Cuando las personas fallecen dejen en sus seres queridos una nostalgia extraña, hace casi dos semanas he tenido sueños muy frecuentes referentes a ti, en esas noches de desvelos me pongo a leer tus cartas que guardo con recelo en medio de mi cuarto en una de las cajas que me regalaste, quisiera dejar de ser tan quisquillosa, pero es inevitable, en los sueños sigues siendo tan tú como es posible, lo cual al despertar me deja una sensación rara, mi amiga ha unido los puntos de todas las cosas que le he contado, crea múltiples hipnotices sobre lo que fuiste en mi vida y lo que sigues siendo, eras la persona con más raro sentido del humor que conocí y eso me agrada, me di cuenta de que fuiste mi colchón, mi lugar seguro y ahora que ya no estas lo reconocí, todos tenemos un lugar que nos hace feliz, nos hace sentir que aunque la tormenta sea grande nos reconforta, nos alienta a seguir adelante, recuerdo una de nuestras salidas, estaba feliz, pero confundida con respeto a seguir escribiendo historias, una semana antes había ganado un primero con una de las historias que escribí "Mi querido anónimo", después recibí un comentario que me hizo dudar acerca de eso, para mi Dios siempre fue lo más real que tenía y tengo en mi vida, el hecho de que en mi mente viajen muchas ideas, creía que podía plasmarlas, un comentario me hizo pensar que no, me regañaste como diez horas solo para explicarme que podía crear y hacer todo lo que me propusiera, al día siguiente habías ingresado a leer todos los comentarios positivos que dejaban en mis historias, los imprimiste, me los entregaste de forma anónima, pero enseguida supe que habías sido tú, te lo agradecí con uno de tus postres favoritos.
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Editado: 29.03.2022