En Cada Arruga

Capítulo 3 - La Rueda de Agua (proverbio japonés).

2016- MARZO -10

El salón estaba completamente callado, atónito, no se escuchaba ningún murmuro; algunos de mis compañeros solo miraron al piso, otros, podían ver en sus rostros que existía una angustia y tristeza al mismo tiempo, me quede callada, tome mi asiento y sentí la mano de Aiden recargada en mi hombro.

Aiden. - lo hiciste bien, tranquila – me lo dijo mientras sentía una presión fuerte en el pecho y una angustia en el estómago.

 Cuando termino el horario de clases uno de los nuestros organizo una salida para poder ir a despedir a nuestra compañera, todos fuimos y estuvimos de acuerdo. Cuando llegamos a su casa de Rocío, todo estaba lleno de globos de colores, música alegre y su familia muy servicial; “esto no parece un funeral”- pensé- pero al ver a todos tan a legres la mayoría de mis compañeros se sentía desconcertado, llegamos a pensar que quizá fue una dirección errónea y estábamos en una fiesta y no en un funeral.

. - ¿Disculpa? Lamento la intromisión, pero… ¿aquí es la casa de la Sra. Rocío L.?

. - Deben ser compañeros de ella ¿verdad? ¡Adelante! Pasen y dejen sus cosas cerca de la entrada si gustan.

Todos acatamos la indicación que se nos dio, tomamos asiento y esperamos un poco hasta que vimos llegar el cuerpo de Rocío en una caja hermética de madera la cual contenía una última foto de ella en el hospital, esa foto se encontraba pegada justo en uno de los laterales de la pequeña caja.

. - ¿Me permiten un momento su atención? – dijo a lo lejos una voz tenue y firme-

-Gracias a todos por asistir hoy, nuestra Rocío ya está en casa, muchos se preguntarán ¿Por qué todo se muestra tan distinto en este día? ¿Por qué las decoraciones se inspiran más en una fiesta que en un funeral? Espero no lo tomen a mal, sé que no estamos de festejo, pero… a ella le hubiera gustado que esto fuera así. Gracias por estar aquí…-

Con lágrimas en los ojos, esa mujer no pudo seguir manteniendo un rostro aparentemente feliz, aquí fue cuando comprendimos más cosas; la fiesta si era en honor a Rocío ya que la última persona que estuvo con ella fueron su hermana y sus hijos, su hermana nos explicó que la última voluntad que ella tenía era que se le despidiera con una fiesta, ya que, ella siempre fue una persona muy alegre y optimista, por eso mismo no quería que nadie estuviera ese día triste y llorando, más bien que todos sonriéramos y disfrutáramos cada momento de la vida, tal y como ella lo hacía. Claro, nadie se esperaba todo esto, pero al final comprendes que es más importante a veces cumplir con las últimas voluntades de tu paciente o familiar, cumplir pequeñas cosas que para ellos puede traerles paz y tranquilidad para poder trascender y aceptar ese proceso que para muchos sigue siendo difícil de manejar.

De fondo escuchábamos canciones muy animosas las cuales su familia decía que eran sus favoritas, sirvieron su comida preferida y todo fue un hermoso y ultimo regalo para ella; aunque de momentos veíamos llorar a la familia ellos se limpiaban las lágrimas y seguían sonriendo con el fin de terminar aquel último deseo de nuestra compañera.

Recuerdo acercarme a la pequeña urna donde yacían sus cenizas y ver la foto ultima de ella, se veía tan diferente, no parecía que fuese la misma Rocío que conocí, aun así, aunque la enfermedad la cambiara físicamente, podía notar que seguía teniendo esa misma actitud positiva y esa felicidad en sus ojos, sabía que ella ya estaba en paz mucho antes de poder morir, ella ya se sentía preparada para poder trascender y quitarse de todo mal, su cuerpo sufrió, pero su alma ahora puede estar tranquila donde sea que se encuentre.

Nos dijeron que sus cenizas fueron repartidas en dos partes, una parte se arrojó a la orilla del mar, ya que a ella le encantaba ese lugar; la otra parte esta situada bajo un árbol de cerezo ya que también esa fue su voluntad.

 

 

2018 - MAYO -08

Pasaron los años, me encuentro justo en el último semestre de mi carrera, vaya que el tiempo se pasó rápido; hubo cosas buenas y hubo otras no tan favorables, pero, siempre habrá algo bueno que contar sobre eso.

Después de la muerte de Rocío (dos años después) se nos impartió una materia en particular llamada “Tanatología” parece algo aburrido, pero no lo es del todo; se necesita mucha mente abierta y demasiada lectura para entender a profundidad la tanatología.

La tanatología, según su definición; “Una disciplina científica que se encarga de encontrar el sentido al proceso de la muerte, sus ritos y significado concebido como disciplina profesional, que integra a la persona como un ser biológico, psicológico, social y espiritual para vivir en plenitud y buscar su transcendencia” 

Entender eso al principio cuesta mucho y no tiene nada que ver con la religión (como siempre lo ligamos) van de la mano, sí, pero solo contribuyen al bienestar del paciente y la familia. El proceso de asimilación de la muerte es un poco complicado más que nada por lo apegos que se les tiene a ciertas personas como son (la familia y amigos con relaciones muy estrechas); cuesta trabajo saber y entender que una persona la cual estuvo o marco cierta parte de nuestra vida ya no esté en este en este mundo al que llamamos “mundo terrenal”; todos y cada uno pasaremos por ese proceso, y debemos verlo como algo que es meramente natural, algunas ocasiones se sufre y otras se va como si solo fuera un suspiro, sin darnos cuenta esa persona ya no está; y no solo las personas, vaya, a veces hasta con nuestras mascotas podemos pasar un duelo y sin siquiera saberlo, si también es una perdida y también se le considera un duelo. Muchas ocasiones hemos escuchado a gente decir - ¡Vamos, anímate! Es solo un perro, puedes comprar otro- ¡NO!, al igual que las personas, los animales son distintos y no todos llegan a formar un vínculo tan estrecho, ambas se les consideran perdías y está bien sufrir, llorar y lamentar ciertas cosas, pero ¡ojo! No está bien quedarse justo en ese proceso, uno debe seguir y avanzar, es difícil y créeme que no lo entiendo, y si, no lo entiendo, porque el dolor no es el mismo en las personas, yo podría decir “¡Ey! ¡Mi papa murió” y tal vez sin tanto sufrimiento, pero existe otro tipo de gente que puede pensar “oye! El mío también murió y me duele aún mucho” y terminar diciendo “vaya entiendo tu dolor”. Si algo aprendí de todo esto es que:




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.