Ella [us #1]

COMO ANTES

Mamá:

Sabes que no se me da muy bien decir las cosas en voz alta, siempre se me ha dado mejor plasmar mis pensamientos, las cosas que quiero decir por escrito.

Sé que últimamente me has visto muy deprimida, pero si contará los motivos no lo entenderías, por eso me parece mejor callar, pero no creo que pueda resistirlo por mucho más.

¿Tienes alguna idea de lo que me duele no ser lo suficiente para que papá se sienta orgulloso de mi? Parece que lo que hago le desagrada, haga lo que haga, nunca estará de acuerdo conmigo, no estoy segura si alguna vez hice algo mal. Pero a mi parecer mi único error fue haber nacido niña, y no niño cómo era su deseo.

Me he estado escondiendo bajo las páginas de los libros, porque es el único lugar donde me siento segura, porque sé que nadie me juzga

¿Sabes cuál fue la última vez que fui feliz? Y no hablo de las sonrisas que pongo cuando vamos de vacaciones, hablo de ser realmente feliz, ni siquiera sé si alguna vez he sido feliz.

Dices entenderme, que pasaste por mi edad, la cosa es que tu tenías un padre que te quería, incluso después de morir aun sabes que te quiere, yo no cuento con ello. No sabes la cantidad de veces que sueño que llega papá y me dice que me quiere y luego me abraza hasta quedarme dormida, para luego despertar y saber que todo fue producto de mi imaginación. Pero eso es lo que más anhelo en el mundo.

Ahora te hago una pregunta ¿alguna vez has estado sola? Y no hablo de que estés sola en una habitación, quiero decir, emocionalmente sola. Porque así es como me he sentido en los últimos años, ¿De qué sirve tener muchos amigos? Si a la final estoy sola, vacía.

No necesito un sermón de mamá, no necesito un regaño, no necesito que me digan lo estúpida que soy cada vez que me ven llorando.

Últimamente no sabes nada sobre mi sobre cómo me siento.

No estoy bien, estoy cansada, no quiero un “Todo va a estar bien” cuando no es así, estoy rota y ahora no quiero seguir luchando, tú no sabes cómo se siente todo eso.

Quiero que todo acabe, quiero rendirme, quiero irme, y si no es bueno para mí, no quiero saberlo. Nadie puede ayudarme ahora y tampoco quiero ayuda, no quiero razones por las cuales tengo que estar bien, no tengo razones por las cuales quedarme, no tengo nada.

Emily.

Resultaba estúpida cuando la leía en algunas ocasiones, escribí esto hace algunos años, cuando me encontraba perdida, pensando que no tenía a nadie, pero no había tenido el valor de botarla. Antes de guardarla en su escondite, escuche unos golpes en la puerta.

-¿Puedo pasar? – hablo Anne del otro lado. Me levanté limpiándose las lágrimas y abrí la puerta - ¿estás bien?

-Sí, estoy bien – caminé nuevamente a la cama, con ella a mi lado.

-¿Cuándo fue? – señaló la fotografía sobre la mesita de noche.

-Unos días antes del accidente de los padres de Eleanor – agarre la fotografía – la miro y siento como si nada hubiera cambiado.

-Todo ha cambiado – suspiro – sobre todo tú, mírate. Estás preciosa, Emily. No tenías que cambiar por nadie.

-Lo hice por mí.

-Sabemos que lo hiciste por tu padre, Emily. No necesitas seguirlo ocultando.

-Lo sé.

-Ahora, ¿Qué sucede? Tal vez nadie quiso preguntar allá abajo, pero sabemos que no estás bien.

-Es solo que el comentario de Allen, si ella supiera como es mi vida realmente no pensaría de esa manera – Reí amargamente - Es irónico, ella quiere unos padres como los míos y yo como los de ella

-Ella no sabe lo que sientes, no es su culpa, Emily.

-Eso también lo sé.

-¿Quieres volver abajo? – Preguntó – David está aquí - ella se veía realmente normal con la situación.

-No quiero verlo.

-Emily, ni siquiera yo estoy así - suspiró - es tu mejor amigo, dale la oportunidad.

-Te destrozó.

-No me dolió tanto, Emily. Por favor habla con él.

Me levanté tranquilamente y sin ganas de recibir esta visita, no quería verlo. Él sabía perfectamente los sentimientos de Anneliese y le importo un comino, la destrozó. Ella podía decir lo que sea, pero sé que no estaba bien con la situación.

-¿Qué haces aquí? - David Hunter se encontraba con cara de no haber dormido toda la noche y de sentirme miserable con su existencia.

-¿Podemos hablar?

-Vamos a mi habitación - me dí la vuelta para caminar cuando comenzó a hablar nuevamente.

-Temo por mi seguridad, así que me gustaría que habláramos en un lugar donde no puedes agredirme físicamente.

-Si quieres hablar conmigo, tiene que ser bajo mis reglas - lo miré - yo no soy la interesada en hablar o en explicar las cosas.

David suspiró con resignación, sabía que no daría mi brazo a torcer así que subió las escaleras y me siguió a mi habitación.



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En el texto hay: jovenes, amor, amistad amor lealtad

Editado: 05.07.2020

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