Empaths

Capítulo 3: Esa persona da miedo

Las clases habían sido tan pesadas que terminé acostándome en el frío mesón de piedra apenas me senté.

- ¿Por qué la cara larga? - Grace me habló primero otra vez Era extraño que lo hiciera ella primero. Me alegré.

- Lo retaron – su amiga Alexi se sentó junto a ella – El profesor notó sus audífonos, aunque el trata de esconderlos bajo su capucha. – Giré la cara sin prestarle atención. Podía sentir la mirada intensa de Grace por mi grosería -. Déjalo, no me importa que me ignore ¿Viste que salimos en las noticias? La historia de la profesora sigue siendo candente.

- No me interesa.

- Claro, solo te interesaría si fuera un caso de tus asesinos seriales ¿cierto?

Levanté mi cabeza lentamente y me puse erguido.

Grace no tenía con quién hablar de sus asiáticos en la universidad, pero los casos de criminales los compartía conmigo y a veces con Alexi, que no lucía tan interesada. Ella es una de las chicas de aquel grupo que me desagrada. Usaba faldas largas de colores opacos y abrigos largos color pastel que le cubrían hasta las palmas de las manos. Se miraba tan inocente y coqueta a la vez.

Las observé un momento y volví a dormir subiendo el volumen de mis audífonos, hasta que tenga mi última clase. Era molesto cuando alguien más venía.

Los siguientes días, mamá se rehusaba a dejarme salir de casa con la bufanda de Pau.

Había pasado una semana de aquel horrible suceso, pero ella repetía que mantenga la guardia.

Sujetaba mi brazo señalando la bufanda verde.

- Prometí a Pau que la usaría todos los días – al ver que no me soltaba, agregué - solo la uso hasta llegar a la universidad mamá. No soy tonto.

Mamá dio una vista fugaz a la sala, asegurándose de que Pau no estuviera.

- No me dijiste si ya cerraron el caso.

- Según Grace, parece que últimamente la profesora estaba muy ansiosa. Dijeron que probablemente se lanzó por el estrés. Estaba llena de deudas.

Dio una respiración profunda y me dio un beso en la mejilla para que siga mi camino.

Yo era más fuerte de lo que mamá pensaba. No recuerdo, en algún punto de mi vida, haber considerado mi condición como una incapacidad, todo lo contrario, lo veía como un don. Saber de antemano qué clase de personas se acercan a nosotros no podía ser una desventaja. He salvado a mamá de estafadores y malos prospectos de novios. No temía morir por una sobredosis de sentimientos ajenos, de hecho no creo haberle temido a nada en especial, al menos hasta ahora.

Pero sí me preocupa mamá. Se ha esforzado demasiado para que podamos tener la vida normal que ella desea.

Hasta que me decidí por la universidad, como cualquier otro estudiante.

La escuela, el colegio, los pasé en casa con profesores particulares. En esta ciudad, el examen para aprobar la escuela y el colegio, es mucho más estricto de lo que uno pensaría, por lo que aprobar esos exámenes con altas calificaciones le da a uno cierto prestigio.

También, tuve una buena puntuación en el examen para las universidades. Nada sencillo cabe acotar. Tomé el examen dos veces, ya que la puntuación para entrar a la universidad que deseaba era demasiado alta para mis regulares habilidades en los estudios. Mi primer examen lo tomé a los 17 años, y el segundo a mis 18, es decir, el año pasado.

Pasé noches en vela, llamando a mi tutor muchas veces los fines de semana. Fue presenciar mi insistencia lo que llevó a mamá a aceptar de buena manera mi determinación.

Los audífonos que cargo, no son nada baratos. Trabajé para comprarlos junto con mamá y Pau. Necesitaba esa clase de audífonos que aislan el sonido para sobrevivir. Literalmente.

Y valió la pena.

Así que no tengo miedo a mi condición, ni a lo que me espera en la universidad.

A excepción de ese día.

¿Cómo podría haber previsto que me convertiría en testigo de un suicidio?

Luego de aquel suceso, tengo más cuidado de no bajar mis audífonos. Nadie me ha reclamado el hecho de que sea grosero que los cargue a cada rato. Le comenté a Grace que los uso para no distraerme en clases.

Siendo un Empath, soy más suceptible a las malas vibras. Nuestra facultad está lleno de ese tipo de personas por la competitividad que requiere nuestra profesión. En especial, la envidia y la hipocresía es la que más ronda.

Yo no soy un buen samaritano, no soy el chico amable que ve lo positivo en todos, siendo un Empath, soy capaz de ver los verdaderos colores de todas las personas que oigo. Incluso a través de los auriculares, puedo oír sus corazones. Nada agradable la mayor parte del tiempo.

Los comentarios hirientes disfrazados de bromas, el interés con pies de las amistades, los deseos íntimos mientras la otra persona sonríe inocentemente.

Sí. Es totalmente desagradable.

El primer día de clases, se dio lugar a una fiesta en el campus. Por supuesto que quería ir, sin embargo… ¿Estudiantes emborrachándose y hundiéndose en alcohol? No soy un suicida.

Aú así, llegué al lugar de la fiesta, o a lo que quedaba de ella.

El dueño de casa había prometido devolverme mi libro de lógica matemática para mi primera clase, así que quedamos en que la recogería camino a la universidad.

Entré a su casa saltándome la reja. Sus papás estaban de vacaciones, razón por la cual hizo aquel fiestón en primer lugar. Me acomodé la mochila al topar el césped y traté de hacer el mínimo ruido posible.

La casa lucía más grande por dentro. Tenía el patio principal y dos patios al costado. Me sorprendió que aún se escuchara música del patio del lado izquierdo. Ignorando aquello, me hice paso entre la gente tirada en el jardín y toqué la puerta de la casa principal, estaba abierta, pero me parecía mal educado seguir mi camino como si nada.

Respiré levemente y me bajé los audífonos, toqué tres veces con mis nudillos.

Nada.

Entré sigilosamente, haciéndome paso sobre los invitados esparcidos por la baldoza, tratando de no pisar a ninguno. Llamé a Diego en voz baja varias veces mientras me hacía paso a la cocina por la sala de estar. Estuve a punto de rendirme y esperarlo en la universidad, cuando escuché unos murmullos en el segundo piso.



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En el texto hay: criminales, habilidad especial

Editado: 02.09.2020

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