Capítulo 2
Kate
En la puerta de la escuela veo a Rachel y voy a saludarla.
-Hola. ¿Qué tal?
-Hola. Todo bien. ¿Y tú?
-Igual. ¿Sabes si llegó Kim?
-No todavía, o por lo menos no la he visto.
-Está bien. La voy a esperar.
-Okey. Yo voy entrando.
Rachel entró, y entonces veo llegar un carro negro muy bonito y lujoso, parecido al de mi madre. Y es ahí cuando veo bajarse del auto a Kim y se dirige a mí.
-Hola.
-Hola. ¿Por qué te demoraste si siempre llegas antes que yo?
-Es que me quedé dormida, y le pedí a mi hermano que me trajera. Llegaba el sábado pero le adelantaron el regreso.
-¡Oh qué bien!- Exclamé.
Kim llamó a su hermano, este salió del carro y se paró al lado de ella. Y entonces lo vi, desde el primer momento supe que ese hombre venía a desestabilizar mi órbita, a convertirme en pedazos, lo dudé unos segundos y me aventuré, ¡Qué más da perder una vez más! Si el universo está hecho de fragmentos que una vez fueron estrellas, y no por eso dejan de brillar.
-Este es mi hermano- Dijo Kim.
-Mucho gusto, Richard Johnson- Exclamó Richard.
-Kate Underwood, encantada.
-Bueno, ya vamos a entrar, hasta luego hermano.
-Chao- Dijo él.
En el momento en que entramos el timbre sonaba indicando que debíamos entrar a las aulas. Cuando nos acomodamos ya estaba entrando el profesor de Historia que era al que le correspondía el primer turno. Así pasó el día, yo no podía concentrarme debido a que no me podía sacar de la cabeza a Richard.
Al salir de la escuela voy directo a mi casa y me encuentro con mi madre, lo cual fue una sorpresa pues llegó más temprano que de costumbre.
-¿Y eso que llegaste tan temprano?- Le pregunté.
-Como ya hoy es viernes y estoy muy cansada de toda la semana, cerré el despacho más temprano y vine para acá.
-Me parece bien. Te mereces un descanso. ¿Qué te parece si le decimos a Paris que encargue unas pizzas?
-Es una muy buena idea, le diré y me iré a tomar un baño.
-Okey, yo haré lo mismo.
Kim
No he podido dejar de pensar en la llamada que me hicieron ayer. ¿Con que estarán amenazando a mi mamá? ¿Por qué no ha dicho nada? Tengo muchas preguntas en mi cabeza y no tengo respuesta a ninguna. Y lo peor es que no sé qué hacer. De pronto suena mi celular, es un mensaje con número oculto:
Desconocido: -Tu madre no cumple y el tiempo pasa, si no hace lo que se le dijo y el plazo de tiempo se agota ya sabes lo que va a pasar.
Oh dios mío, ¿Qué es lo que mi madre tiene que hacer y qué plazo de tiempo le dieron? ¿Qué es lo que está pasando?
-Voy a hablar con mi hermano a ver qué podemos hacer- Dije, y me encontraba hablando sola.
Esta situación me tiene muy nerviosa, y me imagino lo mal que lo debe estar pasando mi madre. Ella está completamente sola en esto, pues no ha hablado con nadie. Y de repente vuelve a sonar mi teléfono, y me coge `por sorpresa por lo que doy un brinco.
Desconocido: -No vayas a hablar con tu hermano al respecto, y no tienes por qué asustarte o ponerte nerviosa, a tu madre todavía le queda un tiempo. Pero no te voy a negar que ya casi se acaba. Parece que le vamos a tener que dar un susto para que se apure.
Mis ojos se abrieron tanto que creo que casi se me salen de la cara al ver ese mensaje. ¡¿Me están vigilando!? ¿En dónde están? Asustada mires hacia todos lados, necesitaba salir del cuarto no podía más. Salí dando un portazo, corrí escaleras abajo, no había nadie, mis padres ya habían llegado pero parece que estaban en su cuarto y mi hermano también. En ese momento mi teléfono empezó a sonar nuevamente con número oculto, ya era tanto el miedo que se me cayó al suelo, lo recogí y no paraba de sonar entonces atiendo:
Kate: -Hola- Dije entre sollozos.
Desconocido: - ¿Por qué tan triste Kim? No hay por qué estar así. Tu solo mantente callada, tranquila y deja que tu madre haga el resto…
Me colgó. Estaba muy asustada. De pronto sentí unos pasos y una respiración detrás de mí, no sabía si era paranoia o simplemente alguien estaba detrás de mí. Volteé a ver y alguien encapuchado me tapó la boca, y me puso una pistola en la cabeza.
