El contador Alejandro siempre se esforzaba y siempre se había esforzado por sacar adelante a su familia, por darles lo mejor a su hija Delfina, a Rubén su hijo, y a su esposa Bianca, aunque ellos no lo veían así, su familia veía al contador Alejandro como a un padre y un marido impositor, el parecía no darse cuenta de esta situación, el siempre se había entregado en cuerpo y alma al trabajo, porque le gustaba lo que le generaba, personalmente, a él, y también le agradaba por la satisfacción profesional qué le daba, y por el poder y esa ilusión de que pensaba que tenía contenta a su esposa, y a sus hijos, pero la vida era así siempre de cruel y de dura, si no estabas preparado, y tú no tenías el bagaje espiritual adecuado, no te darías cuenta de que andabas mal en tu vida.
Rubén su hijo, su único hijo varón tenía sueños derivados de los grandes ideales, que almacenaba en su alma, en su mente, en su corazón, en su espíritu, Rubén Era un soñador a quién le gustaba y le agradaba hacer realidad sus sueños, y le gustaba vivir sus sueños no solo soñar, con ellos, y justo ahora Rubén tenía tejido y pegado a su espíritu, un nuevo sueño, que realmente de nuevo no tenía nada, era un sueño añejo en el niño de 8 años Rubencito, que ya vivía con él desde aquel tiempo cuando era un niño, este hermoso sueño, así él siempre lo había interpretado en su vida como un hermoso sueño, un sueño que sería un plan de vida prácticamente para él, pues soñaba con una profesión que estaba amarrada a los ideales, que llevaba fundidos en su mente, dónde también estaban alojados sus valores, y sus principios morales, qué en el período que abarcará los mejores momentos del amor, del matrimonio de sus señores padres, del contador Alejandro y de su mujer Bianca, fue que en aquel hermoso periodo del matrimonio de sus padres, que ellos le inculcaron los valores y los principios morales a sus dos pequeños hijos, a Delfina, y a Rubén, ya que lo de los ideales era cosa totalmente del joven Rubén, cosa que al mismo joven esto era lo que lo distinguía, de la familia y de los demás por eso él había elegido la carrera de las armas, que mejor forma que cumplir sus ideales que siendo militar de carrera, y sí él sueño que tenía era un plan de vida, pues este sueño lo conseguiría a través de la profesión que Rubén había elegido, y profesión que estaba atada a los ideales que él tenía en la vida, y él soñaba con ser oficial de infantería del ejército mexicano, era su viejo sueño desde que era un pequeño de tan solo 8 años de edad, el cual lo había fucionado con los ideales que poseía en su ser, su alma, y su espíritu.
El contador Alejandro siempre había sido considerado por sus hijos, y por su esposa como un padre y un marido impositor, y también controlador, y esta vez no sería la excepción, pues su hijo Rubén siempre enfrentaba sin temor a su padre y contador Alejandro, Rubén sabía muy bien lo que quería de la vida,y siempre estaba dispuesto a defender y a luchar por sus ideales, siempre él estaba decidido a enfrentar a su padre, las veces que fuera necesario para defender sus sueños, y sus ideales, enfrente de su padre y enfrente de quien se le pusiera por delante, sabía lo que quería de la vida de su vida y para su vida.
El contador Alejandro tenía unas metas muy claras todas destinadas apensar y velar siempre por el futuro de su familia, esto era cierto, y cómo él contador Alejandro se esforzaba día con día, por conseguir esa meta de lograr adquirir un terreno de alta plusvalía, y construir la casa para la cual ya tenía el capital necesario, para lo que no tenía era para adquirir ese terreno de alta plusvalía, si no lo conseguía no iba a poder construir una casa, para después el dejarla que ganara plusvalía, para después venderla, y con ese dinero adquirir un avión turbohélice tipo king Air, para 14 pasajeros, y 2 tripulantes, con eso aseguraría del todo, a todo el futuro de su familia, y como necesitaba el dinero pensaba en influenciar a su hijo Rubén, para adherirse a trabajar en la empresa donde laboraba su señor padre, el contador Alejandro, en esa empresa de su patrón Don Álvaro, y que con ese dinero que consiguiera ganar su hijo Rubén, este apoyara al contador Alejandro, él y su hermanita Delfina, para que consiguieran comprar ese terreno de alta plusvalía, pero por supuesto que en la mente del joven Rubén, no estaba aquella posibilidad de opción, de dejarse de su señor padre, el iba a seguir sus sueños y sus propios ideales, se mantendría firme delante de su padre.
Él contador Alejandro hablaba con decisión, arrogancia, y un tanto de egolatría, y siempre trataba de mantener una postura impositiva, delante de su hijo Rubén, quién de vez en cuando era que dibujada una sonrisa entre sus labios, más a veces descomponia un poco a esa su sonrisa, tan solo esperaba el momento en el cual tenía que hablar con su padre, para defender su posición, ante su el mismo, quien le estaba solicitando trabajase con él, para su patrón Don Álvaro, porque era necesario que le ayudara económicamente al padre, para conseguir comprar un terreno en un lugar de alta plusvalía, su padre le hacía ver qué les dejaría ese terreno a él y a su hermana Delfina, pero que necesitaban apoyarlo, está solicitud que estaba haciendo el contador Alejandro la estaba planteando de la misma manera, en que esté siempre planteaba sus asuntos enfrente de los ejecutivos de la empresa, de Don Álvaro, de SOMOS LÍDERES LEART JET, de la misma manera se lo planteaba a su hijo Rubén, este era su protocolo más usado por parte del contador Alejandro, primero te avisaba una primera vez qué es lo que estaba haciendo, Y qué era lo que buscaba y quería de ti, para eso que él estaba haciendo en esos momentos, en ese momento presente, por lo que el joven Rubén ya conocía cómo se manejaba su padre, por lo tanto el joven hijo del señor Alejandro, evitaría pelearse con él, e impediría que la plática subiera de tono, evitando de esta manera que la misma terminara en una discusión más fuerte, o incluso terminara en una pelea entre padre e hijo, así sucedía que Rubén solo se limito a escuchar al contador Alejandro, quien al ver la reacción de su hijo se quedaba con una imagen, de qué tal vez su hijo Rubén, si aceptaría la solicitud hecha por él, por su padre, quién buscaba que Rubén lo apoyara trabajando, para la empresa de Don Álvaro,Y qué con su honorarios, entre Delfina y Rubén, podrían comprar ese terreno en un lugar de alta plusvalía, y después de este intento el señor Alejandro se quedaba hecho todo una cabra, porque había podido ver una reacción notan de su agrado en él joven Rubén, pues a este como que no le había parecido una vez más, esta nueva solicitud para con él, ahora en ese momento de su señor Padre.