Es una noche tormentosa en el Amazonas, fuertes lluvias caen del cielo mientras corro por escapar de quienes han atacado a mi equipo, no se adonde me dirijo ni quienes son las personas que me persiguen.
Buscando en donde esconderme encontré unas piedras sostenidas por la maleza y ramas en posición que formaba una especie de choza, rápidamente escondí allí, me escondí a tiempo, pude escuchar los pasos de quienes me perseguían, bastante cerca de mí, de echo los vi estaban armados y bien equipados.
Después de pasado el susto, me senté y pensé en como había llegado hasta este lugar; cuando vivía en mi casa feliz, escuchado a mi familia contar historias fantásticas, yo un muchacho de ojos negros, pelo negro y de alta estatura, que le encantaba soñar con aventuras tan peligrosas y salir victorioso, explorar sitios desconocidos, descubrir, ver cosas que pocos o ninguna persona han visto.
como empezó todo con una persona misteriosa entregando un paquete a mi casa, dirigido a mí, una caja algo pesada, que con tenia un libro enorme que pesaba más que la caja en la que vino y al lado un papel que decía aventura, en el momento que pronuncie esta palabra, el libro se elevó en el aire y se abrió en una página llamada el tesoro sagrado y una imagen de un balsa con cuatro personas en cada esquina remando, adelante en la embarcación había un sacerdote y a detrás del sacerdote una persona en el centro.
Lo raro era que todo esto era de plata y cobre, al momento de ver esta imagen, supe que ya la había visto, y así era, el nombre de esa balsa era la balsa muisca, pero solo conozco una y está en el museo del oro en Bogotá.
Según el libro en esa pieza del museo hallaría una pista de cómo encontrar un tesoro oculto por los indígenas para que los españoles no lo tomaran e hicieron distintas artefactos con pistas en ellas para ocultar su tesoro.
Pero yo tenía un problema como iba conseguir el tesoro si solo era un joven que le gustaba las aventuras, pensé esto en mi cabeza hasta que una voz dijo –por eso es que tienes el libro- y esa voz provino de mi mente, luego volvió a sonar la voz-eres el elegido para descubrir y proteger esos misterios, por eso necesitas en contra la manera de obtener esa balsa-.
Luego pensé en uno de mis amigos, que trabaja como asistente del encargado del museo, lo conocí jugando un juego desde entonces hablamos cada vez que podemos.
Después le escribí, sobre si podía ir y quedarme en su casa y el acepto.
Cuando abrí los ojos, avía dejado de llover y salió el sol, no sé cuánto tiempo estuve dormido, pero quienes me perseguían me perdieron el rastro igual que yo, no sé cómo estarán los demás de mi equipo.
Ahora creo saber quiénes eran los que me perseguía,-debieron ser del culto de las sombras- dije en voz alta, en ese instante se movieron unos arbustos, fui rápidamente y no había nada más que un papel viejo en el que estaba escrito “estas más cerca del tesoro de lo que crees, no te rindas y continua delante” luego de leerlo escuche un susurro que decía ”lucha contra las sombras, busca la corona de agua”, mire a todos lados pero no vi a nadie, la el susurro se repitió tres vez más, camine por donde escuche la ultimas vez el susurro, moviendo unos arbustos encontré una balsa antigua como la escultura del museo, remos y un arco con flechas.
Lo extraño era que las cuerdas que amaraba la madera de la balsa eran de oro y lo demás no era muy viejo como si lo hubieran construido hace poco unos días.
Conseguí empujar la balsa hasta el rio que estaba allí cerca, pero temía por la firmeza que tuviera la balsa, también temía por la seguridad de mis compañeros y mi seguridad, así que tenía que conseguir ayuda para salvarlos y volver a la búsqueda del tesoro.