Quedé un poco afectado después de lo que ella me contó. Para algunas personas casos como esos podían ser cosas de chiquillos, sin importancia. Bromas entre amigos que representaban la inmadurez de la edad. Siendo sinceros muchas veces ese tipo de inmadurez desencadenaba finales muy tristes. Durante la secundaria había visto muchos casos como esos e incluso muy a mi pesar había contribuido, pero me puse un alto. Me di cuenta que no tenía que ser como los demás solo para ser popular. Mis padres no me habían criado así. Me alegró saber que Nina fue criada por unos padres que le enseñaron a nunca rendirse, a ser ella misma y aceptarse. Me gustaba ese tipo de chica.
Una tarde mientras caminábamos por un parque comiendo helado, ella sin querer se manchó la comisura del labio con el lado. Sí, una de las cosas más clichés del mundo, pero no desaprovecharía la oportunidad de robarle un beso. Me sentía animado y motivado. Nina era reservada con sus sentimientos, pero si no leía mal sus expresiones yo también le gustaba. Me iba a jugar esta oportunidad y si resultaba con una cachetada pues bueno era lo suficientemente hombre para aceptar una derrota. Podría conservarla como amiga, aunque sería difícil.
Así que, antes de que se limpiara la mancha, pasé mi pulgar por el lugar. Nina se quedó petrificada. Mirándonos a los ojos me fui acercando más y de pronto ya no solo era su comisura la que rozaba, también su labio inferior. Sus ojos me miraban cautelosos, pero no dejé que se despegarán de los míos. Quería que leyera en ellos que para mí esto no era un juego. De pronto ella alzó su barbilla ofreciéndome un mejor ángulo y me lancé.
Empecé rozando sus labios con los míos suavemente y poco a poco fuimos acoplándonos como dos piezas de un rompecabezas. Mentiría si dijera que el beso fue perfecto o que nunca antes me habían besado así. Para mí, nunca se trató de quien besa mejor que quien, se trata de la química que puede existir entre esas personas en el momento determinado. Y en ese momento me sentía muy enganchado de Nina. Estaba ilusionado, porque estaba muy lejos de estar enamorado aún. Lo que sentía estaba fresco; sin embargo, no podía negar la química que existía y que esperaba que lo que empezaba a fluir entre los dos llegara a buen puerto.
El beso fue suave, nos exploramos mutuamente y nos disfrutamos. Ni bien dejé ir sus labios apoyé mi frente en la suya, preparándome internamente para lo que diría. Escuchaba su respiración entrecortada. Así que, me aparté de ella y clavé mis ojos en los suyos. Su mirada era una mezcla de adorable confusión y satisfacción. De pronto sonrió ampliamente y sus mejillas tomaron un intenso sonrojo. Sus ojos se achinaron más de lo común y sus adorables cachetitos tomaron la forma de perfectas manzanitas. No sabía que decir; iba a tomar su mano, pero la apartó para cubrirse el rostro con ambas.
—No puedo creerlo. Oh Dios, no puedo creerlo. Estoy tan sonrojada. Qué vergüenza—chillaba dando saltitos.
—No vas a golpearme, ¿verdad? –pregunté cautelosamente
—¿Por qué haría eso? –me miró confundida
—Bueno, fue un beso robado. No acostumbro a hacerlo, es decir...yo…—me rasqué la cabeza intentando encontrar una explicación.
—También lo quería. Si no lo hubiera querido ahora estarías con el ojo morado. Créeme, se defenderme.
—No te hubiera obligado a besarme, discípula de Jackie Chan.
—Chistoso. Es solo...fue solo un tonto beso y yo estoy tan sonrojada. No puedes decírselo a nadie, entiendes. Seré la burla de mis amigas. Rayos.
—No fue tonto.
—Claro que no, fue…maravilloso—susurró y se volvió a cubrir el rostro.
Ante su loco comportamiento y sintiéndome confiado la atraje hacia mí envolviendo mis brazos alrededor de su cintura. No protestó. Al contrario, se apoyó en mi pecho y escondió su rostro en mi cuello. Instintivamente le di un beso en la cima de su cabeza. Aún no estaba enamorado de esta mujer, pero tampoco tardaría mucho en caer.
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Nuevo cap :)