Debería dejar de escribirte estas cartas. No sé si las lees o las tiras a la basura. Eso sería una pérdida de tiempo que malgasto en vez de dedicarlo a mi trabajo. Pero como siempre. Tengo esperanza en que por lo menos las lees antes de tirarlas.
Me he quedado sin palabras que escribirte.
Donde sea que voy te miro. Ayer salí con unas amigas a tomar unas copas y te encontré en una esquina, rodeado de mujeres. Ninguna como la chica de la vez pasada. ¿Será que ahora estás jugando con ella?
Ese no eres tú. Nunca fuiste así. O quizás lo eras y escondías tu verdadero ser para no espantarme y alejarme.
Rodrigo viene a visitarme al trabajo. ¿Te lo ha contado? Él es un buen hombre y me ayuda a despejar mi mente para no sumergirme en los recuerdos. Vemos películas, salimos a comer, jugamos cartas...y todo con tal de no recordarte.
Pero él se debe ir en la noche y es inevitable que todo llegue de golpe. Hubiese querido que fueras un idiota, una mala persona, para así poder olvidarte con mucha más facilidad.
Pero fuiste todo lo contrario. Atento, cariñoso...¿cómo puedo lograr reparar mi corazón después de todo lo que hemos pasado juntos?
Hasta en el trabajo me parece verte. Estoy perdiendo el control de mi mente.
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Editado: 05.09.2020