Ellos Quieren Venganza

Capítulo 11

—¡Esto es pura mierda! —exclamó Tom acalorada, caminando de un lado a otro de la habitación de Darcy.

—Esto es una idiotez, mamá y papá no pueden hacerte esto. —dijo Molly mirando a Darcy.

—También lo pensaba, pero claro que pueden hacerlo. —dijo Darcy desde su cama en voz baja. Se veía muy mal, estaba pálida y con ojeras, ni siquiera se había quitado la vestimenta de la reunión.

—¿Y qué no podemos hacer nada? Es decir... ¿en verdad pueden obligarte a casarte? —preguntó Judy, que estaba sentada junto a Darcy.

—No, no hay nada que podamos hacer —contestó Darcy amablemente, posando su mano en el hombro de Judy—, me casaré con Edmund y seré una adorable ama de casa ejemplar. —añadió resignada.

—Este no es el siglo XVIII, Darcy, ¡no pueden obligarte a algo tan estúpido! —exclamó Molly. Darcy sonrió de forma irónica.

—Según la ley, yo le pertenezco a mi padre hasta que me case, lo que significa que él puede hacer lo que quiera conmigo —Darcy se encogió de hombros—, sé que lo hace para mantener nuestra fortuna y honestamente no me importa, al menos Edmund parece estar algo interesado en mí.

—¡Ese tipo puede ser tu padre! ¡Maldita sea, Darcy! ¿Por qué parece que no te importa nada de esto? —exclamó Tom alzando la voz, se podía ver en sus ojos que estaba desesperado.

—¡Me van a echar, Tom! —replicó Darcy de vuelta, con la voz quebrada. Su hermano y los demás se quedaron en shock.

—Podría luchar, claro que podría, pero estoy cansada...nada de lo que hago es suficiente —tomó una pausa, no quería llorar más de lo que había llorado la noche anterior—. He intentado de todo, literalmente de todo, y nuestros padres no han hecho nada más que darme la espalda. Lo hicieron cuando empecé a estudiar medicina; lo hicieron al enterarse que tenía malas calificaciones en la secundaria; lo hicieron cuando pedí ayuda porque mi tutor intentó abusar de mí, y ellos solo me culparon por haber confiado mucho en él —tomó aire, sintió un nudo en la garganta—; me han dado la espalda toda mi vida, siempre he sido una vergüenza para ellos... y si acepto esto, tal vez ya no sientan que todo lo que hago está mal.

Todos la miraban, Tom parecía que iba a llorar de enojo; Molly miraba a Judy y después al suelo. Darcy soltó aire agresivamente.

—Solo espero que lo entiendan. —Darcy dejó su habitación y buscó a su padre, que como era usual, estaba en su oficina. Ella tocó la puerta y Marlon le dijo que pasara.

—¿Pasa algo, Darcy? —preguntó de forma muy desinteresada, con la mirada fija en unos papeles que Darcy jamás llegó a entender lo que decían. Entró y se sentó en la silla que estaba detrás del escritorio de Marlon, quedando frente a él.

—Solo quería decir que acepto casarme con Edmund, sé que de todas formas me casaría con él, pero, aun así, quería que supieras que estoy de acuerdo.

Marlon posó una mirada de sorpresa en Darcy, se quitó los lentes y dijo:

—Esto es... es algo muy maduro de tu parte, hija —se levantó de su silla—. Me sorprende, creí que ibas a llevarnos la contraria a tu madre y a mí como lo haces con todo —miró a Darcy, la nariz de su hija respingó al escuchar esas palabras—, creo que al fin entendiste cuál es tu lugar, y me imagino que sabiendo eso, dejarás la universidad.

Ambos se quedaron en silencio, mirándose el uno al otro, el rostro de Darcy empezó a llenarse de furia.

—Lo haré, no te preocupes por eso —Darcy se cruzó de brazos—, solo una pequeña pregunta, ¿para qué haces esto? ¿Qué ganas haciendo que tu rebelde hija se case con alguien? Además de ahorrarse los rumores de que soy una solterona, claro.

Marlon examinó la mirada de Darcy, las comisuras de sus labios formaron una espeluznante sonrisa.

—Solo quiero asegurarme que la herencia la maneje alguien competente, ¿lo entiendes? —el rostro de Marlon era como el gato sonriente de Alicia, solo que más malévolo y más siniestro, Darcy quería golpearlo en la cara. Ella se quedó en silencio, pero no era necesario decir nada para demostrar lo mucho que detestaba a su padre en ese momento.

—Quiero que entiendas algo —prosiguió Marlon—, sé que en algún momento tendrás tu rebelión adolescente y te negarás a esta boda —se levantó de su asiento para aproximarse a Darcy, y luego se agachó para estar cara a cara con ella—, pero este es mi juego, aquí gano yo, tú eres una simple pertenencia ahora, y si te atreves a deshacer todo por lo que he luchado durante años —alzó la voz en la última frase—, perderás, como siempre lo has hecho. —dijo esto último en un susurro que le causaría escalofríos a cualquiera. Darcy lo miró, incrédula de todo lo que le estaba diciendo. Ella se levantó con una muy notable rabia y se fue de ahí, sin antes decirle:

—Lo único bueno de casarme con Edmund, es que no tendré que ver la cara de Edith o la tuya jamás.

Marlon solo rio ante aquel comentario, y entonces Darcy se fue, furiosa, podía sentir como su sangre hervía. Ni siquiera tenía ganas de llorar, ya había llorado demasiado, pero necesitaba desquitarse con algo o el sentimiento que tenía adentro iba a explotar como una bomba y no sabría lo que pasaría en ese entonces. Le dolía la cabeza, sus parpados se sentían pesados y sus mejillas estaban muy rojas. Caminó por toda la casa de forma frenética, hasta que finalmente llegó a la cocina.

Su respiración se agitaba cada vez más, todo se estaba volviendo negro y a la vez todo daba vueltas.

No recuerda para nada haber hecho lo que hizo, solo que entre todo el lío que su mente creó, sintió un dolor y ardor en la mano, junto con una extraña humedad. Pronto todo volvió a tomar color y vio su mano izquierda sangrando, con una cortada muy profunda en su palma, y en la otra mano tenía un cuchillo bastante grande y afilado.

Frunció el ceño, totalmente confundida, mientras su respiración iba calmándose cada vez. Siguió viendo su mano, sin saber en qué momento se le cruzó por la cabeza hacerse eso. Escuchó unas pisadas que se iban haciendo más fuertes, hasta que logró divisar el rostro de Holland acercándose a ella con severa preocupación. Holland tomó el cuchillo con suavidad y lo alejó lo más que pudo de Darcy, luego se volvió a ella, y le tomó la otra mano.



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En el texto hay: fantasmas, amor, horror y suspenso

Editado: 19.07.2024

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