nuestro pueblo tierra. La reina pronto me llamara para verificar si Erika esta bien...
Camino en los alrededores con la esperanza de encontrarla escondida en algún lugar. Mis oídos escuchan el llanto de un bebé. ¿Qué raro? Después de varios minutos me doy cuenta que el sonido viene debajo de unas raíces del castillo. Hay un animal muerto a unos metros de él... ¡Un soldado!
Saco la canasta para ver si el bebé esta sano y parece que sí. Voy caminando buscando a las sanadores para que lo revisen. ¡No puede hacer más por el momento! Lo dejo y continuo recorriendo el lugar... Mis esperanzas se van a pique.
Aren... ¿Qué haría Erika? ¿Qué haría Erika? - La frustración me esta ganando.
-¡Las aves cayeron en el bosque! ¡La mayoría de rehenes murieron en la caída! ¡Es tan triste!-Murmura una mujer llorando en la calle.
Observo el cielo y con el nudo en mi corazón me elevo sobre mi ave de viento en dirección hacia donde se aniquilo a los que huían.
-¿Qué parte no entendió Erika de no salir de la habitación? ¿Tan difícil era quedarse en el lugar? ¿Y sí se escapo? ¿Si cambio de parecer y no va ayudar?
Mi ave de viento sobrevuela la ciudad ¿Tenía que salir cuando hay un ataque? ¿Erika no mueras?
El aroma de humo y sangre navega en el aire. Las casas de la ciudad principal estan deshechas. No debería pasar tal destrucción, pero al tener tan bajo nivel de magia no tenemos protecciones. ¡Te necesitamos!
¿Cómo voy a encontrarla en medio de todo esto? ¡Por favor no mueras! ¡Por favor que no seas de los rehenes!.
El sol ya esta ocultándose y voy observando el bosque. Se ven los puntos donde las aves cayeron quebrando las ramas. Puede que sea una locura y este perdiendo el tiempo. Entonces entre las ultimas luces del atardecer busco cuerpos... Con la esperanza que ninguno sea Erika ¡Apiandense de mi dioses!
No veo ningún movimiento. Mi ave la amarro a un tronco y comienzo a revisar. Muchos son de nuestros enemigos... Las estrella comienzan a brillar y creo que es una causa perdida. Hasta que desde lo alto de unos árboles escucho una voz familiar:
-¡Aren! ¿Eres tú? ¡Si lo eres! ¡Auch! ¡Se me acalambraron las piernas de estar aquí colgada!- Erika está en los árboles y agita sus manos...