Hola por aquí!!!! Nuevo cap. Si les esta gustando la historia pueden dejar sus comentarios, apoyar con estrellitas. Gracias por leerme. Bendiciones a todos y mucha fuerza en estos momentos. :)
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Tres semanas pasaron y notaba a Nina un poco apagada. Y yo era la causa. Nina creía que había olvidado la indirecta tan directa que me mandó hace semanas. La verdad era que me había tomado ese tiempo para hacer el collage y el video que le daría. Incluso tuve que cancelar algunas clases en su casa. Ella creía que la estaba ignorando pues ya no la acompañaba a casa o le mandaba mensajes a menudo. No me gustaba verla así, pero todo era por una buena causa.
Finalmente, el fin de semana le dije que tenía libre la tarde para ponernos al día con las clases de arte. Sus padres irían al cine por una película. Nina me había contado que sus padres una o dos veces a la semana buscaban tiempo para ellos. Y Nina era muy feliz con ello, incluso los animaba. Ella decía que sus padres se merecían esas escapadas para ser solo una pareja. Aprovecharía ese momento para convertirnos en una.
Llevé el collage en forma de manzanita cubierto con una larga franela y el video en mi USB. Nina abrió la puerta sin mucha alegría.
—Hasta que por fin tienes tiempo para darme clases ¿o es que ya no quieres dármelas? Si no quieres puedo conseguir a alguien más, no eres tan importante—sabía que estaba hablando por la herida, pero me negaba a seguirle su juego.
—Hola manzanita, estoy bien por si te interesa saber. Ah y por cierto…yo también te he extrañado.
—Yo no dije que te extrañé.
—Te ves preciosa cuando haces pucheros, pero sé la verdad. Así que porque no me abrazas y lo admites.
—Tan seguro de ti mismo.
—Estoy aprendiendo de la mejor—le guiñé un ojo. Ella no pudo evitar sonreír y luego lanzarse a mis brazos. Casi hace que el collage se caiga al piso. Entonces lo notó.
—¿Qué es eso?
—Una sorpresa.
—No es mi cumpleaños. Déjame verlo.
—Aun no. Vamos a dentro y no seas tramposa Nina. Podemos ver una película después de la clase.
—Si quieres—se encogió de hombros, pero me dio una mirada curiosa.
Después de dos horas de clase donde me dejó impresionado con el avance en la mezcla de colores para crear un atardecer, fuimos al cuarto que cumplía la función de una sala de cine.
—Entonces, ¿Qué quieres ver?
—Traje una película que creo que te gustara. Yo la pongo, tú siéntate y espera.
Coloqué el USB en la parte trasera del televisor y con el control busqué el archivo que contenía el video.
—¿Lista?
—Esto no luce como una película.
—Es el inicio de la nuestra—y le di play.
En el video salía yo sentado en el suelo de mi habitación con un montón de fotos a mi alrededor y una plancha de tecnopor en forma de manzana parada en la pared.
>>Hola manzanita, soy yo, aunque eso es obvio. Te preguntaras que es todo esto y porque parece que estoy sumergido en una piscina de recuerdos impresos a mi alrededor. Pues estos recuerdos son nuestros y quiero compartirlos contigo. Pensaras que es raro porque de hecho tú estuviste de manera presencial en la mayoría de ellos y también tienes algunos en tu poder, pero de todas formas quiero que los revivas conmigo—tomé una de las primeras fotos que le hice sin que se diera cuenta cuando aún no hablábamos—. Esta eres tú, toda empoderada y hermosa caminando por el pasillo de nuestra facultad. Estaba tan sorprendido por el cambio que tuviste que decidí capturar ese momento. Luego esta ésta de aquí—tomé otra donde sonreía junto a sus amigas—. Me perdí en tu sonrisa. A parte de que me di cuenta que tu dentista hizo un muy buen trabajo y quiero que me lo recomiendes. Bueno…a lo que iba. Sabes lo loco que es cuando sonríes y tus cachetitos se convierten en dos perfectas manzanitas. Eso me dejó anonadado. Siguiendo…—y así fue, con cada imagen volvía a revivir un momento especial. Obviamente no pude con todas, porque si no el video demoraría más de tres horas, y tampoco quería hacer una película hindú.
Me giré hacia Nina para darme cuenta de las lágrimas acumuladas en sus ojos. Mi intención nunca fue hacerla llorar, pero al parecer eran de felicidad. El video ya estaba por tocar su fin y aparecí yo con las imágenes pegadas en el tecnopor y una cara de bobo, mientras soltaba la declaración.
—Nina he disfrutado y valorado cada momento que hemos pasado juntos, cada sonrisa, cada abrazo, cada caricia, la buena compañía y el grado de confianza que tenemos. Me encanta ser parte de tu vida y hacerte parte de la mía. Así que quiero seguir coleccionando más de estos momentos, pero ya no solo como amigos. Entonces, ¿quieres ser más que mi amiga? ¿quieres seguir coleccionando momentos conmigo como mi novia?
El video se terminó y la sala quedó en silencio. De pronto me sentía muy nervioso. Pensé que había sido demasiado, talvez la había abrumado. Suspiré y me giré hacia ella para decirle que podíamos esperar, pero ni siquiera pude hablar. Fui atacado por Nina y caí sobre el sofá con ella encima mío mientras me devoraba con su boca; yo no perdí el tiempo y le correspondí. Después de esa pequeña sesión de besos Nina se separó lentamente de mi cuerpo y acercó sus labios susurrando.