Narra Axel
Sin darme cuenta, una semana había pasado desde mi primera cita con Mía. Todo parecía perfecto; ella aceptó ser mi novia y a mí no me importaba la diferencia de edad. Parecía que a ella tampoco le importaba. Ya saben lo que dicen: en el corazón no se manda.
Estaba en mi oficina cuando alguien tocó la puerta.
- Adelante - dije sonriendo, creyendo que era Mía. Pero mi rostro cambió cuando vi que no era ella.
- Hola, Axel - dijo Julia.
- ¿Julia? ¿Qué haces aquí? - pregunté sorprendido.
- Trabajando. Me transfirieron a esta escuela... soy la nueva profesora de Matemáticas.
- Qué bien - dije sin entusiasmo.
- Sabes, desde que terminamos, me he sentido algo sola... - dijo Julia con un tono seductor.
- Axel, lo siento, fue un error que termináramos. Yo aún te amo - continuó diciendo.
- El pasado ya es pasado, Julia. El sentimiento no es mutuo. Yo sí te olvidé - respondí cortante.
- ¿En serio te olvidaste de mí? - preguntó Julia, mientras una lágrima caía por su mejilla. - He cambiado, lo juro. Solo quiero una segunda oportunidad.
- Julia... créeme que lo nuestro fue especial. Te quise mucho y me dolió mucho que me dejaras. Pero ya lo superé y ahora solo puedo quererte como amiga - dije, tratando de ser amable.
- ¿Amiga? - preguntó incrédula.
- Amiga nada más, y eso ya es mucho considerando que me fuiste infiel - respondí.
- Sé que te lastimé, pero... - intento explicar.
- Ya no hay rencor - la interrumpí - pero yo ya no te amo.
- Pero Axel, amor... - siguió diciendo Julia.
- No me digas así - la interrumpí de nuevo - ya no somos nada, por favor entiéndelo.
- Pero yo te amo - insistió Julia.
- El amor es entre dos personas que se gustan, y tú no me gustas - dije con firmeza.
Julia se me acercó y en un abrir y cerrar de ojos me besó. La aparté al instante y me di cuenta de que Mía había entrado en ese momento. Mía se fue corriendo.
- ¡Mía! - la llamé, tratando de explicarle la situación.
Narra Mía
Tenía muchas ganas de ver a mi querido director, así que me acerqué a su oficina. Noté que la puerta estaba entreabierta y pensé en golpear, pero luego decidí que sería mejor sorprenderlo. Sin embargo, cuando entré, me llevé una sorpresa desagradable: Axel estaba besando a una chica. Sentí como si mi corazón se hubiera partido en mil pedazos.
- ¿Señor director? - dije con lágrimas en los ojos.
- ¿Mía? - Axel parecía sorprendido.
- Siento interrumpir - dije antes de salir corriendo de la oficina.
- ¡Mía! ¡Espera! - escuché que me gritaba Axel, pero ya estaba demasiado lejos para volver atrás.
Narra Axel
- Amor, no te preocupes. Ella es solo tu estudiante, ¿verdad? - intentó justificarse Julia.
- Julia... no vuelvas a besarme y no vuelvas a llamarme así. Entiende que no somos nada - le dije con firmeza.
- Pero, Axel... - intentó seguir hablando.
- Pero nada - la interrumpí - y si sigues sin entender, voy a pedir que te saquen de esta escuela.
- Pero yo te amo - insistió Julia.
- Vete de mi oficina, Julia - le dije con seriedad.
- Y si no me voy, ¿qué? - preguntó desafiante.
- Está bien - dije mientras me dirigía al teléfono.
- ¿A quién llamas? - preguntó Julia.
- Al ministerio de Educación. Le pediré que te saquen de esta escuela - respondí.
- Está bien... ya me voy. No te molestaré más - dijo Julia mientras salía de la oficina y azotaba la puerta.
Después de que Julia se fue, pensé en Mía y en cómo ella podría haber malinterpretado lo que vio. Pero yo sabía que la amaba a ella y que no tenía nada que ver con lo que acababa de pasar con Julia.
Narra Mía
No puedo creer lo que acabo de ver... No puedo parar de llorar. ¿Cómo llegué hasta las gradas? No importa, lo importante es que siento un dolor muy grande en el pecho... ¿Por qué Axel me hizo esto? No, es imposible, creí que me amaba.
- ¿Mía? Te encontré - escuché la voz de Axel.
Levanté la mirada y ahí estaba él.
- ¿Qué quieres? - dije secando mis lágrimas.
- Explicarte lo que viste - dijo sentándose a mi lado.
- ¿Qué me vas a explicar? ¿Que te besaste con otra chica? ¿Quién es ella? - pregunté con tristeza.
- Ella es mi ex... - respondió Axel.
- ¿Tu ex? - interrumpí - ¿Qué hace aquí?
- El ministerio de Educación la mandó como la nueva profesora de Matemáticas - explicó Axel.
- ¿Aún sientes algo por ella? - pregunté con el corazón en la mano.
- No, ella me besó a mí... pero yo no siento nada, porque te amo a ti - dijo Axel con sinceridad.
- ¿Cómo puedo creerte? - dije bajando la mirada y cubriendo mi rostro con mis manos.
Axel quitó mis manos de mi rostro y acercó sus labios lentamente hacia los míos, besándome tiernamente.
- Mírame a los ojos - dijo y delicadamente tomó mi cara, haciendo que nuestras miradas conectaran.
- Te amo de verdad y por ella ya no siento nada - dijo Axel con convicción.
Sus ojos tenían algo que me hizo querer confiar en él. Quería creerle.
- ¿Me perdonas por lo que pasó? - preguntó Axel.
No pude evitarlo y me abalancé sobre él. Axel me cubrió con sus fuertes brazos y me besó. Con ese beso sentí todo el amor que sentía por mí, sentí su sinceridad. Ambos nos amábamos.