Enamorados en Inglaterra

"La mudanza y el noviazgo"

Capítulo 4   
                                              
Kim 
No sé cómo Richard puede ser tan idiota, como no puede perdonar a mamá, lo que hizo está mal, y sé que papá está sufriendo, pero ella también. Ahora no podemos darle la espalda, al contrario, tenemos que estar para ella más que nunca. Richard siempre ha sido muy cabeza dura, y por lo visto no ha cambiado. 
De pronto una llamada telefónica me devuelve a la realidad. Eran las doce la de la noche, ya era mi cumpleaños y ni cuenta me había dado. La llamada era de Rachel, seguramente para felicitarme. 
Kim: -Hola.      
Rachel: -¡Feliz cumpleaños amiga! Quería ser la primara en felicitarte. Sé que no estás pasando por tu mejor momento y lo siento mucho pero no quería dejar de felicitarte. 
Kim: -Gracias amiga- Dije con una voz triste. 
Rachel: -Sé que es tu cumpleaños y que suspendiste la fiesta, pero recuerda que el sábado que viene es el mío y voy a hacer una celebración en mi casa. Si quieres venir sabes que estar invitada. Y traes tu mejor bikini pues va a ser un pool party.    
Kim: -Gracias por la invitación Rachel pero no creo que se solucionen todos los problemas que tengo y todavía no voy a tener cabeza para una fiesta. 
Rachel: -Kim, yo sé que no soy quien para decirte que tienes o no que hacer, pero amiga yo creo que necesitas despejar un poco la mente, no puedes estar solamente inmersa en tus problemas familiares. 
Kim: -Gracias por el consejo pero no creo que vaya a tu fiesta, así que diviértanse por mí.  
Rachel: -Bien, como quieras. Adiós. 
Kim: -Adiós.  
No sé por qué las personas no quieren entender mi postura, ellos no están pasando por esta situación, seguramente es por eso, pero tienen que tratar de ser un poquito más empáticos. En ese momento vuelve a sonar mi teléfono, esta vez era Kate. 
Kim: -Hola. 
Kate: -¡Feliz cumpleaños! 
Kim: -Gracias. Desapareciste estos últimos días. 
Kate: -No, solo estaba un poco ocupada, ayer fui a tu casa pero no estabas. 
Kim: -Si, es que necesitaba salir a pensar un poco en todo lo que había pasado. 
Kate: -Te entiendo. ¿Entonces, me imagino que no irás al pool party de Rachel? 
Kim: -No, hace unos minutos ella me llamó para felicitarme he invitarme y yo le dije que no iría. 
Kate: -Claro amiga, entiendo que no tengas cabeza para una fiesta por todo lo que te está pasando. 
Kim: -Gracias por entenderme. Te tengo que dejar, adiós. 
Kate: -Adiós. 
Al fin alguien me entiende, y lo esperaba viniéndose de Kate, ella siempre ha sido mi mejor amiga, y nos hemos apoyado en los momentos más difíciles, y sabía que esta no iba a ser la excepción. Me voy a acostar a ver si duermo un poco. 
Richard 
Al despertarme veo mi celular y son las 6:30 de la mañana, me levanto, me visto, agarro mis maletas y salgo en mi auto, a mí nunca me gustó mucho tener chofer por lo que cuando tuve la mayoría de edad me apunté en la autoescuela y aprendí a manejar. No puedo decir que es una de mis mayores pasiones pero me gusta bastante. Cuando estoy llegando a casa de mi padre lo llamo a su celular para que esté atento. Al llegar la reja de la entrada estaba abierta y entro con el carro. Me adentro en la casa con mis maletas y mi padre estaba sentado en la sala esperándome. Al verme me da un fuerte abrazo y yo le correspondo. 
-¿Quieres desayunar?- Dijo él con una sonrisa. 
-Por supuesto. Muero de hambre. 
Nos sentamos en la mesa mientras una muchacha bastante joven, de pelo castaño, con su uniforme negro de empleada sirve el desayuno. 
-Hijo no puedes asumir esa actitud con Natalia, ella es tu madre- Me dijo con un tono un tono un poco preocupado. 
