El cuento de Selefósimes

-¿Sábes dónde estamos?- Le preguntó Kristeena, luego de un minuto mirándose uno con el otro...

-En una Casa- Le respondió el con seguridad tratándo se hacerse el chistoso...

-¿De quién?-...

-No lo sé, supongo que seguramente de alguien que murió, pero que fué muy especial-...

-¡Exacto!.. Estamos en la casa de una familia muy especial para mí. Ya que la primera vez que vine a la tierra fué aquí, el niño más pequeño de esta familia, fué el que me invocó.
Pasó en una habitación de arriba, el niño miró un día hacia la esquina del techo de su cuarto, de la misma manera en que tu hiciste esa noche del 89' e invocaste a mi hermano. Me hice amigo de ese Niño, y luego comencé a aterrorizar a su familia, Etcétera-...

-Así que aquí comenzó todo para tí-...

-Sí, los fuí matando uno por uno lentamente, debo admitir que eran muchos, hasta que un día, no me gustó algo que ví en ese niño, tenía una medalla que me debilitába mucho, así que tuve que asesinarlo lo más antes posible antes de que me hiciera algo con esa cosa. Una madrugada mientras él dormía lo ahorqué con mis propias manos.
Luego los fuí matando a los que faltaban, después de terminar con ellos vinieron más familias a querer vivir aquí, pero en esos momentos yo no me había ído aún. Me divertí un rato asustándo a cada uno de ellos, hasta que nadie más vino por miedo, la última familia que asesiné eran de Argentina justamente, y además trajeron a un equipo de cuatro personas que no me gustaron, me fué un poco difícil asesinar a esa familia por culpa de ellos-...

-Espéra.. ¿Ese equipo no és el mismo equipo que murió en mi casa en el 89'?- Le preguntó José curioso, Kristeena lo míra y le dice...

-Si.. ellos vinieron aquí en el 77', no los pude asesinar, pero sí a esa familia que los trajo, aunque uno salio vivo. Se fué con ellos, el que se fué con ellos en ese momento tenía 20 años, se llamaba, Kevin-...

-Kevin- Dijo José en voz medio baja pensando y recordando de que uno de los miembros del equipo que fué a su casa en el 89' se llamaba de esa manera...

-Si.. El equipo vino hasta aquí ya que eran conocidos de esa familia desde mucho tiempo atrás-....
Varios minutos después el Detective llega con Brisa y Camilo, frenó el auto en frente de la casa...

-¿Es acá?- Le pregunta Brisa yá afuera del auto al igual que Camilo...

-Sí- Le dice el Detective con mirada medio preocupante bajando del auto, luego quisieron acercarse hacia la puerta ella y Camilo pero el Detective les dijo que esperaran- ¡Esperen!- Los dos lo miraron y lo vieron apuntándolos con el arma...

-¿Qué?- Dice Camilo, medio confundido...

-Quiero que levanten las manos, ¡los dos!- Ambos levantaron las manos, rápidamente se les acerca y les pone la esposa otra vez a cada uno...

-Por si hacían en algo si se enteraban antes y me dificultaba traerlos- Les dice el Detective -¡Vamos! ¡Entren!- Entran en la casa. Al entrar y pasar por el pasillo, Brisa fué la primera en verlo a José sentado en ese lugar...

-¡José!- Dijo al verlo y rápidamente fué a tratar de abrazarlo con las esposas puestas ambos, Brisa no la vió a Kristeena ya que desapareció de ese lugar justo al entrar ella y José desviara su mirada hacia su derecha...

-¿Estás bien?- Le preguntó José...

-Sí, ¿y vos?-...

-Bién, bien- Camilo y el Detective los miraba desde la entrada, de repente Kristeena le dice al Detective desde la Oscuridad...

-Te díje que no tardáras- Brisa se asusta y rápidamente mira hacia ella y la ve parada en la oscuridad mirándolos atentamente...

-Es que no podía sacar a unos oficiales de encima- Le responde el Detective...

-No me importa.. ahora te puédes ir tranquilo a tu casa, tu familia te debe estar esperando- El Detective los mira a José en compañía por un momento y le dice a Kristeena...

-Gracias- Rápidamente sale de ese lugar corriendo. José recién en ese momento se dá cuenta de por qué lo estaba haciendo.

-Jeje, el imbécil se enojará al llegar a su casa y encontrarse a su hijita más pequeña estándo sin respirar- José la míra con enojo- Se lo merece, no debió tardarse tanto en traerlos- Luego se les acerca lentamente a cada uno mientras los míra a los ojos. Primero se le acercó a José luego a Brisa y después a Camilo, al acercarse a Camilo se quedó en frente de él y lo míra por varios segundos a los ojos sin parpadear ni decirle nada. -¿Te acuerdas de mí?- Le preguntó de repente...