En Otro Reino.

NARCISOS EN UN CUMPLEAÑOS (PARTE 2)

ELOISE. 


El olor a alcohol inunda mis fosas nasales y no es necesario saber que mi enemigo esta un tanto ebrio. 
Se acerca a la ventana y mira en silencio el cielo. 
—¿Qué ocurre? —rompo ese silencio. 
—Estoy cansado, —la voz se le escucha pesada y pausada. —mucho de hecho.
—Deberías ir a casa, descansar y evitar hacer locuras. 
Su risa inunda el lugar y la mirada que me dedica hace que retroceda, no es de maldad, pero tampoco sé como descifrarla. 

—Debes ir viendo como bajas de la nube al príncipe. —el tono autoritario que emplea no me ayuda en nada.
—¿Por qué?
—porque no quiero compartirte con nadie, me he estado aguantando las ganas de quitártelo de encima toda la noche…, de que solo seas mía… sin embargo, me detengo porque no quiero que pienses que solo soy un caballero cuando estamos a solas, porque quiero gritarle al maldito mundo que eres exclusivamente de Mikael Regan. Pero respeto tu decisión y por eso es que he guardado silencio, pero esto ya va siendo hora de que terminé y lo sabes.
—No sé de que me hablas, ¿tuya? Por favor, lo mejor es que te vayas y pares lo que sea que estés insinuando..., Vete con quién te espera y velará por ti en los próximos años, ve con tu futura reina, vete con la mujer que no te tiembla la voz al decir que la quieres, ¿Por qué la quieres, no es así? —sí, admito que me dolió cuando me dijo que la quería y cuando la vi con él cuando estaba herido. 
Se ríe de nuevo. 
—Ella no es mi Reina, —me mira con firmeza. —ni nunca lo será, pase lo que pase ella no representará nada. 
—Oh y ¿Yo sí? 
—La pregunta me ofende…,—me acerca al espejo que está detrás mío— mira quién porta la corona que he mandado a realizar en vez de un anillo de matrimonio, mira quién es la persona por la que muevo todas mis fichas por ir a rescatar, mira…
—¡Ya basta! —evito no derramar ninguna lágrima, —¡Basta! Que mañana que estés sobrio harás como si no hubieses dicho nada, como si yo fuera de madera que no siente, ni se cree lo que dices, como en el bosque, como las caricias que solo eres capaz de darme cuando estoy entre tus sábanas y fuera de ahí no soy nada para ti. —me rompo diciendo todo lo quesiempre me atormenta cuando estoy con él.

—No, no eres nada para mí— traga saliva, — pero, solo por ti mando a hacer una compra fantasma de cientos de Narcisos al Palacio de Regan, solo por ti mando cortar esas dichosas flores cada fin de semana y comprar gente para que no digan más de la cuenta, solo por ti  mis infiltrados se juegan la vida haciéndolas entrar a este castillo. 
Abro la boca y estoy a nada de llorar, es él… 
—Disculpa, se me olvidaba mencionarte que soy Narciso. ¿Te gustan mis versos, mis adornos? —lo dice en un tono que ni siquiera sé si lo emplea en burla o en molestia. 
—Mientes, no eres él, debes de conocerlo pues en efecto, esas flores vienen de tus jardines, pero me niego a que seas tú. —lo golpeo en el pecho. 


Y lo siguiente que dice me hace desbordarme en lágrimas y no por dolor, sino porque no sé lo que el siente, sin embargo, yo si sé lo que habita en mí.


— Deja recuerdo uno de esos tantos versos que te gustan, um, o ya sé cual: —toma aire y niego con la cabeza, — Haz que me vuelva irreverente entre tus piernas, haz que la locura me tome entre tus pechos, haz que mi cordura estalle cuando desnuda te poses ante mí, haz que mi aliento se seque cuando te tengo tan de cercas, haz que tu belleza me llene y me baste, hazme cuestionar con tu inteligencia, haz que te amé...


Las lágrimas me siguen saliendo, ese poema me lo escribieron el quinto domingo, ese día memorice el dicho escrito y fue cuando algo de mí se enamoró de ese anónimo y vivía feliz en mi mentira, me permitía fantasear, pero ahora veo que hasta eso me ha sido arrebatado. 
—eres un maldito mentiroso… Sabías que me había enamorado de esa fantasía y como el rey cruel que eres me lo arrebataste…
—No, yo no te arrebate nada, te enamoraste de ese alguien y aunque te niegues a aceptarlo ese alguien soy yo, — me toma de la cara y me limpia las lágrimas, —Lloras porque siempre lo supiste y te negabas a aceptarlo por ello decidiste creerte el cuento de que era alguien anónimo y porque no fue la única faceta mía de la que te enamoraste, admítelo. 


Ya no sé que esta bien, ni que esta mal, y me niego a ceder a algo que él no cederá. 
—tienes dos opciones y no son negociables, —me acomoda la corona, —te casas con ese pedazo de príncipe, finges felicidad, amor, y vives todo lo que he prometido; como mi ataque continuó hasta quitarte de la corona y claramente dejarte viuda..., O segunda opción, firmar un contrato conmigo en la iglesia de Regan y ser la mujer más temida de toda la historia, elige las opciones. No hay límite de tiempo solo preocúpate de no excederte, Sabes que no soy muy amable a la hora de jugar. —me besa las mejillas, —Buenas noches, Majestad. 
—yo te tengo una opción, Toca a Arthur y te juró que me convierto en la persona que te destruya. —lo miro con firmeza. 
—Hay una gran diferencia, si yo mato a Connolly, podrás vivir con ello, pero si eso me ocurriera a mí, no serías capaz de vivir. 
—mucha seguridad, Rey Mikael. 
—No, solo lo que es. Has tenido el arma de tu lado siempre y nunca la empuñaste. 
Se da la vuelta y se marcha. 


Lo sigo y antes de que salga al público le grito:
—Qué el juego comience, Regan. 
Veo que dos de sus guardias se quedan fuera de mi despacho y eso me asombra, sin embargo, sigo al pretencioso rey. 
La fiesta sigue y las personas ignoran el conflicto que se me viene. 
Solo veo que habla con Arthur y cuando menos lo pienso su guardia hace que se incline ante Mikael, el Rey de Regan busca mi mirada y suelta una sonrisa con supremacía. 

 

Les dejo mi Tik tok, por si gustan pasar a seguirme: marcampos1712.

Mi Instagram lo cambié: aparezco como MarCampos1712. (Foto de perfil es una imagen animada de una chica pelo rizado con lentes) 




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