El miedo invadió el corazón de los gemelos, ser negativos era una tontería ¿que pasaría si tocaban la puerta y al salir su tío no los reconocía?
No había forma de saberlo hasta intentarlo. Dipper fue el primero en atreverse a tocar la puerta.
No se oía nada y volvió a tocar, pasos ligeros que luego se hacían más fuertes comenzaron a escucharse, alguien bajaba las escaleras con la intención de llegar a la puerta.
Mabel y Dipper tomaron sus manos fuertemente tratando de contener sus nervios.
Un hombre muy anciano salió por la puerta, era su tío Stan al principio este no los reconoció pero al verlos más detenidamente se dio cuenta de quienes eran.
Los ojos de Stan se iluminaron, tomo a los gemelos entre sus brazos y los apretó como si no hubiera un mañana.
—tío ya libéranos —suplico Dipper.
—lo siento mucho —dijo Stan a punto de llorar de la emoción—es solo que los extrañe mucho, no saben como los extrañe.
—Nosotros también te extrañamos tío — agrego Mabel para después entrar.
Todo era igual a como era antes parecía que el tiempo no hubiera pasado, en la cocina, la mesa temblaba al parecer una alimaña se escondía por debajo de esta. Mabel se acercó, no pudo contener su alegría.
No era una alimaña sino que era su cerdito mascota pato.
Dipper al ver aquella escena se llenó de dicha, la felicidad de su hermana era suya también.
Era un momento memorable, todos se reunieron el tío Stan tomo una cámara para poder capturar ese mágico momento.
Los gemelos y el cerdito posaron para la cámara.
— Quiero preguntar algo — señaló Stan — sobrino como van esas chicas apuesto a que todas se pelean por ti.
—Tío no digas esas cosas — replicó Dipper con nerviosismo — Todavía son pequeño para esas cosas.
— que aburrido eres y tu Mabel ¿tienes novio?
— No tío Stan no lo tengo, pero eso no significa que no esté enamorada.
— ¡Enserio! y dime quién es el afortunado.
— Lo siento mucho — recalco Mabel con satisfacción — no puedo decirlo es un secreto, nadie debe saberlo.
Las palabras de Mabel fueron una sorpresa para Dipper nunca imaginó que su hermana estaría enamorada no de nuevo al menos.
Su querida hermana siempre había tenido una facilidad para enamorarse y todo eso solo tenía un significado, ser rechazada.
Dipper se preocupaba por Mabel, si se enamoraba de nuevo de alguien que no conocía podría ser herida.
Para Mabel este nuevo amor no era como los otros, está vez, no se estaba enamorando de un desconocido. Sino de alguien que conocía muy bien, un conocido de toda su vida.
un chico que siempre la había protegido y amado sin importar cuantas tonterías o errores cometiera.