Capítulo 2. Un error de los grandes

Iker estaba en el piso más alto de la torre Hanitten. Una investigación le había arrojado nuevos datos respecto a la realidad que creía artificial. Había sido creada por un Hansti o al menos así parecía. Ellos tenían grandes poderes, pero tenían prohibido usar esos poderes para fines distintos a los elegidos por la gran energía creadora.

En cambio, estaba seguro de que alguien había roto con las reglas establecidas y tenía la certeza de saber quién había sido.

Al día siguiente Ellina fue citada en Hanitten. A su llegada se había sorprendido cuando le solicitaron ir al pasillo de los cristales, estaba segura de que iba recibir su pri- mera misión como parte del escuadrón Belta, aunque no había recibido su insignia aún.

Cuando Ellina ingresó observó aquella habitación repleta de cristales desde el suelo hasta el techo, a veces brillaba tan fuerte que cegaba la visión. La habitación era grande pero solo tenía una mesa de madera en el centro con una silla frente a otra.

—Toma asiento Ellina, hace rato que te espero—dijo Iker, mientas se acercaba a una de las sillas, llevaba una carpeta en su mano. Ellina obedeció. Conocía al líder Iker porque había trabajado junto a su tutor Koparki, pero no era un tipo agradable le parecía demasiado sobre valorado, aun así, era el líder de los Hansti.

—Ellina tengo información certera sobre un hecho sucedido años atrás. Como sa- bes en breve dos realidades serán terminadas; sin embargo, hemos descubierto que una de ellas es artificial.

Ellina arqueó las cejas en señal de duda, en verdad no comprendía lo que Iker decía

—Creo que no entiendo. Si es cierto lo que has dicho, ¿Acaso me han elegido para averiguar lo ocurrido?

Él comenzó a reír en la cara de Ellina, no podía comprender si lo que el hada decía fuera broma o era cinismo. Como fuera, él la haría confesar y decir la verdad

—Ellina, tú creaste esa realidad artificial es necesario que digas la verdad, también que expliques de qué forma y qué razón fue la que te llevo a cometer dicho acto atroz.

Ellina abrió sus ojos sorpresivamente, la voz de Iker le sonaba extraña y le estaba tomando tiempo entender lo que le estaba diciendo, pero continuo

—Lo sé por qué un informe que rastreó esa energía te sitúa en los hechos, así que no debes negarlo. Y entre más te rehúses a admitirlo más perjudicial será para ti.

La voz de Iker comenzaba a sonar mucho más ronca y firme, la compasión estaba escapando de sus palabras y en cambio estaba naciendo algo muy parecido al enojo.

Ellina se sentía fuera de sí, emociones que ni ella misma podía describir. Un error de los grandes que la estaba haciendo avergonzar. Ahora lo recordaba, sabía de lo que hablaba.

—Yo... era muy joven, y comencé a trabajar en Servilia. Fui enviada como otros al mundo terrestre, fui a una de las realidades y me asignaron a diversos humanos. Uno de los últimos a quien atendí... Creo que las cosas se salieron de control— los ojos de Ellina parpadeaban muy rápidamente como si esto fuera un mecanismo de defensa ante las sensaciones incómodas y desesperantes que estaba viviendo.

—Necesito que sea más explícita Ellina. ¿Dime exactamente cómo sucedió?

 —Lo que recuerdo es que era la última humana con quien trabajaría, y quería terminar pronto para trabajar en Heatsful, mi insignia estaba por llegar, pero dependía que terminara esa última tarea y esa humana no avanzaba hacía donde debía—Ellina hizo una pausa intentando recuperar la calma—. Así que un día simplemente iba caminando por una calle, ella intentaba vencer uno de sus grandes miedos, pero no era lo que la energía creadora quería, no debía vencer ese miedo en ese momento, pero parecía tan determinada a lograrlo incluso más allá de la orden de la energía creadora. No supe qué hacer, pero hice lo que creí correcto. ¡Un automóvil la arrolló al intentar cruzar la calle, yo la distraje! ¡Solo quería asustarla, pero cuando llegué hasta su cuerpo creí que no respiraba!

Ellina sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, tal como aquel día.

—Sabía que había sido un error y solo quería corregirlo. ¡Tuve miedo, era muy inexperta!, así que simplemente tome su cuerpo y use mi energía junto con la que aún tenía a ella y abrí un portal, luego lance su cuerpo dentro. Ni siquiera confirme si estaba viva, pero unos días después me pidieron volver a Hansti y me dieron mi insignia en Heatsful. Desde entonces y hasta ahora jamás supe nada.

Iker miraba a Ellina incrédulo, su forma de contar su historia era tan calculada y distante que le parecía que no era una Hansti. Siempre se había distinguido ante todos por ser un hada perfecta, criada por Koparki, pero se ganaba a pulso el desagrado de sus compañeros ante su actitud de suficiencia. Ni siquiera ante sus errores podría parecer vulnerable.

—Si te interesa saberlo ella sigue viva, envejeciendo en una realidad que no es suya, que ni siquiera debería existir. Nadie más que tú y yo sabemos que fue tu responsa- bilidad y debe permanecer así—dijo Iker

Ellina respiro aliviada pese a todo Iker podría ser su mayor aliado.

—. Si alguien ajeno a los Hansti se entera que tuviste algo que ver podríamos enfrentar graves problemas. Podrían generar una mala reputación y muchas puertas ahora abiertas se nos cerrarían. La comisión nos está dando ciento veintiséis días para arreglar el problema, podría omitir el hecho de que es tu culpa, Ellina, e incluso ocultarlo de Ko- parki. Pero solo lo haré si resuelves este gran error.