Capitulo 19

POV Rose

Me acomodo en la cama sentándome y Adela enciende el televisor poniendo una película llamada el rey león y así pasamos el tiempo hasta que llega las dos de la tarde—tengo que irme al trabajo pero yo regresaré—dice Adela caminando hacia la puerta y Darien la sigue.

 —De acuerdo pero llevate la mochila para que él este ahí mientras sales y después lo dejas salir porque no creo que aquí se permitan perros o animales dentro del hospital.

—Muy bien, ven Darien—ella toma la mochila y la abre para que él entre.

—Oh esta bien—comenta la pequeña pelusa negra con un suspiro.

—Darien—lo llamo.

—¿Si?—asoma la cabeza antes que Adela cierre la mochila.

—Cuida a mi hija.

—Por supuesto.

—Nos vemos más tarde—articula Adela luego de cerrar la mochila e ir hacia la puerta.

—Si, adiós—los veo salir y me pongo de pie agarrando el suero y me siento en una silla frente a la ventana.

Veo al Espíritu santo acercarse a mí y miro el cielo azul con el gran resplandor del sol—es algo confuso ver que he despertado siete años después—le comento y él toma mi mano—Adela está bastante grande y me da pena saber que me perdí tantos años de su vida que no pude ver—sigo hablando—no se como pasó su infancia y mi madre parece repudiarla, ¿cómo fue su niñez todos estos años?—me pregunto.

—Yo estuve con ella siempre Rose.

—Si y te lo agradezco porque se que en este mundo cruel si ella estaba a tu cuidado las cosas iban hacer más llevaderas—suspiro—y también veo que tiene un ángel protegiendola eso me tranquiliza más porque, se que ellos van a intentar llevarla a la oscuridad no puede estar sola—siento una leve caricia en mi mano sabiendo que es de mi amado—solo quiero que ella pueda elegir bien y que no se vaya a ese bando—volteo mi rostro hacía él—oh Espíritu esto realmente me preocupa.

—Todo va a estar bien—me dice.

—Hablame Espíritu santo de ti a ver si puedo distraer mi mente de estos pensamientos que me perturban.

—Esta bien—se para frente a mi agachandose para luego recostar su cabeza en mis piernas y yo paso mis manos por su sedoso pelo acariciandolo—yo...la boca perversa, aborrezco. 

Conmigo está el consejo y el buen juicio; yo soy la inteligencia; mío es el poder. 

Por mí reinan los reyes, y los príncipes determinan justicia. 

Por mí dominan los príncipes, y todos los gobernadores juzgan la tierra. 

Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan. 

Las riquezas y la honra están conmigo; riquezas duraderas, y justicia. 

Mejor es mi fruto que el oro, y que el oro refinado; Y mi rédito mejor que la plata escogida. 
 

Por vereda de justicia guiaré, por en medio de sendas de juicio, para hacer que los que me aman tengan su heredad, y que yo llene sus tesoros. 
 

Jehová me poseía en el principio, ya de antiguo, antes de sus obras. 
 

Eternamente tuve el principado, desde el principio, antes de la tierra. 

Antes de los abismos fui engendrada; antes que fuesen las fuentes de las muchas aguas. 
 

Antes que los montes fuesen formados, antes de los collados, ya había sido yo engendrada; no había aún hecho la tierra, ni los campos, ni el principio del polvo del mundo. 
 

Cuando formaba los cielos, allí estaba yo; cuando trazaba el círculo sobre la faz del abismo; 
 

Cuando afirmaba los cielos arriba, cuando afirmaba las fuentes del abismo; cuando ponía al mar su estatuto, para que las aguas no traspasasen su mandamiento; cuando establecía los fundamentos de la tierra, con él estaba yo ordenándolo todo, y era su delicia de día en díaTeteniendo solaz delante de él en todo tiempo. 

Me regocijo en la parte habitable de su tierra; y mis delicias son con los hijos de los hombres...y bienaventurados los que guardan mis caminos. 
(Proverbios 8:13-32)

Bienaventurado el hombre que me escucha, Velando a mis puertas cada día, aguardando a los postes de mis puertas.

Porque el que me halle, hallará la vida, y alcanzará el favor de Jehová. 

Mas el que peca contra mí, defrauda su alma; todos los que me aborrecen aman la muerte. 
(Proverbios 8:34-36)

—Oh realmente eres hermoso—digo cuando él termina de hablar—escucharte me a tranquilizado un poco, gracias—me inclino para darle un beso en su frente y él abre los ojos—tenemos que preparar a Adela.

—Así es, los otros están por empezar la batalla y no queda mucho tiempo—dice el Espíritu y yo asiento con la cabeza.

—Sí, tenemos que empezar a entrenarla ya será después que salga de este lugar—me fijo en el patio y me dan ganas de salir—vamos afuera, no creo que haya problema y además estas conmigo.

—De acuerdo, vamos.

Agarro el suero y me acerco a la puerta abriéndola despacio para no hacer ruido y saco la cabeza un poco para mirar el pasillo y me doy cuenta que está vacío—ven Espíritu, no hay nadie—salimos.

—¿Sabes como llegar al patio?—me pregunta él y yo detengo mis pasos.

—La verdad es que no.

—Yo te guiare solo sígueme—lo hago y me sorprendo de no ver a nadie por el pasillo—es obra tuya que no haya nadie ¿cierto?—supuse.

—Correcto.

Llegamos y nos sentamos en un banco—aire fresco—cierro mis ojos sintiendo el sol calentarme y la brisa tocar mi piel.

—Todas las noches tengo sueños húmedos y parálisis no se si es por leer tanto libros eróticos o que—escucho que dicen a mis espalda y cuando volteo a ver noto que hay dos chicas sentadas detras de mi—o solo deberías ver a un psicólogo ¿no crees?—le dice la otra.

—No que va es algo sin importancia—se paran y se van adentro.

 —Debería importarle porque eso puede ser un ataque de incubos y sucubos—comenta el Espíritu santo.

—¿A que te refieres?—le pregunto.

—Son demonios que cuando llegan paralizan a sus víctimas la persona quiere gritar, no puede.Quiere moverse y no pueden, desean hablar y tampoco pueden. El demonio lo que hace es que paraliza al individuo para poderle subyugar—lo miro muy atenta—ellos llegan de madrugada paralizando a la persona y comienzan a subyugar sexualmente. La mujer siente que la penetran como si fuera un hombre cualquiera y empieza a hacer violada y usada sexualmente por esto, a veces las mujeres ven el rostro del demonio cuando llega.