La vida está llena de sorpresa, de luz, de oscuridad, de misterio y tal vez incluso de más magia de la que podemos ver, todo mi mundo dio un giro de ciento ochenta grados sin previo aviso y estoy segura de que era lo que necesitaba para vivir realmente…
He estado vagando por lo que me parece una eternidad por un largo pasillo que tiene cientos de puertas cada una me ha llevado a momentos que incluso creí olvidados, y otros que simplemente desearía atesorar por la infinitud, como aquellas tardes en las que con tía lizzy nos recostábamos en el enorme sillón con vista al jardín que nos daba una perspectiva magnifica del firmamento nocturno, o en los cientos de veces en las que ella me tapaba con una manta al término de cada historia magnifica. Cada una de esas puertas representa un momento con tía lizzy porque ella ha estado ahí desde siempre…
Lo maravilloso de este lugar me deja sin un dominio completo de mis sentidos, cada recuerdo y cada emoción que evoca de los recuerdos me atrae como una incauta abeja hacia el más dulce panal de miel, no sé qué busco, y la necesidad de encerrarme eternamente en una de esas vividas memorias me quita toda preocupación por ello…
Tomo el pomo de la puerta más cercana y me encuentro con último que hubiera deseado ver… frente a mí se extienden las imágenes de una pequeña niña rubia que es abrazada por sus padres, por última vez, solo que ella no lo sabe…
_Pequeña Fanny debes comportarte con tía lizzy como una niña grande, Papá y yo haremos un viaje muy largo – dice mi madre con lágrimas en los ojos, lo suficientemente discretas para que una niña de seis años no las notara, pero en estos momentos deduzco muy a mi pesar que ellos sabían a lo que se enfrentaban al salir de allí- tú debes ser muy fuerte, recuerda que eres mi princesita guerrera, Fanny. Mamá te ama, recuérdalo quieres
_Si, mami. Yo también te amo, por favor vuelve pronto- dije soltando mi inmaculado oso de felpa al suelo- regresa muy pronto, para que puedas arroparme tu, tía lizzy no lo sabe hacer bien- era muy pequeña entonces para notar los sollozos de mi madre o las lágrimas que se resbalaban silenciosas por los ojos de mi padre, yo jamás lo aprecie, pero ahora me arrepiento porque tal vez pude haberlos retenido con mis pequeños brazos
_ven con papa, pequeña- dijo mi padre extendiendo sus brazos en mi dirección, al mismo tiempo que mi yo adulto se desangraba lentamente por dentro al recordar que aquel día mis padres no había empacado nada más que mi ropa, porque para ellos sería un viaje sin retorno, y lo sabían-cuídate y se muy feliz, haz caso a lizzy y no causes problemas, mi pequeña valiente te amo inmensamente mi niña, adiós- el beso que me dio en la frente antes de que mama se nos uniera en un abrazo lo sentí incluso con una barrera mental de por medio
Sus lágrimas mojaron mi esponjoso vestido, y sus manos despeinaron mi liso cabello.
_ No lloren, van a volver muy pronto- dije con mis sueños de niña a rebosar –mami cuida a mi osito por mi mientras viajan, para que no me extrañes tanto, y tu papi lleva mis galletas para el camino, así no te da tanta hambre. Dije entregando a cada uno los que serían mis últimos obsequios
_Es hora de que se vallan o será demasiado tarde- dijo tía lizzy con premura en la vos y pesar en los ojos- los quiero demasiado. A ella la cuidare con mi vida- dijo al envolverlos en un abrazo
Cada uno me dio un lago beso sobre mi frente y después salieron por la puerta frente a nosotros…
Todo empezó a desaparecer a mí alrededor hasta que solo quedo una luz sobre mi cabeza.
Aquel día fue el último de lo que era mi familia, porque los más importantes pilares desaparecieron…
Me sentía a morir y no tenía más que dolor a mí alrededor.
Una potente luz anaranjada rojiza se extendió por mis costados y pensé que otro recuerdo tomaría lugar, pero luego, el peso de lo que parecía una mano me indico que no lo era…
_ Bianca, no remuevas los sentimientos que te proco el pasado, el mundo muchas veces es cruel y despiadado pero también trae cosas buenas consigo
_ Quien eres- pregunte con desdén al girarme, me encontré con un chico de cabello cobrizo casi rojo con los ojos verdes, la piel blanca y los rasgos marcados, una estatura considerable y en general bastante guapo- y como es que estas aquí
_Yo soy Agni, y voy a ser tu guía, juntos encontraremos lo que buscas, pero antes debes dejar de llorar, se lo que significa rememorar sentimientos con aquellos a quienes perdiste, lo mejor es seguir adelante - dice con una enorme tristeza reflejada en su mirada esmeralda mientras aplica todo el peso de la misma a mi persona
_Tienes razón- dije tomando su mano extendida, el calor de la misma se extendió por mi palma hasta la última célula de mi ser- muéstrame el camino- pronuncie con extrañeza ante la idea de querer estar así por siempre, con una última sonrisa tranquilizante de su parte nos pusimos en marcha
_El recuerdo que buscamos es uno que fue bloqueado hasta que llegase este momento, pero la respuesta al dilema solo la puedes hallar tú- indico mientras abría la puerta a nuestro lado
Al otro lado había una enorme sala de forma circular conformada por paredes de piedra, pisos de madera y ventanas desde el suelo hasta el elevado techo, En el centro había un atril del mismo tamaño color y forma del que me había mostrado Tália, la diferencia era que este estaba suspendido sobre un escalón en medio de un pequeño pozo de agua, sobre el mismo estaba puesto un gran libro y frente a él una mujer de cabellos negros miraba a los presentes
Justo enfrente estaba mi yo de nueve años vestida con una camisa blanca de mangas largas, un lazo azul anudado al cuello, una falda azul corta, zapatos bajos y una capa blanca con tonos dorados que se extendía a su alrededor a causa del aire