Narra Mía
Después de la graduación, la vida parecía estar llena de posibilidades y alegría. Axel y yo nos habíamos convertido en una pareja fuerte y comprometida, y estábamos ansiosos por lo que el futuro nos deparaba. Pero no podíamos imaginar lo que vendría en el próximo capítulo de nuestras vidas.
Un día, mientras estábamos disfrutando de una romántica cena en nuestro restaurante favorito, Axel tomó mi mano y me miró a los ojos con una expresión seria pero llena de amor.
- Mía, estas últimas semanas han sido las más increíbles de mi vida. Tu amor y apoyo han sido mi mayor fortaleza. Y hoy, en este momento perfecto, quiero hacerte una pregunta muy importante - dijo Axel, con voz temblorosa.
Mi corazón comenzó a latir rápidamente, sintiendo la emoción y la anticipación en el aire.
- ¿Mía, te casarías conmigo? - preguntó Axel, sacando un hermoso anillo de compromiso.
Las lágrimas de felicidad llenaron mis ojos mientras asentía con entusiasmo.
- ¡Sí, Axel! ¡Sí, quiero pasar el resto de mi vida contigo! - respondí, con la voz llena de emoción.
Nos abrazamos con fuerza, sabiendo que estábamos comenzando un nuevo capítulo en nuestra historia de amor. El compromiso nos llenó de alegría y la certeza de que estábamos destinados a estar juntos.
Pocos días después, llegó el cumpleaños número 8 de Manuel, mi dulce hermano. Queríamos hacer de ese día una celebración inolvidable. Organizamos una fiesta sorpresa en el parque, invitando a nuestros amigos y familiares más cercanos.
Cuando llegó el momento de cantarle el feliz cumpleaños a Manuel, sus ojos se iluminaron de alegría al ver la hermosa tarta y los regalos que le esperaban. Todos cantamos con entusiasmo mientras él soplaba las velas, llenando el aire con risas y felicidad.
Después de la celebración, Axel y yo nos acercamos a Manuel y le entregamos un regalo especial. Era un álbum de fotos lleno de recuerdos de nuestra familia y momentos especiales que habíamos compartido juntos.
- Feliz cumpleaños, Manuelito. Queremos que siempre recuerdes cuánto te amamos y cuánto valoramos tener a un hermano tan maravilloso como tú - dije, abrazándolo con cariño.
Manuel sonrió ampliamente y nos abrazó con fuerza.
- Los amo mucho a los dos. ¡Gracias por hacer de mi cumpleaños el mejor día de todos! - exclamó, con los ojos llenos de gratitud.
Ese día, mientras miraba a Axel y a Manuel, me di cuenta de lo afortunada que era de tener a estas dos personas increíbles en mi vida. Juntos, formábamos una familia llena de amor, apoyo y felicidad.
A medida que avanzábamos en nuestro compromiso y en la planificación de nuestra boda, sabíamos que enfrentaríamos desafíos y obstáculos en el camino. Pero con el amor y la fortaleza que compartíamos, estábamos seguros de que superaríamos cualquier adversidad juntos.