CAPÍTULO 25
Alyson se despierta, oyendo Como Yo Te Quiero de Maite Perroni, se saca los audios y apaga la música, ve la hora y son las seis en punto de la mañana, no tiene ánimos de nada pero debe de ir a la Universidad, se da una ducha y se cambia, se pone una blusa celeste manga larga con un chaleco corto encima, un jean negro y sus zapatillas, se hace una cola alta y se pone sus lentes que no los usa diariamente, alista su mochila con sus libros de Anatomía, Biología, Química, Fisiología, en otro cierre mete su celular con sus auriculares de color rosado.
Baja a desayunar, ve a su hermana preparando unos ricos panqueques
- Buenos días Alyson, pensé que todavía no te habías levantado, ¿estás bien?
- Si estoy bien, no te preocupes. Le respondo con voz baja
- Ya sabes si algo malo te pasa, me debes de contar, esa fue nuestra promesa. Ella me sonríe y me entrega mi plato de panqueques, yo sonrío
- Está todo bien.
- Si eso espero porque si ese Fernando te hizo algo, conmigo tendrá que arreglar cuentas. Yo me río
- Voy a desayunar con Yared. Le sonrío nuevamente
Me siento en la mesa al lado de mi hermano:
- Buenos días Aly. Él me sonríe empapado de miel por los panqueques, yo me río y le doy un besito en la cabeza
- Buenos días Yared. ¿Qué tal te va en el colegio? ¿Todo bien?
- Si todo muy bien, tengo muchos amigos. Yo sonrío
Mi hermana y Yared se van antes que yo. Lindsay siempre va a dejar a mi hermano a su colegio y después se va al trabajo, a la hora de salida, la señora Jane lo recoge, cuando termino de desayunar, lavo mis trastes, y me llega un mensaje de Fernando, el cuál dice que está que me espera afuera de mi casa, yo no sonrío, no le respondo, me termino de cepillar los dientes, luego salgo de casa, lo veo, él me mira y me sonríe, pero yo no, me acerco a él:
- Hola mi amor. ¿Cómo amaneciste? ¿Ya desayunaste? Es lo primero que me pregunta.
- Si. ¿Ya nos podemos ir a mi Universidad? Por favor.
- Claro pero antes te daré un besito. Se acerca a mí para besarme pero yo me alejo
- Fernando quiero irme a estudiar tengo mucha tarea que presentar.
- ¿Está todo bien? Me pregunta arqueando la ceja.
- Si, todo está bien, vámonos. Le respondo seriamente
Los dos caminamos, yo un poco alejada de él
- Aly para por favor. Yo me detengo, él me mira, y yo solo me limito a mirar al suelo
- ¿Qué te pasa mi amor? Él me levanta la barbilla, yo lo miro y no puedo evitar soltar una lágrima
- ¿Por qué lloras? Me pregunta algo preocupado
- Fernando ¿te puedo preguntar algo? Mi voz suena algo miedosa
- Claro, cualquier cosa, dime
- Antes de eso, necesito que me respondas con total sinceridad, te pido eso. Él me acaricia el rostro y asiente
- Tú… Yo miro al suelo y después lo miro a él
- Fernando tú todavía ¿sigues en malos pasos? Él alza una ceja, algo serio responde:
- Alyson ¿a qué te refieres? Yo lo miro extrañada, sabe a qué me refiero, por qué me lo pregunta
- ¿Cómo a qué me refiero? Tu sabes a que me refiero, solo quiero que me digas la verdad, sé sincero conmigo, si en verdad me quieres, debes decírmelo, porque no quiero que me lastimes, no quiero que seas tú quien me haga eso. Te quiero con todo mi corazón y nunca te deje de querer desde que te conocí en secundaria.
- Estoy siendo sincero contigo, Aly no sé de donde sacaste que yo sigo en mis problemas con las drogas, mi amor yo he cambiado. ¿Acaso no confías en mí?
- Confío en ti, pero a veces siento que es difícil.
- Eso quiere decir que no confías del todo en mí. Por Dios ¿Quién te metió esas ideas en la cabeza?
- Eso no importa. Le respondo
- De seguro fue uno de mis amigos de la fiesta que te dijo eso, como ellos son así, pero yo no, no les creas, lo hacen por joda, son así ellos. Pero no quiero pelear, es mejor olvidar lo que te hayan dicho, ¿sí? Muy bien hay que ir a tu Universidad sino vas a llegar tarde, y yo no quiero eso. Yo asiento, no sonrío para nada. Él agarra mi mano, cruzamos una mirada y sonreímos. Maldita sea ¿Por qué siempre me saca una sonirsa? Dios, este chico tiene mi corazón.
Llegamos a la Universidad, cuando me volteo para despedirme de él, de repente me da un beso sin esperarlo, yo esta vez no lo detengo, siempre consigue la manera en que le crea y yo lo hago, quizá porque él tenga razón o porque lo quiero demasiado como para no querer que este amor se termine.
- Esta vez si te voy a recoger, no te dejaré sola. Guiña el ojo mientras me acaricia mi cabello. Yo asiento y le doy un abrazo.
- Te quiero mucho. Le susurro al oído