Él se queda inmóvil unos segundos antes de continuar buscando en la laguna de chocolate.
- ¿Perdón? – Mis instintos me gritan que le arranque la mascara
- ¿Estudias aquí? – es lo único que logro articular al tratar de decidirme si quitarle el antifaz o seguir rebuscando en su rostro, me está dando mal espina este chico.
- Conseguí tu fresa naufragante- algo en su voz no me termina de cuadrar, es imposible distinguirla con la música haciendo interferencia...quizás si me acerco más a él. No, no es momento de perversidades, Raquel Blake.
El intercambia la fresa de un cubierto lleno de chocolate a otro limpio, ofreciendo llevarla hasta mis labios.
-Yo puedo alimentarme sola, gracias- digo en un impulso sujetando la fresa en mis dedos y comiéndola rápidamente ¿Por qué? Ni idea, por lo general cuando estoy nerviosa hago cosas que ni un extraterrestre entendería.
Él sonríe al ver la estupidez que acabo de hacer - Lo siento mucho- murmullo apenada.
Solo falta que me atragante con la fresa y termine retorciéndome en el suelo. Conoceré el amor de mi vida y ya me veo vomitándole encima, iugh.
- Descuida - me cubre mi mano con una servilleta - No lo habría provocado si te hubiera contestado correctamente, es mi culpa. Déjame alimentarte a la próxima y así evitarás ensuciarte...tal vez.
Y ahora me quedo muda, solo puedo sonreírle como tonta mientras trato de conectar los cables alborotados en mi cabeza, espero enserio que no sea el príncipe, presiento que pasare mucha pena ajena.
- ¿A quién estas buscando? - rompe el silencio.
- No es que lo esté buscando, bueno la verdad es que si lo hiciese fuera inútil. Al parecer solo mi amiga y yo lo hemos visto y todos aquí creen que ni existe así que...- No es por nada, pero la fresa estaba deliciosa. El me ofrece una copa de champagne al quitarme la servilleta de las manos. Acepto curiosa, si comienzo a hacer estupideces al menos que digan que fue por el alcohol.
- ¿Me parezco a tu príncipe? - Lo observo dudosa, no es que recuerde exactamente su rostro, pero en este justo momento estaba sufriendo un colapso de preocupación y angustia.
-No sé, podría ser ¿me dejarías el anillo?
- Me entristece que...
- ¡Raquel!
- Tamira que oportuna- interrumpe apareciendo del aire entre una muralla de personas con una sonrisa deslumbrante. Cada vez más, todo oscurece en tonalidades rojas resaltando decoraciones nuevas que no había notado y en eso se me ocurre, si el príncipe no sale de sus escondites secretos ¿Cómo estaría en una clandestina celebración de súcubos e íncubos? Es como estar en una fiesta VIP del averno, su majestad ni siquiera sabría de esta fiesta.
- Solo vengo a recordarte que, si no estas tan familiarizada con el alcohol no bebas mucho, aun debemos de volver a infiltrarnos en nuestros dormitorios- apunta su dedo hacia el caballero a mi lado- Mantente a raya, eh
- ¿Se conocen? - ambos intercambian una rápida mirada...la idea de que sea Chris se derrumba inmediatamente, decepcionándome...
- ¡Tami! - otro individuo nos interrumpe ¡Ah!
Es un chico de mi estatura con un traje verde oscuro y su máscara blanca cubriéndole todo el rostro, abraza a mi amiga para después presentarse con una reverencia.
- ¿Es ella? - Logró escuchar por debajo de la música- ¿Está preparada para la iniciación?
- ¿Disculpa? - dice el caballero
- Ya te dije que con Raquel no, Izaro, podemos hacer nuevas tradiciones-
- ¿Conmigo qué? - le preguntó al chico de verde- Y tú, debes de decirme tu nombre porque no se ni cómo llamarte- me dirijo hacia el caballero- ¿Te puedo llamar Fresita?
- Eres nueva en la escuela y al asistir a tu primera fiesta debes de realizar tu iniciación a la realeza- La voz de Izaro me distrae de la sonrisa de Fresita, es un gesto embriagador igual que el líquido que estoy terminando. Pongo la copa en la mesa buscando la botella de ese champagne de manzana- Por lo general lo hacen en grupo, pero la corte ha creado nuevas condiciones exclusivamente para ti, ya que entraste luego de todos.
¿La corte? ¿Existe una corte?
- Permíteme- dice Fresita sirviendo del líquido dorado en mi copa. Volteo hacia la máscara japonesa de Izaro.
- ¿Qué sucede si no lo hago?
- Absolutamente nada, podrías ser la primera en no realizarlo y seria más distintivo en mi opinión.
- ¿Enserio Tami? - Izaro voltea exageradamente hacia ella- Cuando fue tu turno no te quejaste, todos en la escuela lo han hecho, demuestra que todos podemos hacer lo mismo, aunque seas de la realeza, millonario o un simple mortal...entre otras cosas claro, aun eres novata en esta escuela ¿Te atreves o te echas para tras, belle?
-Podría ser una simple plebeya, pero en mis venas corre algo más preciado que sangre de la realeza.
- No lo dudo, pero creo que también tienes un poco de Cristal Rosé en tu sangre también ¿has comido algo antes de llegar?
- Si, la fresa que me diste- le respondo tomando otro sorbo- Además, a un Blake no le teme a nada.
- Creo que un Blake marcara historia al ser la primera iniciación completamente sola- me ruborizo al darme cuenta de que llegué iniciando la mitad del año escolar.
- ¿Qué hacen?
-No creas que haremos un festín con tu cuerpo o te obligaremos a ingerir insectos- me aclara al ver mi mueca de preocupación, el tener cuatro ojos acechando todos mis movimientos me hace sentir como si estoy a punto de firmar mi sentencia de muerte, donde te preguntan "¿Lo quieres de forma rápida o lentamente? ¿Con lanzallamas o solo te tiramos al océano?"- El abdicado perdido no busca dañarte.
- Raquel, es algo infantil, no es necesario
-No me fío del nombre mucho menos de sus intenciones, nunca había escuchado sobre iniciación - susurra Fresita
- ¿Y tú eres? - su tono de voz fue despectivo causando que Fresita se enderezada aún más inclinándose hacia el sutilmente.