-Papá, ya hablamos de eso ayer y no pienso cambiar de opinión al respecto. 
-Está bien. Vamos a cambiar de tema. 
-Me parece bien- Dije con una sonrisa.
-¿Tienes pensado hacer algo en estos días? 
-Sí, el sábado voy a ir a un pool party. Es la fiesta de Rachel, una amiga de mi hermana. Ahora conozco a muchos amigos de Kim. 
-¿Y esa tal Rachel, te invitó a su fiesta? 
-Sí, y me unió al grupo de WhatsApp de los invitados. 
-Bueno, vamos a subir para que veas tu cuarto y acomodes tus cosas. 
Subimos rápido, y me quedo impresionado al ver que era igual que el cuarto que tengo en casa de mi madre. Entonces le doy una mirada mi padre como preguntándole que significaba esto. 
-Quiero que te sientas como en casa, no quería que el cambio fuera tan brusco, sé que te estoy tratando como si fueras un niño pero para mí siempre lo vas a ser, tengas la edad que tengas. 
-Gracias papá, eres el mejor- Le dije emocionado por sus palabras. 
-Bueno hijo me tengo que ir para el trabajo. Nos vemos luego. 
Cuando mi padre se fue recordé que no había felicitado a Kim, había discutido con ella pero debía felicitarla, entonces decido llamarla a su celular.   
Kim: -Hola. 
Richard: -¡Feliz cumpleaños hermanita! 
Kim: -Gracias hermano, pensé que no me llamarías. 
Richard: -Claro que no iba a hacer eso. Que haya discutido ayer contigo no significa que no te llamaría para felicitarte hoy. Por cierto, ¿vas a ir al pool party de Rachel? Yo si voy a ir. 
Kim: -Yo no iré, no tengo cabeza para una fiesta, esto me ha afectado mucho. 
Richard: Está bien, adiós. 
En ese momento Kate se apoderó de mis pensamientos. Tenía muchas ganas de verla, no la veía desde el día que nos besamos en el Tower Bridge, por lo que pienso en llamarla y quedar en ese lugar, a mí me gusta mucho y a ella también, además allí fue nuestro primer beso, no se me ocurre un lugar mejor para quedar con Kate. 
Kate: -Hola Richard.   
Richard: -Hola, ¿Cómo estás? 
Kate: -Muy bien, ¿Y tú? ¿Ya estás viviendo con tu padre? 
Richard: -Si, ya me instalé con él. Bueno, te llamo para hacerte una propuesta: ¿Quieres encontrarte conmigo en el Tower Bridge? Esta vez sí será intencional.
Kate: -Me parece una buena idea. En 30 minutos estoy allá. Nos vemos. 
Richard: -Nos vemos. 
Kate 
¡Que emoción! Richard quiere verme en el Tower Bridge, allí donde fue nuestro primer beso. ¿Será que hoy nos besaremos otra vez?  No sabía ni que ropa ponerme, hasta que por fin me decido. Me puse un pantalón de mezclilla azul, con una blusa de un tono verde muy claro, con un abrigo gris, ya que hacia bastante frio y unos zapatos blancos de tacón que iban a juego con una cartera también blanca. 
Esta vez sí decido ir con mi chofer, ya que estaba un poco retrasada. Al llegar no lo veo por ninguna parte y me pongo a esperar. A los tres minutos de estar allí Richard aparece en mi campo de visión. Iba vestido con un pantalón negro, una camisa azul oscuro y una chaqueta negra. Se veía muy bien. De pronto el azul de sus ojos chocaron con los míos, su mirada era penetrante y tenía una pizca de picardía. 
-¿Cómo está mi psicóloga preferida? ¿Estás aquí desde hace mucho? 
-No, hace escasamente unos minutos. 
-Me demoré más tratando de aparcar el auto. Si no hubiera estado aquí antes. 
-No te preocupes por eso. ¿Vas a ir al pool party de Rachel? 
-Sí, ¿Tú también vas? 
-Por supuesto- Asentí con una sonrisa por saber que el también iría- Lo que más me gusta es que la piscina de Rachel es bajo techo con calefacción porque entonces no podría bañarme pues con el frio que hace y lo friolenta que soy yo iba a coger una gripe- Terminé la frase con una ligera risa. 
