El sótano

Ya durante la noche, todos se preparan para dormir, excepto el equipo, ellos vigilan lo que enfocan las cámaras desde tres monitores diferentes, pero pasan las horas y no ocurre nada. Hasta que llega el momento en el que el sueño los invade y acaban todos dormidos, pasan unos minutos, la casa como siempre es invadida por un mar de silencio que logra que uno escuche el sonido de las pantallas de los monitores que son como zumbidos, de repente se despierta Kevin, primero mira por todos lados aunque no puede ver mucho por la oscuridad.
Luego escucha que alguien caminaba por los pasillos, despierta a los demás y les dice lo que sucede. Rápidamente, todos agarran sus máquinas "detectoras" de fantasmas, luego empiezan a recorrer los pasillos en medio de la oscuridad, unos segundos después escuchan un ruido en la cocina, se dirigen hacia allá y de repente prenden las luces.
Al prender ven que solamente es José que bajó a tomar un vaso de agua...

—¿Qué?, ¿No puedo bajar de mi pieza para tomar agua?— les pregunta al verlos con toda esa maquinaria encima, ellos se quedan parados en sus lugares por unos segundos mirándolo fijamente, no saben ninguno qué responderle, al terminar su vaso de agua vuelve a su habitación. Vuelven al living los del equipo y se sientan otra vez en frente de los monitores.
Unos minutos después, una de las cámaras captura una foto automáticamente en la puerta del sótano de la casa. Nicolás les dice a Daniel y Alberto que vayan a revisar, ambos agarran una cámara y graban mientras se acercan hacia la puerta de ese sótano.
Alberto agarra la foto que tomó la otra cámara y luego de unos segundos de mirarlo bien, ve una mano con uñas largas en la puerta como si alguien se estuviese yendo hacia adentro del sótano. Le muestra a Daniel...
—Tendríamos que bajar para ver si hay algo—...
—Sí, vamos— Entran lentamente bajando por las escaleras mientras siguen grabando ambos, llegan abajo y prenden una lámpara que se encuentra colgado cerca de ellos. Pero aún se ve oscuro, así que Alberto le ordena a su compañero...
—Subí otra vez y trae linternas. Yo te espero acá—
—Bueno— Sube y Alberto se queda abajo a mirar, mira por todos lados mientras sigue grabando. De repente en una parte oscura que se encuentra en frente de él pasa una señora, Alberto se asusta un poco al ver eso, pero supera sus miedos y se acerca a mirar hacia ese lado.
Camina lentamente, luego gira hacia la derecha y ve a la señora de espaldas. Él sigue grabando a cada rato, pero en la cámara al echarle un ojo observa que no registra nada.