—¡ Hijo! Me alegra que hayas venido — papá me palmeó el hombro con una gran sonrisa.
Giré hacia mí primo con una sonrisa y él solo rodó los ojos.
—Hola primito — saludé
—Hola tonto — saludó.
—Bueno tío seguiremos hablando más tarde del proyecto clavel.— dijo Patrick y mi padre solo asintió, observó hacia esa mujer que tenía detrás por un segundo, que por cierto, giré hacia ella para verla con la boca abierta, su mandíbula casi caía al suelo.
—Hijo, quiero presentarte a una persona muy importante en la empresa y también para mí.— Enarqué una ceja al escuchar ese importante para mí, ¿Quién es acaso está mujer?
—Ella es Mercy Martínez, mi secretaria y próximamente tu secretaria.— ella abrió la boca, dejó de parpadear, dejó de respirar ¿Cómo lo sé? A mi me pasó lo mismo.
—¿Mi secre que?
Mi padre parpadeó mirándome. —¿Sucede algo Diego?
Preguntó mi padre frunciendo el ceño. —A ver papá, pasemos a tu oficina, necesitamos hablar.
Dije sujetándolo del hombro rodeándolo con uno de mis brazos para conducirlo hacia su oficina.
—Pero…—intentó voltear de nuevo hacia ella y yo se lo impedí.
Lo conduje hasta la puerta, entramos y cerré con seguro, así evitar que esa mujer entre por todos los cielos.
—A ver Diego, ¿Qué te sucede?
—Papá, esa mujer es el demonio, no puede ser mi secretaria, ya tuve el placer de conocerla, anoche me rayó el auto con sus llaves.
—¡¿Qué?! Gritó el señor García, alias mi padre.
—Sí, ajá papito, así como lo escuchaste ella me rayó el auto, me robó mi dinero, y hoy me corrió de la empresa.— mi santo padre solo parpadeó varias veces y luego hizo algo que jamás imaginé.
Soltó una carcajada, sí, una carcajada así como lo oyen. Enarqué una ceja mirándolo poniendo mis manos en jarra.
—¿Escuchaste todo lo que te dije papá?— apretó sus labios en una fina línea y no pudo evitar y volvió a carcajearse con el rostro totalmente sonrojado.
—Ujúm.— movió su cabeza afirmando.
—¿Y entonces?
—¿Estas seguro que es la misma?
—Claro que estoy seguro.— extendí mi brazo hacia la puerta.
—Es la misma loca, y me llamó flachuco.— mi padre volvió a reír y yo solo rodé los ojos.
—No es gracioso señor García. ¡Basta! — dije despacio.
—Ya, ya, perdón, perdón hijo.— contestó agitando sus manos en el aire.
—Es que Mercy es de armas tomar, esa mujer arrasa con todo a su paso.
—Sí, ya me imagino.— papá enarcó una ceja cambiando su rostro a uno serio.
—¿Qué quieres decir?
—¿No ves su tamaño?
—Diego, no voy a permitir que te burles de su contextura física, Mercy es una super mujer, es inteligente, dedicada, trabajadora, aquí no denigramos a nadie solo por su físico.
Puse los ojos en blanco. —Ella será tu secretaria.
—No.— dije negando rotundamente.
—¿Cómo de que no?
—No, no la quiero de secretaria, quiero una mujer más acordé al puesto, esta empresa es prestigiosa a lo menos la secretaria del presidente debe ser elegante, de largas piernas y un rostro perfecto.
—¿Y hueca?— agregó mi padre.
—Claro que no, pero lo más importante es su apariencia física.
—Tonterías, aquí nada de eso importa, para tu mano derecha necesitas a alguien preparada, con experiencia y conocimientos, y Mercy lo tiene todo
Mi padre caminó hacia la puerta abriéndola y solo la llamó.
—Ven Mercy, por favor.
Mi padre la sujetó del hombro y eso me molestó un poco, no me gusta que tenga ese tipo de acercamiento con otra mujer que no sea mi madre.
—Mercy, él es Diego García mi único hijo, futuro presidente de Global Group y tu nuevo jefe.
Vi como trago grueso, parpadeó y abrió los labios.
—Mucho gusto señor.— dijo extendiendo su mano hacia mí, solo la miré y me alejé de allí.
—¡Diego!
Reclamó mi padre. —Tranquilo señor, no se puede pedir a un burro que cante.
Giré inmediatamente para mirarla. —¿Me está diciendo burro?
—No, yo no dije eso.— se hizo la desentendida.
Me volví a acercar a ella. —Claro que lo dijiste, ahora discúlpate conmigo.
—Nunca me disculpo cuando digo la verdad, eso está en contra de mis principios.
—¿Lo ves papá?¿Ves cómo está mujer me trata?
—Será mejor que se lleven bien, porque de ahora en más trabajarán juntos, y deja de ser descortés con Mercy que ella solo está aquí para hacer su trabajo.
—Gracias señor y por favor me avisa si necesita algo más.
—Claro Mercy puedes retirarte, ah y por favor convoca una conferencia para el viernes con todos los empleados en el auditorio, presentaré a mi hijo y una junta con los accionistas por favor para mañana.
—Por supuesto señor con permiso.— me dedicó una mirada asesina y luego giró sobre sus talones para salir de la oficina.
—Bien Diego, es precisamente Mercy quien te ayudará a sobre llevar aquí todo, ella conoce todo lo que yo conozco, ella es estupenda.
—Hablas demasiado bien de ella.— giré a mirarlo.
—¿Qué insinúas Diego?— reclamó en tono cauteloso.
—No me faltes al respeto ni a ella mucho menos, ella es respetuosa en su trabajo, debo rescatar cuando una persona hace bien su trabajo, te advierto que no quiero contratiempos con ella.
—Mercy es muy capaz e inteligente punto final.
—Bien, bien, si ella no se vuelve loca podré trabajar con ella, de lo contrario será imposible.
—Si tú no le haces nada, ella te respetará.
—Ni quiero acercarme a ella padre, no te preocupes.
Ahora fue él quien rodó los ojos.
—Bien, ven comenzaré a mostrarte todo lo que necesitas saber, todo lo que tú debes manejar, Patrick es el CEO de la compañía lo sabes, él se encarga de mantener las relaciones con los inversionistas, cada tanto te estará presentando nuestras estrategias, nuevas inversiones. Patrick es una herramienta fundamental en esta empresa, así que tú cómo presidente de la compañía deberás trabajar muy de cerca con él, deberán trabajar juntos Diego te guste o no, porque así es como trabajamos aquí.
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Editado: 17.05.2022