En El Cuerpo De Mi Asesina

CAPÍTULO 6 (BOLLITO)

Sus palabras me cayeron como bomba, y pudo darse cuenta de mi reacción tartamudeé un poco y torpemente le respondí, pensé que esto era en relación a mi arresto de la otra noche.

Al terminar de decir esto me di cuenta que con cada palabra me ponía una soga al cuello, así que decidí sólo contestar lo que preguntará y procesar cada una de las preguntas.

El detective Cisneros era un hombre joven se veía bastante culto amable y de buenos modales no era muy alto, su vestimenta era bastante clásica de pronto me sentía como en una película de gánsters de los años 30.

Notó mi nerviosismo y se aprovechó de él, sonrío de manera sarcástica y mientras se rascaba su barba me preguntó con un tono bromista, ¿así que la detuvieron la otra noche? Cuénteme que hizo, yo sonreí aún más nerviosa y le respondí, ¿acaso no vio mi expediente? Él nuevamente sonrío sarcástico y me respondió podría usted ahorrarme leer unas cuantas hojas, además para mí es más productivo escuchar su propio testimonio.

Yo me sentía acorralada si él sospechaba el lugar donde Leticia desapareció, le sería muy fácil atar conjeturas y muy sospechoso que me hayan arrestado en ese mismo lugar.

Torpemente le respondí, acaso no debería estar mi abogado presente, él se rascó la cabeza se dio la vuelta camino a su silla y se sentó de manera brusca juntos sus manos a la altura de su boca, adoptó una postura pensativa me miró unos segundos y dijo, no sé si son sus nervios o verdaderamente esconde algo yo la llamé aquí para hacerle una pregunta sencilla digamos sólo una declaración de los hechos, usted misma hablo del arresto ¿y ahora me pide un abogado?

Yo traté de tranquilizarme, me senté, crucé mi pierna y puse mi bolso para recargar mis manos respire profundo y respondí, no tengo nada que esconder tiene razón tal vez sólo me pone nerviosa hablar con usted no estoy acostumbrada a charlar con nombres de su categoría y mucho menos con sus modales. El detective Cisneros era muy listo podía notar que no su cumbia ante los halagos.

Aclaró su voz apoyo su barbilla sobre su mano tomando una postura más cómoda cambió su tono de voz y de una manera más relajada me dijo, comencemos desde el principio olvidemos que mencionó lo del arresto dígame qué me puede decir de la señora Leticia, su voz era tranquila eso me permitió responder con más calma, con un tono indiferente igual al que usaría Laura le respondí, apenas y la trate no éramos amigas digamos que teníamos cierta rivalidad de amores, sí lo sé, eso era totalmente falso pero si él tomaba la declaración de los demás dirían algo similar sobre todo si le preguntaban a Juan. El detective Cisneros con un voz calmada me dijo, tiene mucha razón hace un rato tomé la declaración de otro de los testigos y me dijo exactamente lo mismo, que usted le tenía cierto resentimiento a Leticia, yo lo interrumpí no era resentimiento simplemente colocaba barreras alrededor de lo que es mío, el detective Cisneros me miraba con mucha calma no le importaron mis palabras; era como si se fijara más bien en las reacciones de mi cara o de mi cuerpo entonces preguntó ¿dónde estaba usted la noche que Leticia desapareció? respondí rápido, si mal no recuerdo me estuve un poco más tarde que los demás, Leticia toma el camión especial y a esa hora estoy entregando mis reportes el que tal vez pueda darle más datos es su jefe Juan, no quise desaprovechar la oportunidad de ponerlo en jaque, también era en cierta forma culpable y tenía que pagar el haberme violado, el detective Cisneros me escuchó con mucha atención tomó unos cuantos datos cosas de rutina, número de teléfono, dirección y me preguntó en qué horario podría encontrar a Juan, así que me aseguré de decirle a un horario en el cual yo pudiera estar cerca; quería ver el rostro de Juan cuando el detective le preguntara por Leticia.

Ahora sí dígame qué fue eso del arresto, junté mis manos y bajé mi mirada fingí una mirada triste si era posible tenía que llorar empecé a decirle un hombre me alcanzó en un semáforo camino a casa me hizo conducir hacia un lugar desolado ahí me bajó del carro y me hizo caminar, trato de abusar de mí pero yo me defendí tomé un una rama de un árbol y lo golpeé hasta cansarme él se levantó golpeado y trató de huir caminaba de regreso a mi auto cuando una patrulla me interceptó les conté lo sucedido pero no encontraron el tipo que me atacó y después de eso me vinieron las crisis de la pérdida de memoria.

Él me miraba incrédulo, cómo buscando alguna falla en mi testimonio no me hizo más preguntas; sólo me pidió estar pendiente del teléfono y asistir puntual cuando él me llamara de nuevo, extendió su mano para despedirse y al apretarla me dijo, hay callos en sus manos, de verdad golpeó muy duro a ese tipo o ¿tiene un segundo trabajo cavando? No le respondí al paso de unos segundos soltó una carcajada y me dijo no se preocupe vaya a casa ya tengo lo que necesitaba continuaré con mi investigación, me despedí con mucha calma no quería que notara mis nervios, era obvio que ese hombre sospechaba algo.



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En el texto hay: amor y magia, reencarnaciones

Editado: 05.04.2018

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