Él me dio una sonrisa y nos quedamos en silencio. Poco a poco nos fuimos acercando, cada vez estábamos más cerca, nuestras miradas conectaron desde el primer momento, sus manos hicieron contacto con su cintura y las mías con su pecho, hasta que su boca por fin hizo contacto con la mía, esta vez fue un beso suave, tierno, sus labios acariciaban los míos con gran dulzura. Mi cuerpo se estremecía y mis labios aceleraron el beso hasta ser como el primero, un beso intenso y lleno de deseo. Cuando paramos él me miró y besó mi frente. 
-¿Quieres ser mi novia?- Me preguntó con una gran sonrisa. 
No puedo negar que la pregunta me cogió desprevenida y sobre todo me dio una gran sorpresa. Luego de unos segundos en silencio respondí:  
-Claro que quiero ser tu novia- Le dije con una sonrisa.
Sus manos no habían soltado mi cintura, ni mis manos su pecho, y nos volvimos a besar. Esta vez fue un beso corto y ligero. Mis labios no querían abandonar los suyos pero tuve que resistir. 
-Tú me haces el hombre más feliz del mundo. 
-Y tú me haces la mujer más feliz del mundo. 
Luego de eso hablamos un rato, el tiempo se nos pasó volando. Ya era la hora de almorzar. 
-¿Te invito a almorzar? ¿Quieres?- Dijo él con una pequeña sonrisa en sus ojos. 
-Está bien- Asentí con mucha dulzura. 
Richard me tomó de la mano y me llevó hasta su auto. Cuando llegamos pude ver que era un restaurante al que yo había ido en una ocasión con mi madre, es caro, elegante y sobre todo muy bueno. Al entrar la hostess nos indica que hay una mesa disponible y nos trae la carta. 
Yo me decido a pedir un filete de ternera en salsa acompañado de unas papas al horno y Richard pide lo mismo. Estuvimos hablando un rato hasta que nos trajeron la comida, acompañada por un buen vino. 
-El filete está delicioso- Dije con una sonrisa. 
-Y el vino está excelente, brindemos…- Dijo él alzando su copa. 
-Por el amor- Le dije con ternura. 
-Y por nosotros- Dijo Richard mirándome fijamente. 
Esta era nuestra primera salida siendo oficialmente novios, estaba muy feliz. Además el momento estaba siendo muy especial, muy íntimo y romántico. Richard es muy cariñoso y atento, y por lo visto se preocupa por los detalles, esos que nos gustan tanto a las mujeres. 
Luego de que Richard pagara la cuenta salimos del restaurante, y él se ofreció a llevarme a mi casa. Yo accedí, sabía que mi madre había tenido que salir y no estaría en casa, ya que por el momento no pensaba decirle nada. Al llegar a mi casa me bajo del auto y Richard hace lo mismo. 
-Ha sido la mejor mañana que he pasado en mi vida- Dijo él con una sonrisa. 
-Yo también me lo he pasado muy bien- Dije con dulzura. 
-Kate, eres lo mejor que me ha pasado, no sé qué haría sin ti.   
-No tienes que pensar en eso pues yo siempre voy a estar a tu lado. 
Dicho esto él me sonrió y nos besamos. Fue un beso rápido pero lleno de pasión. Luego de esto le abracé por un momento y fui corriendo para mi cuarto. Al entrar me tiro de espaldas en la cama para poder acabar de creerme que esto estaba pasando de verdad, que no era un sueño, un deseo o una alucinación mía. Definitivamente este es el mejor día de mi vida, y por lo visto se avecinan mejores que este. 
Era un sueño hecho realidad, estaba con el hombre que amaba, mi amor era correspondido. Me siento completamente en las nubes, siento una felicidad enorme, tanta que no cabe en mi pecho. Quiero pasar el resto de mi vida junto a Richard. Ahora sí puedo decir que encontré al amor de mi vida. 



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Editado: 04.12.2021

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