capítulo 7

Estaba descansando en el sillón, la mujer estaba en el otro lado viendo hacia la ventana, la luz de las velas iluminaba el lugar, no sabía si ella estaba al tanto de la situación de la ciudad, o sabía que pasaba en realidad.

-oye

-sí, ¿Qué pasa?

-a ¿Qué horas te vas?

-ah…

-descuida no te estoy echando, es solo que… es difícil estar cuidando al hombre que está en ese cuarto

-¿Qué, no es tu padre?

-si, el bastardo lo es

-¡ahhhh!, ¡necesito ir al baño!, ¡por favor!

-te puedo pedir un favor

-si

-puedes llevarlo al baño

-ah, si

Fui al cuarto, ahí estaba un anciano, no se veía bien, bueno estaba enfermo, eso era obvio.

-¡¿Quién eres?!, ¡¿Dónde está mi hija?!

-me pidió que lo lleve al baño

-… de acuerdo

-a ver deme la mano

Lo dirijo al baño, apenas podía pararse, no sabía que había una enfermedad, que te dejaba así, una vez que pudo orinar, lo regrese a su cama.

-está bien

-… no

-ah, ¿Por qué?- ¿Por qué pregunte?

-… mi hija, todavía no me perdona

-…

-… todo lo malo que le hice, estoy arrepentido, no ¿quiero morir?

-bueno, no sé qué mal hizo, pero sabe, aun le pida perdón, eso no lo salvara de morir, tal vez ya llegó su hora

 -solo quiero que me perdone, es todo

-pues pídaselo

-siento que todavía me odia, por hacer que su madre nos abandonara

-… eso ya no importa, si de verdad te odiara, no estaría aquí cuidándote

-… llámala, ¡por favor!

-si

Salí del cuarto, ahí ella estaba tomando lo que parecía whisky.

 -quiere hablar contigo

 -de que

-… de todo

-puf, jajaja, así que, ahora que está agonizando viene a pedirme perdón

-… no sé qué te hizo, para que te pongas así, pero…

-me golpeaba, después que mi madre se fue, él se ponía borracho, y siempre me pegaba, nunca había un día que no me pegara

-…

-ya te vas

-sí

-será mejor que hables con el

-…

Se fue al cuarto, por alguna extraña razón me quede, al principio escuche los gritos de la mujer, después de un tiempo su llanto, hasta que ya no se escuchaba nada.

Sin saber qué hacer, fui a ver, abrí un poco la puerta, ahí estaba la mujer sentada junto a su padre llorando, parece que lo perdono, me quite del lugar, no me interesaba quedarme.

Una vez fuera del edificio seguí mi camino, quería volver a donde pertenecía, aunque no sabía cuál era ese lugar.