Ella es mía (trilogía Trillizos, Libro #3)

Capítulo 3

El hombre de traje.

P.O.V. LANA COLTER.

Suspiro al ver la falda que mi madre me obligó a ponerme, es de color negra y me llaga y poco bajo de las rodillas me la puse con una blusa de mangas corta blanca y unas zapatillas negras, él cabello lo llevo suelto, al menos eso sí me gustó.

Intenté hacer que me pusiera una sudadera pero sólo digo que las mujeres no usan eso pero yo apenas tengo 18 años, para mi y creo que para muchos soy una adolescente pero no puedo decirle lo contrario a mi madre.

-- ¡Lana baja ya! -- escucho el grito de mi madre.

Me doy una última mirada en el espejo, pongo mi mejor sonrisa y salgo de mi habitación. Mi madre lleva un vestido azul suelto.

-- Ya se nos hace tarde, te dije que te alistaras temprano -- dice mientra salimos de la casa.

-- Lo siento -- murmuró y ella me pone mala cara.

No dice nada, comienza a caminar hacia el lugar donde se llevará el festival. A mitad del camino comenzó a decirme que es lo que debo hacer con la familia García, sólo asiento con la cabeza.

Mamá sonríe y comienza a hablar con algunas personas que se encontró, él cetro de la manada se devoró con diferentes colores y hay muchas luces, algunas personas venden comida o cosas a los costados.

Camino alejarme de mi madre sabiendo que después me regañaría por haberme alejado y no presentarme de nuevo con la familia García.

Camino entre las personas viendo todo, algunas se encuentran en grupo o en pareja viendo todo lo que hay para ofrecer.

Suspiro y busco algo que comer, veo que una señora está vediendo porciones de tartas, me acerco pero antes de llegar al puesto de la señora en mi mente sólo venía las palabras de mi madre.

-- No debe a comer mucho, tienes que tener una mejor figura, ya te descuidaste demasiado.

Resignada sólo llevo mis manos a las bolsas de mi falada, un escalofrío me recorre el cuerpo entero y siento como si alguien me observará, Asiste a miro para todos lados pero con tantas personas no sabría decir si alguien me está viendo.

Suspiro y sigo caminado por el lugar evitado mirar la comida por que sino quiere comprar cada una de las cosas hasta sentir que voy a explotar, puede ser raro, pero nunca me he llegado a comer un plato de comida entero. Estoy algo gordita sólo por que aveces por la misma ansiedad que me da ver todo lo que dice y ordena mi madre que haga, compro chocolates.

Miro de nuevo todo los lados aún sintiendo que alguien me está observado, esto es extraño.

Suspiro y camino buscado una banca donde sentarme pero todo está lleno, era de esperarse algunos son de otras manadas y sólo vinieron para poder ver al Alpha, que por cierto no lo he visto, no fui a la presentación de la tarde.

Alguien me jala del brazo haciendo que de una vuelta pero sin sentido, ya que no hay nadie, Asiste a miro a todos lados ¿Qué fue eso?

Llevo mis manos a mis bolsas revisado que mi celular y dinero sigan ahí, en lo correcto, siguen ahí.

Asustada camino por uno de los callejones queriendo alejarme de todas estas personas, llegó al otro lado, donde el ruido ya es menos y lo único de luz son los focos que alumbran el camino de piedra.

Mis manos tiemblan, suspiro y cuanto hasta diez intentado calmarme, cuando lo consigo miro a mis lado y veo que hay un hombre a metros de mi, está parado y tiene la espalda recargada en la pared.

Comienzo a cambiar al lado contrario de dónde está ese hombre ya que no da buena pinta, al principio camino a paso normales, volteo un poco la cabeza para ver atrás y noto que el hombre también a comenzado a caminar.

Apresuro más el paso y veo que él también lp hace, el miedo comienza aparecer, cuento hasta cinco y comenzó a correr como pueda, puedo oír sus pisadas.

Miro hacia atrás querido saber que tan lejos estaba de mi, aún lo está unos metros cuando vuelvo a usar enfrente choco contra alguien haciendo que caiga al suelo.

Asiste a miro a la personas que está enfrente de mi. Tiene puesto un traje de color negro, sus manos está en sus bolsillos, su rostro no expresa ninguna emoción, sus ojos color negro en cambia brillan, su cabello también es de color negro.

Trago saliva y él sonríe de lado, vuelvo a escuchar las pisadas y no se que me lleva a levantarme rápido y esconderme detrás del hombre de traje. 

Él el otro hombre para en seco puedo verlo ya que sólo por el brazo del hombre de traje que gruñe con adevertecia haciendo que el otro no lo piense dos veces y salga corriendo.

Me alejó un poco del hombre de traje y este se da la vuelta para mirarme, las manos me tiemblan y intentó llevarlas detrás de mi espalda pero hasta ese momento soy consiste de la herida que tengo en el brazo, la revisó, quitado la vista del hombre con traje.

Tengo una herida a causa de la caída, revisó mis manos y estas también tiene pequeñas cortadas, oh no, mi madre me matara si me la vez.

Aún con la mirada baja hablo -- L-lo siento -- comienzo a retroceder pero él me sujeta del otro brazo.

-- No eres una loba -- afirma más que nada.

-- Y-yo no…

Él toma mi mente y lo levanta con delicadeza, se agachado un poco para quedar a mi altura, sus ojos aún siguen brillado. 

Quita la mano de mi mente y toma mi brazo herido con delicadeza, lo revisa con la mirada, saca un pañuelo de su bolsillo y limpia la poca sangre que a derramado la herida, hace lo mismo con mis manos que aún siguen temblando.

Al terminar vuelve a mirame a los ojos y esta vez sonríe.

-- No sabes quién soy ¿Verdad? -- niego con la cabeza y eso hace que sonrisa más -- Y tampoco sabes lo que soy para ti ¿Verdad?

Lo miro extrañada pero no tengo miedo aunque creo que debería pero él me tramite seguridad.

Él acerca su rostro a un lado de mi -- Eres mia -- dice en mi oido y es cuando lo noto.

Sólo con su cercanía lo noto, su aroma… un aroma único y un aroma que dijiero que sólo lo sentaría de alguien, mi mate.




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