8 meses más tarde
No eh tenido cara decirle al abuelo que no puedo con toda esa responsabilidad, aunque no estoy diciendo que no me haré cargo de de mi parte, solo necesito un respiro. Gaby y yo nos marchamos de casa y nos mudamos a una ciudad pequeña que está a unas horas de distancia.
Durante ese tiempo para pensar me eh encontrado con Dante, fue mi mejor a amigo en la escuela y estuve enamorada de él, muy enamorada. Le ayudé a superar a su primer amor e incluso, sobre mi dolor. Siempre incondicional.
Dante vvolvió y con él todos mis sentimientos que creía olvidados y enterrados. Tiene una empresa que aunque se ah mantenido en pie no está dando los resultados esuperados, razón por la que me ah propuesto ser socios y sacar adelante la empresa. Es una empresa que exporta todo tipo de productos. Honestamente hemos conseguido un gran cambio y eso es algo muy bueno.
—¡Hola linda! —entra a la oficina y me abraza por la cintura y me da un beso en la mejilla. Sonrío. Nuestra relación a cambiado, también. Dante y yo lo estamos intentando, bueno, no le hemos puesto nombre a lo que tenemos pero es más que obvio que estamos en una relación.
Salimos a cenar, vemos películas juntos, tiene detalles conmigo, caminamos tomados de la mano y todos en la empresa me tratan como la jefa y aunque todo comenzó como una broma por parte de ellos. Lo cierto es que les eh tomado cariño a todos, somos una gran familia. No me siento la dueña ni nada.
—¡Hola lindo! —respondo con una tonta sonrisa. Lo que hace el amor.
—¡Quería contarte que tengo que viajar y tratar de conseguir inversores! —asiento.
—¡Quieres que viaje contigo! Solo pasaré por unas cosas y estaré lista —me giro a verlo y noto que evade mi mirada —Claro, has dicho tengo y no tenemos ¡Que tonta! —doy un paso atrás y él me busca con la mirada.
—no lo tomes a mal pero necesito que te quedes a cargo de la empresa, solo iré aun viaje trabajo y estaré de vuelta lo antes posible. —Rrespiro hondo y asiento.
—Esta bien, no pasa nada. Ve tranquila que yo me hago cargo de todo en tu ausencia.
^Dos días más tarde^
Han sido los dos días mas largos de mi vida. Dante es genial, con solo un dia a conseguido a alguien que invierta y hasta donde me ah dicho va a inyectar una fuerte suma de dinero. Me ah pedido que realice una pequeña fiesta para darle la bienvenida al inversor y que tiene una sorpresa.
Aún estamos a tiempo para afinar los arreglos y pensaba que no lo una a conseguir, una fiesta con tan poco tiempo para los preparativos pero al ser muchos los que trabajamos en la empresa, todos aportamos algo y está casí listo.
—¡Pienso que se te va a proponer! —comienza Gaby y yo solo pienso que es una tontería y pongo los ojos en blanco.
—¡Que te has fumado esta mañana! —bromeo. —No creo que pase eso, es demasiado pronto. —si que lo es, aunque si me lo pregunta diría que si, obviamente.
—Entre si son peras o manzanas, ponte esta noche esto me señala la caja que está sobre el escritorio. Me acerco y tomo la caja en mis manos con cautela —¡Que piensas que hay ahí! ¿Una bomba? se ríe y me doy cuenta que parezco conta.
Retiro la Mona y quito la tapa y al sacar el contenido me quedo muda. Estoy sostenido el vestido más bonito y exagerado en la historia, bueno, en mi historia. Es un vestido con cola de sirena y con escote de corazón, es de color aqua. Mis ojos se empañan y miro a Gaby.
—¡Está hhermoso! Pero no lo usaré esta noche —aunque está hermoso no es el adecuado paro usarlo hoy, es demasiado elegante. —no quiero desentonar.
—En lo que estás, les eh dicho a todos que es un fecha especial y que vengan vestidos elegantemente —me río y la abrazo.
—¡Que haría sin ti! —
—¡Nada bueno! —murmura y yo me río.
—¡Oye! —le doy una palmada en la espalda y me alejo.
—Piendo fielmente que se te va a proponer esta noche —dice de manera descuidada y yo me detengo a medio paso.
—¡Acaso sabes algo que yo no! —me le quedo viendo sin apartar la mirada. Entonces ella comienza a reír.
—¡Que! ¡Claro que no! Si supiera algo ya te lo habría dicho para que estés pseparada —su respuesta me convence y decido dejarlo hasta ahí.
^ • ^ • ^ • ^
La hora esperada ah llegado y decir que no estoy nervio sería poco y Gaby no me ah dejado tranquila con el tema de la propuesta y la verdad ah conseguido inyectarme y me siento ansiosa. En la tarde me ah llamado para que compara champán y sirviera esa. Eso es exactamente lo que hice.
Mi celular comienza a sonar. Es él. —¡Hola! —me alejo un poco de la música.
—¡Hola eestoy en la recepción! —ni bien lo ah terminado de decir, corro al ascensor y bajo. Guardo mi celular y en cuanto las puertas se abren me quedo helada, frente a mi está Dante y Sofía, su ex hablando de una manera tan pero tan cercana. No me considero una chica celosa pero, ella está prácticamente encima de él, le está acomodando la corbata pero ambos sonríe como si no existiera un mañana.
Han de haber sentido mi mirada porque los dos me voltean a ver y la cara de susto y arrepentido que tiene Dante me deja mucho que decir. Se quita de encima a Sofía y camina hacia mi. Siento las lágrimas picar mis ojos pero consigo retenerla.
Camino hacia ellos y Dabte se acerca para darme un beso y yo giro la cara unos centimeteo y sus labios quedan en la comisura de mis labios. Me mira sin creer que lo que hice. Su mirada triste y la mía dolida.
Entonces es jalado hacia atrás y una sonriente Sofía me abraza y me da un beso en la mejilla. —¡Hola de nuevo Ellah, tantos años sin vernos! —se para al lado de Danre y entrelaza su brazo al de él y no hace nada para alejarse. Ver eso es como como si me claven una daga en el corazón.
—¡Si! —respondo sin ser capaz de alejar la mirada de sus brazos unidos.
—En estos dos días Dante no ha dejado de hablar de ti ¡Me alegra que estén juntos! Y por cierto ¡Graciad por agregar el champán! —Sólo sonrío y doy un paso atrás y señaló sus brazos.