-Quédate callada o te vuelo la cabeza-Me dijo con voz gruesa.
Yo solo podía llorar. En ese momento aparece mi madre en mi campo de visión, trata de hablar pero él le hace una seña para que se calle.
-¡Dame lo que te pedí o le vuelo la cabeza a tu hija!- Le dijo a mi madre de una forma intimidante.
-Yo te lo voy a dar- Respondió ella- Solo quédate aquí y no le hagas nada por favor.
-Si en cinco minutos no estás aquí con lo que te pedí ya sabes lo que va a pasar.
Mi madre subió las escaleras corriendo y la perdí de vista, yo estaba súper asustada, las piernas me temblaban y no hacía más que llorar. Como a los ocho minutos, que para mí fueron ocho siglos, mi mamá volvió con una bolsa grande en la mano, se la dio, entonces me soltó.
-Quédense tranquilas y no se muevan.
-Está bien, no haremos nada- Dijo mi madre.
Las dos nos mantuvimos tranquilas tal y como no los pidió, yo estaba llorando sin parar y podía ver como a mi mamá le corrían las lágrimas por sus mejillas. De pronto aparecen mi padre y mi hermano y el hombre les apunta con la pistola y les ordena que se queden quietos. Ellos le hacen caso, y este señor misterioso se va acercando a mi madre.
-Todo está correcto, te salvaste- Le dice en un tono burlón.
-Bueno entonces ya sal de mi casa- Le ordena mi madre con voz firme.
El hombre sale corriendo por la puerta de servicio, yo comienzo a llorar más fuerte todavía. Mi mamá, baja la cabeza con las lágrimas rodando por su cara mientras mi padre le exige una explicación de lo que había pasado. Mi hermano tiene cara de asustado pero a la vez de estar intrigado por lo que acababa de pasar.
-Les voy a explicar todo- Al fin habló ella envuelta en llanto.
-Pues comienza ya- Dijo papá con una voz furiosa.
-Lo que pasa es que te he sido infiel con uno de los investigadores del trabajo. Ese hombre es uno de los custodios y nos descubrió, me dijo que si no le daba un millón de dólares en efectivo iba a contárselo a todo el mundo para que mi prestigio se fuera por el barranco, de lo contrario con el dinero que yo le diera renunciaría y se iría del país. Yo accedí, pensé que le iba a poder dar el dinero en un lugar que nadie nos viera y podría seguir todo como siempre. Pero evidentemente nada me salió bien- Y en ese momento comenzó a llorar sin consuelo alguno.
Mi padre se quedó impávido con lo que ella le había dicho. Él siempre ha sido un hombre muy transparente por lo que en su rostro se podía ver una mezcla de sentimientos, la frustración, la tristeza, la sorpresa y la furia.
-¿Cómo has sido capaz de hacerme eso?- Después de unos segundos exclamó él enfurecido- No pudiste tan siquiera respetar todos los años que hemos estado juntos y la familia que formamos. Eres una desagradecida y una cualquiera. Esta noche voy a dormir en el cuarto de huéspedes y mañana mismo te pongo la demanda de divorcio y me voy de la casa.
Dicho esto subió envuelto en llanto y rabia. Y mi madre nos dijo a mi hermano y a mí:
-Hijos, tienen que entenderme- Exclamó entre sollozos- Tuve mucho miedo, ese hombre me amenazó, y es un bandido, estuvo preso hace un tiempo por matar a una persona, por lo que sabía que era muy capaz de hacer lo que me estaba diciendo, y por otro lado no quería que se creara esta situación con su padre. Sé que lo que hice estuvo mal, y entiendo si están enfadados, solo espero que puedan perdonarme.
-Mamá lo que hiciste es muy difícil de perdonar- Dijo mi hermano- Le fuiste infiel a nuestro padre, que siempre ha sido un marido intachable provocando que nuestra familia se destruya por completo. Por lo menos déjanos procesar todo lo que pasó y entonces hablamos.
Richard subió corriendo las escaleras enfurecido, yo le di una mirada triste y me retiré a mi habitación. Cuando entré me tiré en la cama para poder terminar de entender todo lo que había pasado. De mi cabeza no salían los gritos de mi padre, las palabras de mi madre y la furia de mi hermano. El domingo es mi cumpleaños, pero, ¿Quién tiene cabeza para una fiesta? Por lo que decido entrar en el grupo de WhatsApp e informar que esta iba a ser suspendida.