«Estando lejos de los problema uno los evita, pero van creciendo con el tiempo y no se resuelven huyendo; lo mejor es afrontarlos, arreglarlos y seguir»
A pesar de estar soltando las más grandes carcajadas viendo películas con los hermanos Blair todavía sentía esa opresión en el pecho, donde tenía presente que al salir de aquí volvería a la realidad.
Una realidad donde las personas que me importan, me ocultan más de lo que puedo imaginar y no lo entiendo siempre he sido tan transparente con ellos, teniendo claro que necesitaban su privacidad; una que me a afectado tanto...
— ¡Oye chica en llamas! —me llama Eider y le presto atención para que no me deje sorda.
Genial, ahora soy katniss... Esta loco.
— Llevo rato hablando, no piense tanto que se le funde el cerebro —suelto una pequeña risa, agarra mis manos y les da un apretón con cariño.
Sus ojos no se apartan de los míos; me mira con intensidad y cuando ya siento la incomodidad, aparto la mirada.
Me encuentro con Edell mirando todo con seriedad pero no comenta nada y escuchamos una musica fuerte en la entrada.
— No me digas que ibas a hacer una fiesta Eider —le dice con molestia y el mencionado niega extrañado.
Nos acercamos a la ventana con curiosidad y hay un chico con tremendas cornetas al lado de...
¿Laurelle? Es enserio...
— Yo no pedí una serenata —dice Eider con burla al estar afuera y Lau solo me mira a mi.
— ¿Enserio te vas a quedar con este desgraciado? —pregunta con la voz ronca, sus ojos están rojos de tanto llorar y tiene una seriedad que se todo terminara mal.
Me duele saber que ha estado llorando por mi, por todo esto...
— Prefiero quedarme con él que con personas que creo conocer —suelto con amargura y esta ríe cínica.
— Este idiota solo se a aprovechado de nosotras Ayli, crees que yo lo hubiera ayudado porque quise —aprieta sus puños y se acerca a Edell.
— él sabe de mis padres y se beneficio con eso ¡Desgraciado! —lo empuja con rabia y Eider la sostiene.
— Calla, respeta a mi hermano, fiera —se miran desafiantes y admiro como Lau mantiene la cabeza en alto.
— Ya basta Laurelle, tu decidiste no contarme nada y ayudarlo, pero lo entiendo —trato de calmarla y extiendo mis brazos hacia ella.
Se aferra a mi como si en cualquier momento se fuera a caer y yo la aprieto mas a mi.
Edell sigue serio como siempre y Eider tiene la mandíbula tensionada mirando fijo aquí.
— Debes irte a casa Lau —ella niega y trato de alejarme, esto duele...
— Ven conmigo a casa —al fin me suelta y me mira con suplica— Vamos a casa aquí no es seguro —sus manos se posan con delicadeza en mis mejillas y cierro los ojos.
— Estaré bien Lau, solo necesitó mi espacio —acaricio sus manos y ella solo afirma.
— Tranquila fiera, yo te la cuido —dice fuerte y ella se aleja de mi, se miran desafiantes y esta lista para retirarse.
— Me iré mañana temprano Ayla tengo muchas cosas por hacer y te prometo que cuando vuelva lo sabrás todo —me da un beso delicado y los chicos me llevan adentro.
Ya no puedo más y me suelto a llorar, mi llanto es fuerte y no veo nada solo siento como me acuestan con delicadeza y ya lo tengo decidido.
Mañana todo será diferente, seré más, para enfrentar todo lo que pueda...