No me había divertido tanto como esta noche.
Las risas en la casa retumbaba por todos lados.
El aire me faltaba luego de bailar y saltar con mis amigos en medio de la pista de baile, así que decidí tomar un poco de aire en el jardín, la madrugada estaba fría, no habían muchas personas cerca, esta noche es perfecta. Sin duda mamá se equivocaba, no iba a pasar nada si salía y me divertía como una adolescente normal, solo por una noche.
-Es peligroso que chicas esten en un lugar solo ¿No lo crees, Emily? - escuche una voz a mi espalda.
-La verdad no lo creo, puedo estar en el lugar que quiera - me giré - ¿tu eres?
-Soy Daniel Grey, uno de los festejados en esta fiesta - se presenta.
-Bueno, ¿Si sabes que David utiliza todo eso como pretexto para hacer una fiesta? - le dije.
-Si, lo sé muy bien - me dice - aquí lo curioso es que también lo dejaras utilizar tu cumpleaños.
-No hay manera de decirle que no David, si ustedes son amigos, ya lo deberías saber - me reí - ¿Cómo sabías mi nombre? no te conozco.
-Todo el mundo habla de ti, además estudiamos en el mismo instituto.
-Oh, supongo que no te había visto – tomé asiento en unos sillones que se encontraban cerca haciéndole señas a Daniel para que se sentara junto a mí.
-¿Que haces fuera? Eres la festejada - me dice.
-Adentro es una locura total - dije riendo - ¿Qué haces fuera? Tú también eres el festejado.
-No me gusta estar dentro con un montón de gente que no conozco.
-Bueno, supongo que somos dos.
-¿Que dices? Debes tener muchos amigos.
-La verdad es que no, cuando tus padres son reconocidos, las personas se acercan a ti por interes.
-Tienes razón en eso - concuerda conmigo - ¿Hace cuánto conoces a David?
-Hace 12 años - Respondí - Hace muchísimo tiempo, nuestra historia es larga, pero me alegra tenerlo en mi vida.
-Eso es muy lindo.
-Si, somos un grupo de amigos muy unidos - suspire - ¿ustedes cómo se conocieron?
-Salió con mi ex - se rio.
-¿Y así comenzó una hermosa amistad?
-Pues a decir verdad, sí - se rió - Se convirtió en mi mentor cuando comencé a entrenar y nos unimos mucho.
-Es extraño que no los haya visto juntos cuando estoy con David.
-Siempre tienes la cabeza metida dentro de un libro, es explicable.
-¿Cómo sabes eso? yo apenas y sé tu nombre.
-Tienes que ver más allá de un libro, Emily - dice mirándome a los ojos, sus manos se posan en mis mejillas, son suaves, por un segundo me miró a los ojos, son de un color azul, un color azul profundo - ¿Que piensas? - me sacó de mis pensamientos.
-Oh, nada – sonreí.
-Ahora entiendo porque todos hablan de ti, eres muy hermosa – sonrío también – aunque apuesto que alguien ya te lo ha dicho esta noche.
-Aunque no lo creas eres la primera persona que me lo dice, no he tenido mucho tiempo de hablar con alguien, he estado con Eleanor toda la noche, tuve que salir porque necesitaba aire.
-Vamos adentro, bailemos - se levanta y me tiende una mano - la acepté y entramos nuevamente a la casa.
Todo seguía igual, un montón de adolescentes hormonales descontrolados.
“Put a little love on me” de Niall Horan suena en las bocinas de la casa, David de verdad me conoce bien - ¿Quieres bailar?
-Claro que sí - le respondí encantada - amo esta canción - recosté mi cabeza sobre su hombro.
-Se me había olvidado que también eres directioner - Lo miré a los ojos.
-¿Por qué sabes tanto de mi? yo no sé nada de ti.
-¿Te molesta?
-Me hace sentir vulnerable.
-Jamás te lastimaría, Emily. Te lo demostraré.
-¿Eres un acosador o algo así? - pregunté haciéndolo reír, aunque yo lo preguntaba en serio.
Yo no podía dejar de mirarlo a los ojos, ¿que tienes que hace que no pueda dejar de mirarte, Daniel? ¿Cómo sabes tanto de mi? ¿Por qué eres tan misterioso?
-Aquí están chicos - dice David sin aliento - que bueno que están juntos, es hora del juego de cumpleaños.
-Tengo miedo - confesé. Soy una cobarde, pero si algo logré aprender a lo largo de mi corta vida, es que nadie sobrevive a los juegos de David, nadie.
-No seas miedosa, solo es un pequeño juego - dice Daniel.
-¿Estás seguro que conoces a Daniel? - le pregunté.
-No tanto como tú, pero un pequeño juego no puede ser tan malo.
-Entonces no te molestara comenzar primero en lo que sea que sea ese juego - le dije.
-Claro que no, vamos a por ello - dice muy seguro siguiendo a David hacia la cocina.